El reverendo y líder de los derechos civiles Al Sharpton se sumó este jueves a las protestas populares por el asesinato en Florida del adolescente afroestadounidense Trayvon Martin, mientras el caso cobra repercusión nacional.
“Mi madre, Ada Sharpton, falleció esta madrugada, pero de todas maneras voy en un avión hacia Florida. Ella me hubiera pedido que estuviera con mis hermanos”, escribió en su cuenta de Twitter el fundador de la red antirracista National Action Network.
Martin recibió impactos de bala el 26 de febrero mientras salía de una cafetería y caminaba tranquilamente hacia la casa de la novia del padre en el barrio de Sanford.
El vigilante George Zimmerman alegó que había disparado en defensa propia, y todavía no ha sido arrestado. Se comprobó que el muchacho de 17 años hablaba por teléfono en el momento de ser abatido y no portaba arma alguna.
Comisionados federales de Sanford votaron la víspera en favor de una moción de no confianza contra el jefe del departamento policial Bill Lee, mientras en las redes sociales se multiplican los llamados para la destitución de este funcionario.
El miércoles más de un millar de personas marcharon en Nueva York vistiendo sudaderas con capucha, en protesta por la muerte del adolescente afroestadounidense.
La movilización, llamada Hoodie March (Marcha de Encapuchados), fue convocada desde la red social Facebook y se organizó en recuerdo a Martin, que vestía una sudadera con capucha cuando Zimmerman le disparó.
Pesquisas preliminares sugieren que Zimmerman persiguió a Trayvon por el barrio de Orlando y luego lo confrontó. La novia del joven declaró que ella estaba conversando con Martin por su celular momentos antes de su muerte.
Una petición publicada en la web Change.org ya acumula 910.000 firmas en demanda del arresto del vigilante. Otra campaña exhorta a una Marcha del Millón en Nueva York, Washington y Florida.
Mientras las manifestaciones atraen la atención nacional, el presidente Barack Obama se encuentra de gira por cuatro estados y aún no se ha manifestado sobre un suceso que ha puesto en tela de juicio legislaciones de Florida y otros estados.
Las controvertidas leyes norteamericanas permiten a cualquier persona enfrentar de manera mortal a un supuesto potencial agresor con un arma de fuego cuando considere que su vida puede estar en peligro.
El padre de la víctima, Tracy Martin, dijo que “nuestro hijo no merecía morir. Nada podemos decir que nos lo devuelva, pero quiero asegurarme que se haga justicia y que otros padres no tengan que pasar por esto de nuevo”.
Líderes de la Asociación Nacional para la Defensa de los Derechos Civiles y la Asociación Nacional para el Progreso de la Gente de Raza Negra demandaron la detención del victimario.
La Fiscalía de Florida implementó un jurado especial para investigar el caso, y el Departamento de Justicia federal informó que su división de derechos civiles activó una indagación independiente.
PL
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