Aclaró sin embargo que ello no significa su retiro de la política pues se dedicará a trabajar en el fortalecimiento de su formación.
"Yo voy a seguir en la política, tengo que trabajar por el partido. Porque evidentemente en el Perú, ningún partido tiene todos los cuadros técnicos suficientes para poder manejar la administración pública", agregó.
Admitió también que su gestión no correspondió al plan de gobierno, de diversas reformas, de su partido, el cual tuvo que retirar a su candidato presidencial, Daniel Urresti, y a sus postulantes al parlamento, ante lo muy escaso del apoyo acreditado en las encuestas.
"Algo que he aprendido es que cuando uno gobierna tiene que hacer lo que debe hacer, más inclusive que lo uno quisiera hacer", señaló en aparente alusión a reproches de numerosos disidentes del Partido Nacionalista que lo acusan de no haber cumplido sus promesas electorales.
De otro lado, continuaron las secuelas de las elecciones del domingo, ganadas con amplia ventaja por la neolibeal Keiko Fujimori, quien disputará la presidencia el próximo día 25 con Pedro Pablo Kuczynski, ubicado en segundo lugar y neoliberal como ella.
El secretario general del Partido Aprista, Omar Quesada, anunció la renuncia de toda la dirección de la organización a fin de propiciar un "recambio institucional", un replanteamiento programático y reflexionar sobre la coyuntura, según dijo.
La dirigencia aprista siguió el camino del jefe, el expresidente Alan García, quien renunció a su cargo partidario ante el fracaso de su candidatura, que logró apenas cinco por ciento de los votos en los comicios del domingo último.
La decisión de los renunciantes, según Quesada, permitirá determinar el fracaso de la alianza formada por el aprista junto al conservador Partido Popular Cristiano y el grupo Vamos Perú, con García como candidato.
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