Alejandro Nadal
En una ceremonia para recordar los trágicos acontecimientos del 11 de septiembre de 2001, Donald Trump declaró que
Estados Unidos no se dobla. Quizás quiso decir que su país no se doblega, pero utilizó el verbo
doblar. Lo que sí se dobló ese día fatídico fue el acero de la columna 79 del edificio World Trade Center 7 y según la versión oficial, eso provocó el derrumbe de todo el edificio.
Pero, ¿qué es eso del WTC 7? Esta construcción de 47 pisos estaba
ubicada a unos cien metros de la torre norte (WTC 1). El edificio no fue
impactado por ningún avión, pero a las 5:20 de la tarde ese 11 de
septiembre se colapsó sobre su propia huella en forma simétrica y a una
velocidad muy cercana a la de una caída libre.
El análisis del Instituto nacional de normalización y tecnología
(NIST, por sus siglas en inglés) es la única investigación realizada por
el gobierno estadunidense sobre el colapso del WTC 7. El estudio se
publicó en 2011 (se puede consultar en nist.gov).
Las principales conclusiones, así como la metodología empleada, revelan
grandes deficiencias y simplemente no concuerdan con los hechos.
Ese estudio acaba de ser refutado de manera definitiva por una
investigación independiente conducida en la Universidad de Alaska en
Fairbanks (UAF) y patrocinada por la organización Architects and Engineers for 911 Truth,
que agrupa más de mil 500 ingenieros y arquitectos que discrepan de la
versión oficial sobre el colapso de las torres gemelas y del edificio
WTC 7. Esta nueva investigación utilizó los planos originales usados por
los constructores y estuvo dirigida por el Dr. Leroy Hulsey, director
del Departamento de ingeniería civil de dicha universidad. La
presentación detallada está disponible en media.uaf.edu.
Los principales resultados del estudio del NIST son los siguientes.
Primero, el derrumbe de la torre norte (WTC 1) lanzó escombros hasta el
WTC 7 y eso provocó incendios en varios pisos. Los sistemas de
extintores no funcionaron apropiadamente y algunos de esos incendios se
propagaron hasta el costado noreste del edificio. Segundo, esos
incendios provocaron la expansión térmica de las vigas horizontales en
los pisos inferiores hasta que una de ellas en el piso 13 (y con el
número A2001 en los planos originales) se desprendió de la columna
número 79 que proporcionaba apoyo a una sección importante de todo el
piso. Ese desplazamiento de la viga A2001 provocó el colapso del piso 13
y eso causó el derrumbe en cascada de los pisos 13 a 5, dejando sin
apoyo a la columna 79 para resistir fuerzas laterales, provocando que
dicha columna se doblara. Esa distorsión de la columna 79 activó la
falla estructural de todas las demás columnas hasta llegar a los pisos
superiores y el penthouse del edificio. De acuerdo con el informe del
NIST, eso explica el colapso de todo el edificio.
Por su parte, la investigación de la UAF identificó varias
carencias fundamentales en el estudio del NIST. En primer lugar, el
diseño de los componentes estructurales de la columna 79 y de las vigas
A2001 y A2015 no habrían permitido el desplazamiento de las vigas y
trabes tal y como concluyó el NIST. Aún suponiendo una expansión térmica
exagerada, no se pudo haber presentado la pérdida de contacto entre
esas vigas y la columna 79. Cabe señalar que el modelo matemático
utilizado en el estudio de la UAF permite simular incluso condiciones
más extremas de las que consideró el informe NIST. Esas corridas del
modelo no permiten concluir que el colapso del edificio se hubiera
llevado a cabo tal y como sucedió en los hechos.
Todo lo anterior conduce a una sencilla conclusión. El edificio WTC 7
no se colapsó debido a los incendios que se desataron en varios de sus
pisos el 11 de septiembre. El modelo utilizado por el NIST no permite
simular el derrumbe que, como lo muestran múltiples videos, se llevó a
cabo en casi perfecta simetría y a la velocidad de una caída libre (al
igual que el colapso de las torres gemelas WTC 1 y WTC 2).
El estudio de la UAF también concluye que la falla estructural de una
sola columna no pudo haber generado el desplome en cascada de todas y
cada una de las demás columnas y vigas en el edificio. Cabe señalar que
el WTC 7 tenía unas 40 mil toneladas de acero estructural y que el
material combustible que alimentó los incendios era simple inmobiliario
de oficina, incapaz de alcanzar la temperatura necesaria para fundir
acero. Por eso el estudio NIST buscó explicar el colapso a través de
fallas estructurales. Pero la investigación de la UAF anula las
conclusiones de lo que se ha convertido en la versión oficial.
Las mentiras que rodean el colapso del WTC 7 permiten correr el velo
de lo que realmente sucedió con las torres gemelas. Hoy quizás a muy
pocos les importan estos hechos. Pero la realidad es que los pueblos de
Afganistán e Irak siguen sufriendo las consecuencias y en Estados Unidos
cualquier persona puede ser arrestada y confinada (incluso torturada)
sin derecho a un juicio por la simple sospecha de tener vínculos con
ter
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