Fuentes: Rebelión
Esta parece ser la opción que continúan presentando al Pueblo
trabajador colombiano, las dos fracciones de la oligarquía dominante en
sórdida riña por la Hegemonía desde el 2010, cuando el calculador y
contumaz tahúr JM Santos se le “torció al miniführer AUV”, poco despues
de haberlo engañado para que le apoyara su presidencia de la república.
¿No me creen? Bueno, entonces por favor lean con despacio y detenimiento
la última entrevista que el expresidente de la pax, presenta en el
diario El Tiempo, esa privilegiada tribuna mediática del bloque de poder
dominante en Colombia desde hace 109 años, cuando se fundó en Bogotá.
Ver https://www.eltiempo.com/politica/proceso-de-paz/reforma-unilateral-del-acuerdo-de-paz-seria-insensatez-dice-santos-498926
Trataré de hacer un breve resume destacando el meollo de lo expresado por el premio Nobel de la pax:
1. Los incumplimientos del Acuerdo con las Farc
..”Periodista: Pero ¿sí ha habido incumplimientos por parte de las Farc?
JM Santos: Por supuesto que sí. Pero recuerde también que las Farc
cumplieron con la primera y principal condición: desarmarse
completamente.
P: Y en su opinión, ¿el gobierno del presidente Duque sí cumple los acuerdos?
JMS: El Gobierno también ha incumplido. Pero aprovecho para decir
algo muy importante: el presidente Duque tiene una oportunidad de oro
para unir al país después de la pandemia alrededor del cumplimiento de
los acuerdos. No hay que olvidar que la implementación de los acuerdos
en lo rural, en la lucha contra los cultivos ilícitos, en la reforma
política, en los llamados PDET (Programas de desarrollo con enfoque
territorial) no es para beneficio de las Farc, sino de los colombianos,
en especial de los que más sufrieron con el conflicto armado.
Si Duque no une al país alrededor del cumplimiento de los acuerdos, y
créame que este es el tema que con más facilidad puede unir a los
colombianos, no me quiero imaginar con qué gobernabilidad va a
administrar el desastre que va a enfrentar en materia económica y social
como secuela del coronavirus. Imagínese en unos meses la economía en
profunda recesión, la pobreza y el desempleo disparados, y tantos otros
problemas que la pandemia ha visibilizado a flor de piel. Las protestas
que vimos al final del año pasado serán un juego de niños.
P: ¿Usted cree que el coronavirus va a frenar la consolidación de la implementación de los acuerdos de paz?
JMS: Para responder su pregunta, el coronavirus frenó todo. Pero
espero de corazón que apenas pase, apenas dejemos atrás esta pesadilla,
Duque entienda que tiene una oportunidad de oro de unir el país
alrededor de la paz. Y solo uniendo al país tendrá la suficiente
gobernabilidad en los dos años que le faltan para medio sacarnos del
pantano de arenas movedizas en el que nos estamos hundiendo.
2. Modificación del Acuerdo
P: ¿Qué opina de la propuesta del ministro de Defensa de ‘abrir la
posibilidad de buscar un acuerdo para modificar los acuerdos’ con las
Farc?
JMS: Todo acuerdo de paz, por su naturaleza, es imperfecto y
susceptible de mejorar, siempre y cuando sea de común acuerdo entre las
partes. Modificarlo unilateralmente es perfidia (nótese el uso
torticero que hace del concepto de Perfidia definido en el artículo 37
del protocolo adicional I de la Convención de Ginebra 1949. APS)
P: Pero sobre el tema de la paz, ¿la propuesta de modificar los
acuerdos será para hacerlos ‘trizas’, como se dijo en la campaña?
JMS: Algunos querrían, pero no podrán. La paz con las Farc, que por demás dejaron de existir como grupo armado, es irreversible.
A pesar de los incumplimientos y los asesinatos de algunos de sus
miembros, la inmensa mayoría se mantiene en el proceso. Y, le repito, el
país está hoy en otra cosa.
P: Si pudiera hacerlo, ¿qué le cambiaría al acuerdo con las Farc?
JMS: De pronto la parte procedimental de la JEP quedó muy dispendiosa, muy santanderista. La JEP debe producir resultados pronto porque la demora les da pie a sus críticos.
