Los propios diarios cercanos al gobierno de Federico Franco, instalado en la Casa de Gobierno tras las destitución del presidente Fernando Lugo, titulan hoy lo que califican de "barrida" de centenares de personas a las cuales se acusa de ser simpatizantes de la izquierda paraguaya.
Desde hace días, agrupaciones como el Frente Guasú, coalición de partidos y organizaciones sociales que apoya al mandatario destituido, señalaron el inicio de la salida compulsiva de unos mil trabajadores de entidades estatales.
Los afectados realizaron incluso marchas de protesta que culminaron en la entrega de pruebas sobre el irregular procedimiento de despido a las delegaciones de parlamentarios europeos y suramericanos presentes en la nación para analizar la situación interna paraguaya.
Las cesantías incluyeron, según informaron, organismos como la Secretaría de Acción Social, órganos de prensa y ministerios, todas por razones políticas o ideológicas.
Ahora tocó el turno a la parte paraguaya de las empresas que operan las grandes hidroeléctricas binacionales Itaipú y Yaciretá, en las cuales, de acuerdo con el anuncio de los propios dirigentes nombrados por el gobierno, se comenzó a echar a la calle a centenares de trabajadores.
Solamente la administración de Itaipú publicó hoy la información sobre el primer centenar de despidos de un total de 500 a materializar en esta primera etapa, alegando que son afectos al gobierno de Lugo o no constituir simpatizantes de Franco.
Los despedidos señalaron que, en todos los casos, se incumplen los preceptos legales del preaviso y hasta se despide a personas apenas con una nota comunicando la cesantía.
Para ellos, se trata solo del comienzo de la mayor operación conocida de atropello a los derechos laborales y anunciaron la continuación de las protestas públicas por ese hecho.
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