Morales enfatizó, en conferencia de prensa en la sede del Palacio de Gobierno, el apoyo trascendental de los grupos sociales, ante los intentos desestabilizadores, y habló de pruebas concretas de reparto de poder de la oposición.
El mandatario recordó que durante el desarrollo de la séptima marcha de la Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente Boliviano (Cidob), los líderes se reunieron y se repartieron los puestos, con la Presidencia para Adolfo Chávez y la Cancillería para Fernando Vargas. Según Morales, un representante del pueblo guaraní, presente en la reunión, abandonó la misma y contó toda la historia, la cual se ha repetido en más de una ocasión, con presiones de Chávez, siempre, para que renuncie.
Al mismo tiempo, enfatizó que la novena marcha, la cual se encuentra en estos momentos en la capital, es rehén de la derecha, particularmente del Movimiento Sin Miedo.
Para el presidente, la derecha ha terminado por debilitar y desprestigiar a la Cidob, a la cual él considera una organización muy importante dentro del contento indígena amazónico y aclaró que lo montado alrededor de la vicepresidencia no es una vigilia, sino un intento desestabilizador, como muchos otros en estos años.
Por otra parte, insistió en defender la Ley 222 de Consulta Previa a los pueblos del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro-Sécure (Tipnis) y recalcó que las conversaciones con los marchistas solo se efectuarían si estuvieran presentes los 60 corregidores del lugar y las tres subcentrales.
Si no están todos los corregidores y los dirigentes de las subcentrales del Sécure y de la Confederación Indígena del Sur no habrá diálogo, enfatizó el mandatario, quien se niega a dialogar solo con la subcentral Cidob.
Morales hizo referencia también a la actuación policial durante la revuelta de hace poco más de una semana y recalcó que el referido cuerpo no tiene doctrinas ni valores.
La Policía ha quedado mal con el pueblo. La carencia de valores los lleva a actuar así. Si los tuvieran, actuarían con disciplina y no protagonizaran hechos como los vividos entonces, ratificó.
El presidente boliviano comentó también sobre la Cumbre de Río de Janeiro y la reunión del Mercado Común del Sur, celebrada en la ciudad argentina de Mendoza, donde se aprobaron sanciones a Paraguay, como consecuencia del golpe congresal que arrebató el poder al mandatario electo Fernando Lugo.
No se tomarán medidas económicas, porque, al final, afectarán al pueblo, sino políticas para dejar claras las posiciones de nuestros países, finalizó el presidente boliviano.
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