El politólogo e historiador estadounidense Daniel Goldhagen tiene un ferviente deseo: ver "en la cárcel" al general golpista José Efraín Ríos Montt por el genocidio perpetrado en su país contra el pueblo indígena maya en los años ochenta, que costó la vida a unas 200 mil personas.
Triunvirato integrado por los generales Efraín Ríos Montt, Horacio Maldonadoy el coronel Francisco Gordillo. (Archivo)
MADRID - En una entrevista con la agencia EFE con motivo de la publicación en España de su nuevo libro, "Peor que la guerra", Goldhagen condenó hoy la impunidad de los crímenes que la propia ONU atribuye al "Hitler de Guatemala", como él se refiere a Ríos Montt, que gobernó de facto su país entre 1982 y 1983.
"Es trágico para las víctimas, pero también es malo para el mundo, porque cada vez que llevemos al cerebro de un genocidio ante la justicia y reciba un castigo, el mensaje para futuros genocidas es que afrontarán una pena similar", subrayó el ex profesor de la Universidad de Harvard, quien recordó que Ríos Montt tiene una causa abierta en la Audiencia Nacional de España por delitos de genocidio.
Autor de polémicos "best-seller" como "Los verdugos voluntarios de Hitler" (1996) , el historiador, especializado en investigar asesinatos masivos, vuelve a la palestra con un exhaustivo estudio del genocidio y el "fracaso" del hombre para evitar esa atrocidad.
Desde el Holocausto hasta Darfur (Sudán) , pasando por Ruanda, Camboya, la URSS o la ex Yugoslavia, el politólogo, bien documentado y con entrevistas a supervivientes, afronta un periplo por las tinieblas del horror humano que también le conduce a Guatemala.
"Es increíble que este genocidio (guatemalteco) apenas se conozca en el mundo" , dijo el autor, al remarcar que "la dictadura militar de derechas de Guatemala veía a los mayas como un impedimento para sus planes de transformación del país, pero también como una base natural para un cuerpo de apoyo a una insurrección guerrillera".
"Entonces -continuó-, se propusieron eliminar la amenaza maya, y fueron, aldea por aldea, matando a hombres, mujeres y niños" .
El libro, que llegará en 2011 a las librerías de Latinoamérica, contiene una breve entrevista que Goldhagen y Ríos Montt -con inmunidad parlamentaria en la actualidad- mantuvieron en 2008 por los pasillos del Congreso de Guatemala, donde el ex dictador charlaba "amistosamente con sus compañeros legisladores, votando y ocupando su lugar de honor en la augusta Cámara".
El escritor precisa que la Comisión para el Esclarecimiento Histórico (CEH) de la ONU declaró en 1999 a Ríos Montt "responsable por empezar y supervisar la masacre de los mayas" , por lo que le preguntó si asumía su responsabilidad como "cerebro del genocidio" .
"Si yo fuera responsable, debería estar en la cárcel" , contestó el general golpista, según el politólogo, quien lamenta con hondo pesar que "uno de los peores asesinos en masa de nuestro tiempo anda suelto, burlándose del mundo y viviendo una buena vida" .
"Hablando con él -precisó Goldhagen- y viéndole en el Congreso, pensé que era como ir a Alemania y observar a Hitler en el Bundestag (Parlamento alemán). Es surrealista, y también horroroso".
En esa conversación, Río Montt también se mostró reacio a viajar a España para afrontar los cargos que le imputa un querella presentada en 1999 ante la Audiencia Nacional española por la guatemalteca Rigoberta Menchú, Premio Nobel de la Paz en 1992.
De acuerdo con el historiador, la Justicia española intenta procesar al general golpista "en virtud de la noción de jurisdicción universal, una noción muy controvertida a nivel internacional".
Acerca de si ese proceso tiene visos de llegar a buen puerto, Goldhagen es pesimista: "Lo dudo mucho. Es difícil que cualquier Gobierno guatemalteco vaya a extraditar a Ríos Montt a España".
En su opinión, "haría falta la autoridad de un organismo internacional para establecer un tribunal (como el de Ruanda o la antigua Yugoslavia) que pueda juzgar estos crímenes de forma retrospectiva, lo que es muy improbable".
Pese a su anhelo de que el ex gobernante termine "en la cárcel" , el ex profesor de Harvard reconoce que la Corte Penal Internacional (CPI) , con sede en La Haya (Holanda) , carece de "jurisdicción retrospectiva" y "no puede juzgar crímenes de los años ochenta".
Decepcionado "porque nadie está haciendo nada, a excepción de un juez español" , Daniel Goldhagen propone a los "países poderosos" la creación de un "verdadero sistema internacional anti-genocidio" que pueda impedir barbaridades como las del "Hitler de Guatemala".
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