25 Julio 2010
Mariela Castro –doctora experta en sexología, hija de Raúl Castro y Vilma Espín, y sobrina del máximo líder de la Revolución Cubana– repasa el significado del retiro de Fidel de la vida pública cubana y de los retos que enfrenta su padre como presidente. También, cómo se preparan los jóvenes para asumir su responsabilidad política
Mariela Castro Espín habla de la dirigencia y el futuro de su país. Para ella, la afirmación de que en Cuba los dirigentes son viejos es un cliché que provoca la división generacional. Esta mujer –sencilla de palabra y formas, aunque su vida ha transcurrido entre los grandes actores políticos y sociales de América Latina– replica: “¡Como si no fueran revolucionarios por ser viejos! ¡Nos han demostrado que son muy revolucionarios, muy persistentes, muy audaces y con capacidad para tirar hacia adelante con la Revolución!” Agrega: “Creo que hemos tenido mucha suerte de que Fidel todavía se dedique a la reflexión, al análisis político. ¿Quién mejor que él para escribir la historia de esta Revolución? Porque hay cosas que sólo él las vivió y tiene una tremenda memoria. Es una suerte que nos haga ese legado en vida. Y que esté ahí para que se le consulte una serie de cosas, porque sigue siendo nuestro máximo líder.
“Por otro lado, se ve el esfuerzo de la generación de mi padre para solucionar algunos problemas actuales. Tenemos que tratar de crear las mejores condiciones posibles antes de hacer entrega de la responsabilidad a las generaciones que le siguen; eso lo están haciendo con mucho cuidado y responsabilidad para preservar lo más valioso. Que se modifique lo que no funciona y sacar lo más atravesado que no permite avanzar, y en eso mi padre está trabajando con mucha atención. Leer Mas
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