El actual ocupante de la casa blanca
es una vergüenza, señala
▲
Nuestra campaña será sobre la transformación de nuestro país y la creación de un gobierno basado en los principios de justicia económica, social, racial y ambiental, dijo ayer el senador Bernie Sanders al anunciar que buscará la presidencia estadunidense. La imagen es de archivo.
Nueva York. El senador independiente y autodefinido como
socialista democrático, Bernie Sanders, anunció su candidatura presidencial para la contienda de 2020, e invitó a sus seguidores a llevar al triunfo la
revolución políticaque iniciaron en la campaña de 2016, la cual sacudió no sólo la cúpula del Partido Demócrata, sino transformó el debate en este país.
Al anunciar su campaña la mañana de este martes en la radio pública de su estado, Vermont, Sanders dijo que
el actual ocupante de la Casa Blanca es una vergüenza para nuestro país. Creo que es un mentiroso patológico. También considero que es un racista, un sexista, homófobo, xenófobo, alguien que busca anotar puntos políticos baratos al atacar a minorías, frecuentemente inmigrantes indocumentados.
En su mensaje para anunciar su campaña para la presidencia, Sanders declaró que Trump
es el presidente más peligroso en la historia moderna estadunidense, dejando claro que se enfocará directamente contra el ocupante de la Casa Blanca, más que en la lista de una docena de candidatos que ya han anunciado sus campañas para obtener la nominación del Partido Democrata, con otros 15 que están contemplando sus perspectivas. Pero también aseguró que no será una campaña sólo antiTrump.
Nuestra campaña es sobre la transformación de nuestro país y la creación de un gobierno basado en los principios de justicia económica, social, racial y ambiental, agregó (https://youtu.be/s7DRwz0cAt0).
Juntos, ustedes y yo, en nuestra campaña de 2016 iniciamos la revolución política. Ahora es tiempo de completar esa revolución e implementar la visión por la cual luchamos, escribió en un comunicado a sus simpatizantes la mañana de este martes.
Sanders declaró que se lanza para abordar diversos temas que van
desde cambio climático, derechos civiles, concentración de riqueza,
derechos de las mujeres y
para poner fin a la demonización de los inmigrantes indocumentados, así como promover una reforma migratoria y
una política humanapara los que buscan asilo en la frontera.
Aunque se suma a un creciente número de candidatos demócratas en
anunciar sus campañas presidenciales, Sanders –por ahora– está en la
delantera.
A diferencia de su primera campaña presidencial, ahora no sólo es el
aspirante más conocido entre el público, sino que muchas de sus
propuestas iniciales –reducir la desigualdad económica, elevar el
salario mínimo, seguro de salud universal, educación superior gratuita,
un programa de desarrollo nacional
verde– que fueron descartadas por otros demócratas,
expertosy periodistas, ahora definen gran parte del debate político del país, y han forzado un giro hacia la izquierda del Partido Demócrata.
El propio Sanders escribió este martes que durante la campaña de
2016, “nos dijeron que nuestras ideas eran ‘radicales’ y ‘extremas’.
Bueno, tres años han pasado y todas estas políticas, y más ahora, son
apoyadas por la mayoría de los estadunidenses”.
De hecho, uno de sus problemas será competir con otros candidatos que
han adoptado algunas de estas posiciones; o sea, ya no será el único.
Su campaña anterior no sólo sorprendió a otros líderes del partido y a
casi todos los expertos por la resonancia que provocó, creando un gran
movimiento dinámico dentro del Partido Demócrata, sino que también
mostró la capacidad de movilizar a las bases para financiar de manera
sin precedente una campaña nacional que se rehusó a aceptar donaciones
empresariales y de multimillonarios, y que capturó 46 por ciento de los
delegados y 13 millones de votos en las primarias del Partido Demócrata,
con lo que casi descarrila la candidatura cupular de Hillary Clinton.
De hecho, el fenómeno insurgente de Sanders como candidato
socialista democráticofue tal vez igual de importante que el de Donald Trump en mostrar la debilidad de la cúpula política de ambos partidos, y aún se debate si él no hubiera ganado la elección general, si hubiese sido el abanderado de los demócratas en lugar de Clinton.
Al preguntarle si su edad –77 años– sería un problema como candidato,
Sanders –quien en la elección anterior fue el aspirante con mayor apoyo
de la juventud– respondió que preguntas sobre raza, género, preferencia
sexual o edad no deberían importar al evaluar a los candidatos.
Convocó este martes a la diáspora de su campaña anterior solicitando
que por lo menos un millón de sus simpatizantes declaren su apoyo de
inmediato para arrancar esta campaña. Esa diáspora ha nutrido toda una
gama de candidaturas legislativas federales y estatales, además de que
ayudaron a elegir la Cámara de Representantes más diversa y progresista
(muchos de ellos se identificaron como socialistas democráticos también)
en tiempos recientes.
Pero a la vez, esa marca de
socialistaque surgió con Sanders –uno de los fenómenos más sorprendentes en la historia política reciente del país– de nuevo definirá en parte el debate político electoral de aquí a 2020.
En torno a ello, Trump ya estrenó su mensaje antisocialista como
parte de su campaña de relección. En su informe sobre el estado de la
Nación, así como en su discurso sobre la operación para el cambio de
régimen en Venezuela, ha jurado que
Estados Unidos jamás será socialista, señalando que es
alarmanteque se promueva esa postura aquí por los demócratas.
Pero también entre el elenco de candidatos demócratas algunos buscan
diferenciarse. Por ejemplo, la senadora liberal Elizabeth Warren, quien
como Sanders también critica la concentración de riqueza y al gran
empresariado, proclamó:
soy capitalista. Otra candidata, la senadora Kamala Harris, afirmó:
no soy una socialista democrática. Sin embargo, los jóvenes que forman la parte potencialmente más dinámica del electorado expresan en sondeos que favorecen a lo que llaman
socialismo(casi siempre lo definen como una posición socialdemócrata).
Robert Reich, secretario del Trabajo en el gobierno de Bill Clinton y
ahora profesor en la Universidad de California, en Berkeley, escribió
este martes en The Guardian que ante el retorno de la oligarquía en este país,
Sanders ha hecho más que cualquier otro político en tiempos modernos en Estados Unidos en cuanto a sonar la alarma y movilizar al público para reclamar nuestra democracia y economía. Sólo por eso, estamos en deuda con él.
Foto Ap
David Brooks
Corresponsal
Periódico La Jornada
No hay comentarios:
Publicar un comentario