La organización no gubernamental Médicos Sin Fronteras (MSF) denunció que la Unión Europea (UE) está donando a los países receptores de ayuda humanitaria alimentos que no cumplen las normas de calidad para circular en el mercado europeo debido a su bajo nivel nutricional.
MSF detalló esta situación en un documento entregado a la Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la UE.
En él afirma que la mayoría de los alimentos donados a los países en desarrollo no contienen los nutrientes elementales que se requieren para que los niños puedan crecer de manera saludable.
Estamos muy sorprendidos por la crítica, particularmente cuando nosotros financiamos proyectos alimentarios de Médicos Sin Fronteras, como es el caso del proyecto en Níger
Ferrán Terradellas, portavoz de Ayuda Humanitaria de la Comisión Europea
“Están donando productos que nunca serían comercializados en los supermercados europeos como alimentos aptos para consumo infantil debido a sus deficiencias nutricionales”, le dice a BBC Mundo, Stéphane Doyon, experto en nutrición de MSF.
“Deberían de estar avergonzados de nutrir a niños de los países pobres con alimentos de tercera”, agrega.
Sobre todo son harinas sin proteínas animales, sin el adecuado equilibrio entre vitaminas y minerales, elaboradas a base de maíz y soja enriquecida y que, incluso, pueden generar problemas digestivos.
La UE califica de injusta la denuncia y dice que la responsabilidad del problema reside en las organizaciones locales que proveen los alimentos.
Sin control
Cada año, unos 70 países son receptores de ayuda humanitaria europea (la cual incluye también la asistencia alimentaria) y entre ellos figuran los más afectados por la desnutrición en África subsahariana y Asia.
También hay receptores en América Latina y el Caribe, concretamente Haití, Cuba, Honduras, Guatemala, El Salvador, Bolivia, Paraguay, Colombia y Perú, ques en conjunto recibieron asistencia humanitaria equivalente a 42 millones de euros en 2009, es decir, 5% del presupuesto total asignado por la UE.
Según Stephane Doyon, experto en nutrición de MSF, el problema es la falta de voluntad política.
A diferencia de otros donantes como Estados Unidos, la aportación de la UE no es en especie, sino en dinero en efectivo, el cual se distribuye entre los organismos asociados, que a su vez se encargan de comprar y distribuir la ayuda alimentaria.
Doyon afirma que no es un problema de recursos económicos, sino de voluntad política para reforzar los controles de calidad de los alimentos que son repartidos por los socios locales en nombre de la UE.
Por eso, la ONG demanda a Europa reformar su política de control de calidad, un problema que ya había sido señalado por autoridades del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas y el Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef).
“Es urgente que la UE cambie su política en la materia y asuma su responsabilidad como uno de los mayores contribuyentes de ayuda alimentaria a nivel mundial”, afirma Doyon.
La desnutrición afecta a 195 millones de niños en todo el mundo, se cobra cada año la vida de entre 3,5 y 5 millones de menores de cinco años y es causante de problemas de salud a lo largo de la vida de otros 55 millones de pequeños.
“Sorprendidos”
El portavoz de Ayuda Humanitaria de la Comisión Europea, Ferrán Terradellas, considera injusta la crítica de la ONG.
Si bien los alimentos no los entrega directamente Bruselas, afirma que las contrapartes certificadas están obligadas a cumplir la regla capital de que los productos distribuidos no sólo deben paliar el hambre, sino además ayudar a atacar las deficiencias nutricionales.
Están donando productos que nunca serían comercializados en los supermercados europeos como alimentos aptos para consumo infantil debido a sus deficiencias nutricionales
S. Doyon, MSF
“Estamos muy sorprendidos por la crítica, particularmente cuando nosotros financiamos proyectos alimentarios de Médicos Sin Fronteras, como es el caso del proyecto en Níger”, comenta a BBC Mundo Terradellas.
“Efectivamente, no damos alimentos, damos dinero, pero aplicamos controles muy severos para garantizar el equilibrio nutricional que se requiere en cada caso particular, incluso en aquellos casos de severa desnutrición en niños y mujeres”.
Cada año, la Comisión Europea audita a un tercio de sus socios para garantizar que cumplen con los controles de calidad y las reglas de asistencia humanitaria.
“La mayoría de nuestro financiamiento es privado y no viene de la Comisión Europea. En Níger sólo contribuye con una limitada parte de los alimentos distribuidos por MSF”, asegura Doyon.
BBC Mundo
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