Médicos Sin Fronteras denuncia una “crisis humanitaria olvidada”
La Vanguardia
El 68% son víctimas de agresiones y violaciones en la ruta mexicana |
El tránsito de los migrantes centroamericanos por México y hacia la frontera de Estados Unidos es
un calvario comparable al que sufren los que atraviesan el Sáhara y
Libia hasta el Mediterráneo. El 68,3% son víctimas de agresiones
violentas, amenazas, extorsiones, secuestros… Y en el caso de las
mujeres, abusos sexuales, con violación en la mayoría de casos.
Y
si a esto se añaden las experiencias sufridas en sus países de origen
–principalmente Honduras, El Salvador y Guatemala, el llamado triángulo
centroamericano- resulta que el 92,2% de estas personas han sido
víctimas de actos violentos. La mitad de los que emprenden el viaje lo hacen huyendo de la violencia en sus lugares de origen.
Así
lo expone Médicos Sin Fronteras en un extenso, dramático informe que la
organización humanitaria ha presentado hoy en Ciudad de México,
recogiendo testimonios de dos años de trabajo en los albergues de
migrantes y en sus las clínicas móviles instaladas a lo largo de la ruta
por territorio mexicano desde la frontera de Guatemala.
México ha reforzado sus controles en la frontera guatemalteca
–al igual que EE.UU. al norte-, lo cual deja a los migrantes cada vez
más en manos de bandas criminales que practican el tráfico de personas.
“Los intentos de detener la migración reforzando las fronteras
nacionales e incrementando las detenciones y las deportaciones, como
hemos visto en México y en Estados Unidos, ignoran una crisis
humanitaria real y no frenan el contrabando y el tráfico. Estas
estrategias tienen unas consecuencias terribles en la vida y la salud de
las personas en tránsito”, ha dicho el coordinador general de MSF en
México, Bertrand Rossier.
El informe -titulado Forzados a huir del Triángulo Norte de Centroamérica: una crisis humanitaria olvidada-
toma como base 467 entrevistas realizadas, datos estadísticos y otros
informes de los últimos años, y da cuenta de asesinatos, violaciones,
secuestros, desapariciones, reclutamientos forzados por parte de bandas
armadas… El 60% de las 166 mujeres víctimas de abusos sexuales que
fueron atendidas por MSF habían sido violadas.
Pero asimismo
destacan datos muy poco tenidos en cuenta habitualmente. Las personas
que atraviesan México para llegar a EE.UU. (unas 500.000 cada año) son
consideradas migrantes económicos. Sin embargo, en más de un 50% de
casos están huyendo de sus países debido a la violencia.
Casi el
40% de los testimonios recabados por MSF dijeron que su motivo principal
para dejar su país fue haber sufrido, ellos mismos o sus familias,
ataques directos, amenazas o extorsiones. Y nada menos que un 43,5%
había perdido un familiar en actos violentos en los últimos dos años.
Según
Bertrand Rossier, “la implacable violencia y el sufrimiento emocional
padecido por estas personas es similar a lo que experimentan las
poblaciones que se encuentran en zonas de conflicto donde hemos estado
trabajando durante décadas”.
Esta apreciación es refrendada por
datos de Naciones Unidas, que indican que la violencia en América
Central causa más muertos que en cualquier otro país, incluidos aquellos
en guerra. Y en el caso concreto de El Salvador, el número de civiles
que mueren en actos violentos sólo es superado en Siria…
“Es
cierto que hay quien abandona el Triángulo en busca de mejores
oportunidades económicas en Estados Unidos”, dice el informe, pero éste
“pone en evidencia un dramático escenario de violencia y de huida por la
supervivencia. Es un cuadro de violencia continuada, que comienza en
los países del Triángulo Norte de Centroamérica y se extiende por
México; quien huye no tiene acceso a la atención médica en México ni
posibilidad de beneficiarse de medidas de protección efectivas ni en
México ni en Estados Unidos”.
Por todo ello, MSF demanda que “se
amplíen rápidamente la implementación de las medidas de protección
legal, concesión de asilo, visados humanitarios y protección temporal”.
Asimismo, “deben cesar también de inmediato las deportaciones
sistemáticas de los ciudadanos procedentes de esta región, y ampliar el
acceso de migrantes y refugiados a servicios médicos, psicológicos y de
atención a víctimas de la violencia sexual”.
Hay que recordar que
Acnur reconoció en el 2014, siendo su responsable el hoy secretario
general de la ONU, Antonio Guterres, el derecho de asilo por motivos de
violencia del crimen organizado, que afecta a los migrantes en sus
países de origen y en México, donde caen en manos de los carteles del
narcotráfico, los cuales practican también el tráfico de personas.
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