Las acusaciones se basan
en una grabación adulterada, alega Michel Temer
Exige el presidente de Brasil parar investigación en su contra
El Partido Socialista Brasileño rompe la alianza con el gobierno; también demanda elecciones
Periódico La Jornada
Michel Temer, gobernante brasileño, durante su mensaje a la nación,
el cual fue transmitido ayer desde el Palacio de PlanaltoFoto Ap
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En su segundo mensaje a la nación en tres días, el presidente
brasileño, Michel Temer, pidió este sábado suspender las investigaciones
de corrupción en su contra, pues, alegó, se basan en pruebas
manipuladas. Proclamó que seguirá al frente del gobierno, pese a los crecientes reclamos que exigen su renuncia. Las acusaciones se basan
en una grabación clandestina adulterada, con objetivos claramente subterráneos, afirmó.
El ex presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva declaró que
Temer debe dejar el cargo, pero consideró que el remplazo no debe
elegirse en comicios indirectos del Congreso, sino en generales
adelantados.
Queremos que Temer salga ya; no queremos un presidente electo indirectamente, subrayó el líder de la izquierda en un acto del Partido de los Trabajadores (PT) en San Bernardo do Campo, Sao Paulo.
Por lo pronto, el Partido Socialista Brasileño (PSB) dio a conocer
ayer que rompió con el gobierno de Temer y pasará a la oposición y a
defender la salida del mandatario. El anuncio lo hizo el presidente de
la formación política, Carlos Siqueira, en una rueda de prensa, en la
cual aseveró que el partido defenderá la aprobación de una enmienda
constitucional que permita realizar elecciones directas en caso de que
la presidencia del país quede vacía, en lugar de los comicios
indirectos.
Temer solicitó que el Supremo Tribunal Federal (STF) suspenda la
indagatoria en su contra por supuestos actos de corrupción y obstrucción
de la justicia, en una trama criminal junto con otros políticos en la
causa Lavado rápido sobre sobornos en Petrobras, hasta que sea analizada la grabación que lo incrimina. Reiteró que continuará en el cargo.
Temer pretende invalidar la veracidad de una de las
principales pruebas en su contra: la grabación de una conversación que
mantuvo el 7 de marzo en el Palacio de Jaburu, sede oficial de la
vicepresidencia, en Brasilia, con el propietario del imperio cárnico
JBS, Joesley Batista, quien lo acusó de recibir 1.5 millones de dólares
de 2010 a 2017 de su empresa.
Resultado de la indagación de la cinta, el fiscal general, Rodrigo
Janot, consideró el pasado viernes que el presidente también dio su
beneplácito para realizar el pago de unos 578 mil dólares que
supuestamente Batista hizo para sobornar al ex presidente de la Cámara
de Diputados, Eduardo Cunha, para que no revelara detalles de la
corrupción política desde la prisión y así
comprar su silencio.
Cunha, ex aliado de Temer, fue sentenciado a 15 años de cárcel por corrupción.
A raíz de esa grabación, de 39 minutos, el juez Edson Fachin, del
STF, abrió oficialmente una carpeta de investigación contra el
mandatario el pasado jueves. En tanto, el diario Folha de Sao Paulo
publicó un estudio pericial que afirma que la grabación está editada y
tiene hasta medio centenar de cortes, razón por la que Temer se aferró a
ese análisis para sostener que la “grabación clandestina fue manipulada
y adulterada.
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