Buenos Aires, 21 mar (PL) Las señales de alerta en medios alternativos de prensa volvieron a iluminarse hoy ante la inminente apertura de un denominado Centro de Emergencias, construido por el Comando Sur estadounidense en la provincia argentina de Chaco.
No casualmente la base se encontrará en el aeropuerto de Resistencia, la capital provincial, donde pueden aterrizar aviones de porte civil, pero también militar, advirtió la Agencia Popular de Comunicación Suramericana y agregó:
"Esto, más su posición geopolítica (casi en el centro del Acuífero Guaraní), exponen al lugar como ideal desde el plano militar".
Se trata, sin dudas, de un hecho gravísimo, comentó a Prensa Latina la periodista Stella Calloni al referirse a este proyecto, desarrollado en Chaco por el Comando Sur y la embajada de Estados Unidos en Argentina.
De acuerdo con el gobierno chaqueño, el Centro de Emergencias -construido a un costo de tres millones de dólares- fue donado "como parte del programa de Asistencia Humanitaria del cuerpo con el objetivo de brindar una herramienta para estar en condiciones de operar ante cualquier catástrofe".
Nadie ignora que el Comando Sur realiza denominadas acciones cívicas o humanitarias como un programa de contrainsurgencia para establecer control sobre poblaciones y reconocer territorios en sus planes geoestratégicos sobre una zona como ésta, doblemente sensible por su ubicación, acotó al respecto Calloni.
Equipada con la más moderna tecnología, la base permitirá el monitoreo y control satelital de toda la región ubicada cerca de la Triple Frontera -Argentina-Paraguay- Brasil y sobre el deseado Acuífero Guaraní, mayor reserva de agua dulce de Suramérica, señaló de otro lado la agencia de noticias Argenpress.
En diciembre pasado, el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, recibió a una delegación encabezada por el ministro consejero de la Embajada estadounidense aquí, Jefferson Brown, quien dijo que el centro constituye uno de los proyectos más importantes que el gobierno norteamericano tiene con Argentina.
Hace cuatro años, en abril de 2008, organizaciones sindicales y civiles chaqueñas habían advertido ya sobre la riesgosa presencia del Comando Sur en la zona.
En ese sentido el Centro de Estudios Nelson Mandela, por intermedio de su coordinador Rolando Núñez, alertó sobre los riesgos que pudiera generar la intervención de ese cuerpo armado porque "implica convenios innecesarios impuestos por un ejército extranjero".
Los mecanismos de ayuda humanitaria podrían -y deberían- articularse con Cascos Blancos, la Organización Panamericana de la Salud, Unicef o la Cruz Roja, señaló entonces Núñez al diario Crítica Digital.
No casualmente la base se encontrará en el aeropuerto de Resistencia, la capital provincial, donde pueden aterrizar aviones de porte civil, pero también militar, advirtió la Agencia Popular de Comunicación Suramericana y agregó:
"Esto, más su posición geopolítica (casi en el centro del Acuífero Guaraní), exponen al lugar como ideal desde el plano militar".
Se trata, sin dudas, de un hecho gravísimo, comentó a Prensa Latina la periodista Stella Calloni al referirse a este proyecto, desarrollado en Chaco por el Comando Sur y la embajada de Estados Unidos en Argentina.
De acuerdo con el gobierno chaqueño, el Centro de Emergencias -construido a un costo de tres millones de dólares- fue donado "como parte del programa de Asistencia Humanitaria del cuerpo con el objetivo de brindar una herramienta para estar en condiciones de operar ante cualquier catástrofe".
Nadie ignora que el Comando Sur realiza denominadas acciones cívicas o humanitarias como un programa de contrainsurgencia para establecer control sobre poblaciones y reconocer territorios en sus planes geoestratégicos sobre una zona como ésta, doblemente sensible por su ubicación, acotó al respecto Calloni.
Equipada con la más moderna tecnología, la base permitirá el monitoreo y control satelital de toda la región ubicada cerca de la Triple Frontera -Argentina-Paraguay- Brasil y sobre el deseado Acuífero Guaraní, mayor reserva de agua dulce de Suramérica, señaló de otro lado la agencia de noticias Argenpress.
En diciembre pasado, el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, recibió a una delegación encabezada por el ministro consejero de la Embajada estadounidense aquí, Jefferson Brown, quien dijo que el centro constituye uno de los proyectos más importantes que el gobierno norteamericano tiene con Argentina.
Hace cuatro años, en abril de 2008, organizaciones sindicales y civiles chaqueñas habían advertido ya sobre la riesgosa presencia del Comando Sur en la zona.
En ese sentido el Centro de Estudios Nelson Mandela, por intermedio de su coordinador Rolando Núñez, alertó sobre los riesgos que pudiera generar la intervención de ese cuerpo armado porque "implica convenios innecesarios impuestos por un ejército extranjero".
Los mecanismos de ayuda humanitaria podrían -y deberían- articularse con Cascos Blancos, la Organización Panamericana de la Salud, Unicef o la Cruz Roja, señaló entonces Núñez al diario Crítica Digital.
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