20 de julio de 2012, 09:11Managua,
20 jul (PL) El proyecto socialista, cristiano y solidario del Frente
Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en Nicaragua aglutina a la
mayoría del pueblo, como opción para salir de la pobreza estructural y
asegurar desarrollo económico con justicia social.
En la capitalina Plaza de la Fe, una multitud, llegada de todas partes
del país, reiteró la víspera su confianza en el FSLN y la
Administración del presidente Daniel Ortega, en ocasión del aniversario
33 del triunfo de la revolución popular contra la dictadura somocista.
Con la victoria hace 33 años, los nicaragüenses ganaron el derecho a
luchar por su libertad de la mano de la juventud, tal y como ocurre
ahora en este nuevo período de gobierno del FSLN, advirtió Ortega.
"Fue la juventud la que tomó el cielo por asalto aquel 19 de julio de
1979 y es la juventud en el campo, en las ciudades, la que hoy está
librando estas nuevas batallas que tienen un profundo contenido de
justicia", aseguró.
De no ser por la voluntad de la mayoría,
hubiera sido imposible el retorno del FSLN al gobierno en 2007, luego
de 16 años de neoliberalismo, y muchos menos su liderazgo en las más
recientes elecciones presidenciales a fines de 2011.
La
confianza de la gente plantea desafíos de toda índole y, a juicio del
mandatario, los comicios municipales del próximo 4 de noviembre pondrán
a prueba el proyecto sandinista de democratizar el poder.
Mediante el ejercicio en las urnas, la nación buscará ensanchar la
democracia directa, con más participación a los ciudadanos en los
cabildos, a través de los concejales, y la incorporación de las mujeres
al 50 por ciento de los cargos, insistió el líder del FSLN.
En
términos de batalla definió Ortega los tiempos que vive Nicaragua,
porque será preciso trabajar sin descanso para erradicar la miseria
extendida, el analfabetismo, la desnutrición y la injusticia histórica,
cuando "los adversarios de la revolución tampoco descansan de conspirar
y aterrorizar al pueblo", alertó.
Son tiempos, dijo, de
multiplicar las victorias en Nicaragua, en América Latina y el Caribe,
en situación más favorable por correlación de fuerzas frente al
imperialismo, cuando gobiernos, movimientos sociales, pueblos indígenas
"han encontrado nuevos espacios para sentarse y multiplicar las
batallas".
Ortega invitó a sus conciudadanos, sin distingo de
credos religiosos y filiaciones políticas, a redoblar la contribución a
los diversos programas sociales y económicos en marcha para sacar
adelante al país.
Así destacó el beneficio de políticas
estatales desde 2007 hasta la fecha, como la entrega de 162 mil 807
títulos de propiedad a familias pobres y el restablecimiento de los
derechos de los pueblos originarios a ser dueños de sus tierras, con el
otorgamiento de más de más de 30 mil kilómetros cuadrados.
Según anunció, esas comunidades indígenas recibirán otros terrenos como
parte del proceso de legalización en curso, que comprenderá un total de
34 mil kilómetros cuadrados.
Al decir de Rosario Murillo,
coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía, se trata de una
ruta por donde cada día avanzamos hacia un futuro de prosperidad y "nos
toca construirlo juntos, hacerlo juntos: ese es el retoâ��, sé que lo
estamos asumiendo". |
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