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De acuerdo con la investigación realizada y luego de una exhaustiva labor pericial, se concluyó que el exceso de velocidad en una carretera en reparación, señalizada a tal efecto, la falta de atención del conductor y la incorrecta decisión de aplicar los frenos de manera abrupta en una superficie resbaladiza, fueron las causas del accidente.
El
conductor y máximo responsable del siniestro es el español, Ángel
Carromero, dirigente de la rama juvenil del derechista Partido Popular.
(Cadenaser.com)
La Radio del Sur
Mientras medios internacionales de prensa y grupos opositores se esfuerzan por crear una nueva campaña política contra la Revolución cubana, a propósito de la muerte el pasado 22 de julio de los disidentes Oswaldo Payá y Harold Cepero, testigos del hecho confirman la versión ofrecida por el Ministerio del Interior de la Isla.
De acuerdo con la investigación realizada y luego de una exhaustiva labor pericial, se concluyó que el exceso de velocidad en una carretera en reparación, señalizada a tal efecto, la falta de atención del conductor y la incorrecta decisión de aplicar los frenos de manera abrupta en una superficie resbaladiza, fueron las causas del accidente de tránsito en el que murieron los opositores cubanos.
El conductor y máximo responsable del siniestro es el español, Ángel Carromero, dirigente de la rama juvenil del derechista Partido Popular, quien si bien no asume la responsabilidad de lo ocurrido, reconoce su implicación en los hechos a través de unas declaraciones hechas públicas este lunes a la prensa internacional mediante un video.
Las imágenes también ofrecen las confesiones del político sueco Jens Aron Modig, presidente de la Liga Juvenil Cristianodemócrata y miembro del Partido Demócrata Cristiano del país nórdico que reclama ser el equivalente del ‘Tea Party’ norteamericano, quien narró sus recuerdos del accidente.
Ambos políticos europeos han confesado que viajaron a la Isla para desarrollar actividades contrarrevolucionarias, dentro de los objetivos se encontraban contactar con grupos disidentes en la oriental provincia de Santiago de Cuba para proporcionarles financiamiento y crear una organización juvenil del llamado Movimiento Cristiano de Liberación para fomentar la subversión interna en la Mayor de las Antillas.
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