HispanTV/La Radio del Sur
El proyecto del gobierno paraguayo que permitiría vender tierras
sujetas a expropiación a quienes las adquirieron ilegalmente o en forma
irregular, fue rechazado por campesinos de este país.
La propuesta del gobierno de Federico Franco, que asumió la
presidencia de la República tras la destitución del presidente electo de
este país, Fernando Lugo, fue rechazada por la Liga Nacional de
Carperos (campesinos sin tierras que viven en carpas) y la Mesa
Coordinadora Nacional.
Según Eulalio López, de la primera organización y Luis Agüero,
secretario general de la Mesa Coordinadora de Organizaciones Campesinas,
el Estado debe recuperar totalmente esas propiedades adquiridas
ilegalmente y distribuirlas a beneficiarios de una reforma agraria.
Al reiterar que los labriegos sí pueden dedicarse a la ganadería,
ambos dirigentes campesinos declararon que esas tierras que primero
estaban previstas para ser entregadas a las familias campesinas, hoy en
manos de personas extrañas, deben ser devueltas al Estado para su
entrega a quienes sí las necesitan.
Franco había prometido ayudar a los pobres vendiendo a precio de
mercado tierras estatales, generalmente dedicadas a la ganadería,
situadas en la planicie del Chaco y en los departamentos de Concepción y
Amambay; promesa que quedó contrariada al expresar su desinterés por
recuperar estos terrenos, alegando que los labriegos no reúnen las
capacidades necesarias para dedicarse a la crianza y explotación del
ganado.
El rechazo de las organizaciones campesinas a la propuesta de ley de
Franco, enviada al Congreso para su aprobación final, intensifica más la
tensa relación entre el Ejecutivo y las miles de humildes familias que
luchan por un pedazo de tierra.
El disgusto de los labradores se da a causa de las declaraciones y
actitudes tomadas por quienes criticaban el manejo de la situación
respecto a los campesinos, críticas que hace un mes llevaron a Lugo a un
juicio apresurado y la destitución de su cargo.
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