Doris Musalem*
Tras conocerse el
fallecimiento de Fidel Castro, el presidente palestino Mahmoud Abbas
resaltó el gran apoyo revolucionario del líder cubano hacia la causa
palestina, en particular su decisión de romper relaciones diplomáticas
con Israel en 1973, situación que continúa hasta hoy con el actual
gobierno cubano. Al mismo tiempo, ordenó que las banderas palestinas
fueran izadas a media asta para rendir homenaje al líder de la
revolución cubana.
En efecto, es bien conocido el apoyo que Cuba ha brindado a los
diferentes movimientos de liberación nacional en todo el mundo,
especialmente en África y América Latina. Sin embargo, menos conocida es
la historia de solidaridad que Cuba ha tenido con el pueblo palestino,
víctima permanente de las agresiones por parte del Estado israelí.
Yasser Arafat, el líder histórico del pueblo palestino, siempre
reconoció el papel de Cuba y de Fidel Castro en apoyo a la causa
palestina. La Organización para la Liberación de Palestina (OLP), al
recibir la noticia de la muerte del comandante de la revolución cubana,
recordó los vínculos entre Fidel Castro y el fallecido presidente
palestino Yasser Arafat, así como el hecho de que Cuba fuera una de las
primeras naciones en reconocer a la OLP en 1964.
Cabe recordar que en 1975 Cuba fue uno de los promotores de la
resolución 3379 de Naciones Unidas que calificaron al sionismo como una
forma de racismo y discriminación, misma que fue aprobada
mayoritariamente, incluido el voto mexicano.
Al enterarme de la muerte de Fidel Castro, recordé 2001: Cuba fue
sede en dicho año de la reunión regional organizada por el Comité para
el Ejercicio de los Derechos Inalienables del Pueblo Palestino de las
Naciones Unidas, en la cual participamos varios especialistas sobre el
tema. Entre los participantes al encuentro tuve la oportunidad de
conocer al prestigioso historiador israelí Ilan Pappé, conocido por su
posición crítica a Israel y su lucha constante por los derechos del
pueblo palestino y cuya obra La limpieza étnica de Palestina es
ampliamente conocida. Se encontraba también el máximo dirigente y
fundador del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN)
Schafik Hándal, y que fue invitado en su calidad de diputado del
parlamento salvadoreño.
En las conclusiones de la reunión organizada por el Comité de la ONU sobre Palestina, plasmadas en la llamada Declaración de La Habana, se hizo un especial reconocimiento a Fidel Castro y al gobierno cubano por ser la sede del evento.
Otra de las actividades que se llevaron a cabo, paralelas al acto
regional, fue la mesa redonda para la televisión cubana sobre Palestina
en presencia de Fidel Castro, quien permaneció atento durante las dos
horas que duró el programa televisivo escuchando la participación de
cada uno de los ponentes que nos encontrábamos en la mesa. Se quedó
hasta el final y se acercó para estrechar la mano a cada uno de los
participantes, gesto auténtico de quien se preocupó hasta los últimos
días de su vida por los derechos del pueblo palestino.
Al final de la reunión de Naciones Unidas, el líder cubano
estuvo al frente de una manifestación popular de solidaridad con
Palestina que se llevó a cabo en la Plaza de la Revolución de La Habana,
donde Shafick Hándal dio un emotivo y vehemente discurso en favor de la
independencia de Palestina.
Pocos días después del evento, el líder palestino Yasser Arafat le escribió una carta a Fidel Castro donde decía:
Con profunda emoción vi la imagen de vuestra excelencia con el kufiyyeh palestino en sus hombros al frente de una manifestación popular de solidaridad con la lucha de nuestro heroico pueblo…
Su toma de posición y ejemplo nos da más ánimo y decisión para continuar la lucha, la resistencia y la Intifada para sacar a los ocupantes israelíes de nuestro país.
Recientemente, persistente en su solidaridad con el pueblo palestino,
el líder cubano calificó el bombardeo israelí contra Gaza en julio de
2014 –recordemos que el saldo fue de 2 mil 251 muertes palestinas, entre
las cuales 551 eran niños (ONU), y con más de 10 mil heridos– como un
macabro genocidio.
Fidel Castro, atento al desarrollo político del conflicto
palestino-israelí, no dudó en criticar el discurso de Obama que
pronunció en la Asamblea General de Naciones Unidas en septiembre de
2011 por su falta de
ética y moralen su intento de querer
justificar lo inexplicable y lo injustificable: el veto de su país a una resolución en la ONU a favor de reconocer a Palestina como estado independiente y miembro de la ONU.
El apoyo a Palestina de hombres de la talla universal como Fidel
Castro y Nelson Mandela –quien declaró que Israel perpetuaba un sistema
de discriminación racial y de desigualdad, encarcelando y torturando
sistemáticamente a miles de palestinos, en violación flagrante a las
reglas del derecho internacional y llevando a cabo una guerra contra la
población civil y en particular contra los niños– ha contribuido a que
no se oculte la justeza de la lucha del pueblo palestino por su
independencia.
La desaparición de Fidel Castro representa una pérdida irreparable
para el pueblo palestino. Apoyó su causa con fuerza, valentía y
tenacidad ante un mundo que permanece indiferente ante la profundidad de
la tragedia palestina.
* Investigadora de la UAM
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