La sospechosa muerte de un joven preso en Jujuy, sobrino de un dirigente ligado a Milagro Sala
Página/12
Los peritos
forenses indicaron que Nelson Cardozo murió por golpes y, según el
abogado de la víctima, luego se intentó “simular su suicidio”. Fueron
imputados el subdirector y siete agentes del Servicio Penitenciario de
la provincia gobernada por Gerardo Morales.
“La autopsia finalmente
confirmó que no fue suicidio lo de Nelson (Cardozo), sino que lo
suicidaron”, dijo Segundo Soria, quien defendió al joven mientras estuvo
preso y que ahora permanece “atento al procedimiento” que el Poder
Judicial y la policía jujeña realizan en torno a su muerte.
El
informe oficial, realizado por el médico forense del Poder Judicial
jujeño Guillermo Robles Ávalos, concluyó que Cardozo falleció producto
de golpes recibidos “en el cuerpo y la cabeza”, detalló Soria. Y agregó
más datos: “Los golpes que tiene en el cuello, que son marcas, fueron
realizados post mortem, es decir que quisieron disimular el asesinato y
hacerlo pasar como que se había ahorcado”.
La confirmación del
análisis forense, encargado por el fiscal de Investigaciones Nº 6 de
Jujuy, Gustavo Araya –el juez de Control es Isidoro Cruz–, “destierra
por completo la versión sobre suicidio que quiso ser instalada de parte
del Servicio Penitenciario”, opinó el abogado.
Tras recibir el
informe, el fiscal ordenó el secuestro de documentación del penal y
redireccionó su investigación hacia la figura del homicidio y “avanza
para saber los motivos”, informaron desde su entorno. La línea apunta a
una interna entre presos para “saldar deudas por el homicidio por el que
estaba detenido” Cardozo, deslizaron las fuentes judiciales ante
consultas de PáginaI12. Descartaron por el momento contar con elementos
que confirmaran los rumores que circulaban ayer: que Cardozo había sido
asesinado por negarse a denunciar a la dirigente de la Tupac Amaru
Milagro Sala.
Araya imputó por incumplimiento de los deberes de
funcionario público al subdirector del Servicio Penitenciario de Jujuy y
a los siete oficiales que estaban a cargo del pabellón 3, en donde
Cardozo fue hallado muerto. No descarta sumar luego la figura de
encubrimiento, pero “por el momento no hay pruebas. Sí ha quedado claro
que han sido completamente incompetentes y negligentes en sus
funciones”, agregaron las fuentes judiciales. Ayer estuvieron detenidos
hasta las 20, cuando el fiscal decidió liberarlos.
Fueron dos
actitudes de los funcionarios penitenciarios las que cuestionó Araya. La
primera fue la demora en darle aviso a la Justicia. El joven fue
hallado muerto a media mañana –ayer se supo que falleció a las 8–, pero
Ruiz recién advirtió al Poder Judicial a las 15 del martes. La otra es
la certeza con la que comunicaron el suicidio. “A mí no me consta que
sea un suicidio, hay que esperar a realizar la autopsia y determinar las
verdaderas causas del fallecimiento de esta persona”, había informado
el martes el fiscal en una conferencia de prensa. Su olfato no falló.
Nelson
Cardozo tenía 21 años y desde enero pasado estaba preso condenado por
homicidio calificado, delito que había confesado. En la mañana del
martes fue hallado muerto en la celda que ocupaba. Tenía heridas
visibles en su cuello. En pocas horas, el penal implosionó en un motín
con el que los internos reclamaron mejoras en las condiciones de
encierro y en los tratos a los familiares y amigos que acuden a
visitarlos. Ayer sumaron sus denuncias un conjunto de mujeres detenidas
en el penal de Alto Comedero, en donde permanece detenida Milagro Sala
(ver aparte). El personal penitenciario de la UP Nº 1 reprimió la
protesta y varios presos resultaron heridos. También atacó a los
familiares que acudieron a la puerta del penal.
Nelson Cardozo
era sobrino de Alberto “Beto” Cardozo, que integra junto a Sala el grupo
de presos políticos en la provincia gobernada por Gerardo Morales. El
hombre, referente de la agrupación Tekuré –integra junto a la Tupac la
Red de Organizaciones Barriales– cumple prisión preventiva por intento
de homicidio en el mismo penal en donde su sobrino fue asesinado y en el
marco de la causa que se convirtió, anteayer, en la nueva acusación
contra Sala. El juez Pablo Pullen Llermanos lo mandó a detener a
mediados de este año por un hecho que Alberto Cardozo había denunciado,
en 2007, cuando dos hombres lo atacaron a balazos. Uno de esos hombres,
Jorge Paes, estuvo encerrado hasta hace algunos días: fue sobreseído
tras implicar a Sala en los hechos. Pullen Llermanos la procesó anteayer
como coautora del homicidio agravado por precio o promesa remuneratoria
de Cardozo. En ese ir y venir, Cardozo denunció que él también recibió
presiones para inculpar a Sala en diversos delitos a cambio de su
libertad.
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