Por Julio Fumero
Guatemala, 27 mar (PL) Rostros cansados, la piel más quemada por el sol de lo habitual, pero un enorme entusiasmo mostraban miles de campesinos al irrumpir hoy en esta capital para concluir una caminata por más de 200 kilómetros.
Los integrantes de una marcha indígena vencieron este martes la última de ocho etapas de camino, iniciadas el pasado día 19, para demandar de las autoridades de Guatemala una atención adecuada a la problemática agraria.Guatemala, 27 mar (PL) Rostros cansados, la piel más quemada por el sol de lo habitual, pero un enorme entusiasmo mostraban miles de campesinos al irrumpir hoy en esta capital para concluir una caminata por más de 200 kilómetros.
Aún sin detenerse la columna, en la Plaza de la Constitución, el dirigente del Comité de Unidad Campesina (CUC) Daniel Pascual confirmó a Prensa Latina que el cálculo de llegar al destino con una fuerza de 10 mil hombres, mujeres y niños fue rebasado ampliamente.
Ello porque a la entrada de la ciudad, y en el propio Parque Central, se sumó una gran cantidad de personas convocadas por organizaciones de todo tipo, desde obreras hasta estudiantiles, confundidas entre sus conciudadanos del campo.
Pascual dijo que ese gesto de solidaridad y apoyo incondicional demuestra cómo esta lucha no es ya solo de campesinos e indígenas, sino de toda la población guatemalteca, unida y con una misma voz.
El Gobierno debe entender eso, que esta masa de pueblo luchará junta por sus reivindicaciones, recalcó el dirigente del CUC, uno de los organizadores de la multitudinaria manifestación.
En estos días compartimos muchas dificultades, calor, frío, hambre, sed, pero el ánimo nunca decayó y aquí estamos, para exigir el respeto de nuestros derechos, agregó.
Pascual, tras una breve pausa, instó a no detenerse, a continuar hasta la sede del Congreso de la República -a pocas cuadras de distancia-, a donde se dirigió con un grupo para reunirse con la Junta Directiva.
Su principal reclamo a ese poder del Estado, del cual dicen se caracteriza por irrespetar las consultas populares, es la aprobación de la Ley de Desarrollo Rural, que espera largamente por ello.
Otros dirigentes de la marcha encabezaron a un segundo grupo para encontrarse con magistrados de la Corte Suprema de Justicia, a quienes exigieron ordenar a los jueces ser imparciales a la hora de resolver litigios por desalojos de sus tierras.
Nuevamente la columna compacta desembocó después en la Plaza para esperar allí por la anunciada reunión con el presidente Otto Pérez Molina en busca de soluciones a sus demandas.
Al jefe del Ejecutivo le pido oír nuestras necesidades y atenderlas, señaló una indígena de no pocos años de edad, en palabras casi incomprensibles por la característica mezcla entre el idioma español y alguna lengua de la cultura maya.
Ella, como el resto de los participantes, aseguró estar decidida a permanecer en el sitio hasta obtener, al decir de Pascual, respuestas concretas y satisfactorias a sus reclamos.
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