“La política de Hugo Chávez es molesta para los Estados Unidos y para los grandes intereses económicos”, manifestó el premio Nobel de la Paz de 1980 Adolfo Pérez Esquivel en una entrevista radial con Antípodas, programa de la Agencia Venezolana de Noticias que transmite La Radio del Sur.El Premio Nobel de la Paz declaró que no le extraña en absoluto que Venezuela sea blanco de intentos de desestabilización durante el proceso electoral presidencial con el objetivo de frenar el gran esfuerzo que ha hecho el gobierno nacional “para la recuperación de la soberanía nacional”.
Además del caso venezolano, citó los procesos de cambio en Bolivia, Ecuador, Brasil y Argentina como ejemplos de políticas que trabajan por la “recuperación del derecho soberano de un pueblo” y “la construcción democrática” y agregó: ” eso se hace con dificultades; frente a las graves agresiones que hoy tienen que soportar los pueblos y los gobiernos progresistas”.
“Los Estados Unidos siempre han trabajado en políticas de condicionamiento a los países que no están de acuerdo con sus políticas en el continente”, afirmó Pérez Esquivel.
El último episodio de estas “políticas de condicionamiento” fue el golpe de Estado parlamentario en Paraguay. Pérez Esquivel señaló a la transnacional Monsanto como una de las instigadoras de la ruptura del orden democrático y subrayó: “eso no se hace sin apoyo de la embajada de los EEUU”.
Reconoció el papel de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) en la adopción de “políticas de conjunto, firmes, en defensa del derecho de los pueblos” y previno sobre las violaciones de la voluntad popular en nombre de la “legalidad”.
Hizo énfasis en “clarificar los conceptos” porque “en nombre de la libertad y la democracia se están cometiendo crímenes tremendos”. Refirió que el tema de los derechos humanos, sectores políticos ligados a las oligarquías “se están adueñando del lenguaje, pero no de los contenidos. La derecha lógicamente trabaja para sus propios intereses”.
Pérez Esquivel precisó que la lucha por los derechos humanos “no se agota en época de dictadura” e hizo un breve recuento del panorama latinoamericano: “El golpe de Estado en Honduras; la grave represión contra los periodistas y organizaciones populares; el golpe de Estado institucional en Paraguay; la fuerte represión en Chile contra los estudiantes y los Mapuches; la grave situación en Colombia”, son algunos de los puntos críticos de la lista de violaciones a los derechos del pueblo.
Del otro lado del Atlántico, en Europa, el Fondo Monetario Internacional (FMI) impone las mismas políticas que aplicó en América Latina: líneas para “profundizar la pobreza, la exclusión social y la concentración del poder en pocas manos”.
“La peor derrota es el conformismo, bajar los brazos y pensar: ‘aquí no hay salida’. Sí hay salida: los pueblos se unen, toman conciencia y construyen nuevos espacios”, afirmó.
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