“Este es un mundo violento y mentiroso pero no podemos
perder la esperanza y el entusiasmo por cambiarlo”, asegura Eduardo
Galeano.
El
escritor uruguayo, historiador literario de su continente a través de
obras como “Las venas abiertas de América Latina” y la trilogía
“Memorias del Fuego”, habló con BBC Mundo sobre los últimos acontecimientos de América Latina y la crisis capitalista mundial.
Desde su mesa de siempre en el céntrico Café Brasilero,
dejando tras el ventanal el frío del invierno austral, insiste en que
“la grandeza humana está en las cosas chiquitas, que se hace
cotidianamente, día a día, la que hacen los anónimos sin saber que la
hacen”.
Por eso, alterna las respuestas con episodios de su último libro,
“Los hijos de los días”, en el que agrupa 366 historias reales, una para
cada día del año, que contienen más verdad que hablar de la prima de
riesgo.
La crisis europea se está manejando por los líderes políticos desde un discurso de sacrificio de la población.
Es igual al discurso de los oficiales cuando mandan a los reclutas a morir, con menos olor a pólvora pero no menos violento.
Esto es un plan sistemático a nivel mundial para arrojar al tacho de
la basura dos siglos de conquistas obreras, para que la humanidad
retroceda en nombre de la recuperación nacional.
Este es un mundo organizado y especializado en el exterminio del prójimo.
Y luego vienen a condenar la violencia del pobre, la de los muertos de hambre; la otra se aplaude, merece condecoraciones.
¿Se está presentando la ‘austeridad’ como única salida?
¿De quiénes? Si los banqueros que produjeron este desastre fueron y
siguen siendo los principales asaltantes de bancos y son recompensados
con millones de euros que les pagan como indemnización…
Es un mundo muy mentiroso y muy violento. Lo de la austeridad es un
viejo discurso en América Latina. Asistimos a una obra de teatro que fue
estrenada acá y que ya conocemos.
Sabemos todo: las fórmulas, las recetas mágicas, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial…
¿Considera que el empobrecimiento de la población es más violento?
Si la lucha contra el terrorismo fuera verdadera y no una coartada
para otros fines, tendríamos que empapelar el mundo con carteles que
dijeran ‘se buscan a los secuestradores de países, a los exterminadores
de salarios, a los asesinos de empleo, a los traficantes del miedo’, que
son los más peligrosos porque te condenan a la parálisis.
Este es un mundo que te doméstica para que desconfíes del prójimo, para que sea una amenaza y nunca una promesa.
Es alguien que te va a hacer daño y para eso hay que defenderse.
Así se justifica la industria militar, nombre poético de la industria criminal.
Eso es un ejemplo clarísimo de violencia.
Pasando a la política latinoamericana, México continúa en las calles protestando por los resultados oficiales de las elecciones…
La diferencia de votos no fue tan grande y quizás sea difícil de demostrar que hubo fraude.
Sin embargo, hay otro fraude más profundo, más fino y que es el más
dañino a la democracia: el que cometen los políticos que desde el llano
prometen todo lo contrario de lo que después hacen desde el poder. Así
están actuando contra la fe en la democracia de nuevas generaciones.
Respecto a la destitución de Fernando Lugo en Paraguay, ¿se
puede hablar de golpe de Estado si se ha basado en las leyes del país?
Por supuesto que el de Paraguay es lisa y llanamente un golpe de Estado.
Han golpeado el gobierno del ‘cura progre’ no por lo que hubiera hecho sino por lo que podía hacer.
No había hecho gran cosa pero como se proponía una reforma agraria en
un país que tiene el grado de concentración de poder de la tierra más
alto de toda América Latina, y en consecuencia la desigualdad más
injusta, había tenido algunas actitudes de dignidad nacional contra
algunas empresas internacionales todopoderosas como Monsantos y
prohibido el ingreso de algunas semillas transgénicas…
Fue un golpe de Estado preventivo, por si acaso, no por lo que eres sino por lo que puedes llegar a hacer.
¿Le sorprende que sigan dándose estas situaciones?
El mundo actual es muy sorprendente.
La mayoría de los países europeos que parecía que estaban vacunados
de los golpes de Estado son ahora gobiernos gobernados a manos de
tecnócratas designados a dedo por Goldman & Sachs y otras grandes
empresas financieras que no han sido votadas por nadie.
Hasta el lenguaje lo refleja: los países, que se supone que son
soberanos e independientes, tienen que hacer bien sus deberes como si
fueran niños con tendencia a la mala conducta y los maestros son los
tecnócratas que vienen a tirarte de las orejas.
Paula Vilella /BBC
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