3. Otros temas tratados: Las reacciones políticas al
nombramiento de Jorgito cuarentaiuno (J41). Los acuerdos con los
“hombres imposibles” el ELN. La lucha contra las disidencias de las
Farc y otros grupos armados. La Paz como victoria militar según el
concepto del tristemente célebre general Violencia Tovar (pax de los
sepulcros en curso). El apoyo del gobierno Duque a la decisión de Trump
sobre Cuba y el antiterrorismo. Y, a su socio el “posible” Timolíon
Londoño, le sugiere (¿le ordena?) que cambie el nombre de su partido de
la Rosa, pues según lo dicho la FARC ya no existe.
La respuesta del otro-bando a la entrevista en comento no se hizo
esperar: Rápidamente el destacado dirigente del partido Centro
Democrático de AUV, el mindefensa Holmes Trujillo, retrocedió en su
propuesta original y claro, en la misma tribuna mediática de Santos y
con igual tamaño publicitario aclara el contenido de sus declaraciones
anteriores. Apretando la papada con una corbata que parece la cuerda de
un ahorcado y dulcificando los rasgos duros de su fascies pétrea,
primero que todo niega que hubiera propuesto una modificación
“unilateral” del Acuerdo con las Farc, y a renglón seguido aclara que en
la cúpula de Bloque de Poder Dominante (contrainsurgente) en especial
en la cúpula militar no hay división sobre la “pax imperante”,
liquidando retóricamente el asunto con esta bella oración: …”también
dije que, para el país y para la institucionalidad colombiana, que es la
gran empresa a recuperar entre todos, es fundamental superar la falsa,
inexistente y dañina división artificial entre amigos y enemigos de la
paz. Los colombianos somos amigos de la paz». Comprensiblemente, no se
refiere a sus trinos y declaraciones tajantes con los cuales ha las
pregunta sobre este tema que hizo el socio de gobernanza, el ex
presidente Pastrana.
Pero el contexto de esta maroma estratégica cuyo resultado sigue
estando abierto y supeditado al desarrollo de la lucha de clases, está
enmarcado por tres hechos sociales concretos:
1- El declive político (en ningún caso militar) del Hegemón
imperialista estadounidense embrollado en el desastre geoestratégico
económico, social, sanitario y diplomático, que ha descarnado y puesto
en evidencia de manera brutal en la sociedad estadounidense la Pandemia
covid 19, y que se está reproduciendo también como una ruina económica,
social y sanitaria inexorable (algo de esto capta JM Santos y lo
anuncia) en la sociedad colombiana.
2. Los triunfos concretos del Estado, Gobierno y Pueblo venezolano
contra la guerra hibrida en curso que le ha declarado el gobierno de Los
EEUU: inoperancia diplomática del renombrado Grupo de Lima, inoperancia
militar y paramilitar de Colombia contra Venezuela, inoperancia contra
los buques petroleros iraníes que vienen a romper el criminal bloqueo
estadounidense, e inoperancia en el criminal bloqueo yanki contra Cuba.
3. Ofensiva de las dos fracciones de la oligarquía contrainsurgente
por ganar el pleito ya histórico por la Hegemonía general de la sociedad
con la ficción de la paz en el postconflicto, la que se ha convertido
en la “pax post pandemia de los sepulcros”; con el genocidio
sistemático, gota a gota, de cientos de líderes sociales y ex
guerrilleros ejecutados por el ejército oficial y para oficial; por la
situación (que preocupa a JM Santos) del reciclamiento sangriento y
cruel del conflicto social armado en amplias zonas del país y que cada
vez vuelve a imponer la solución Politica como única posibilidad de
alcanzar una verdadera paz social en Colombia, poniendo una vez más en
el orden del día aquella vieja concepción de las DOS NEGOCIACIONES, UNA
CON LOS MOVIEMIENTOS ARMADOS Y OTRA CON LOS MIVIMIENTOS SOCIALES que
expusimos en su momento, porque no fue tratada adecuadamente en el
Acuerdo de la Habana y ha resurgiendo ahora con más fuerza.
Las dos fracciones oligárquicas en riña por la Hegemonía, con su
miopía social y porque esa es la visión corta y santanderista (también
mencionada por JM Santos) de la pax como victoria militar, es la de
haber convertido la Solución Politica contenida en el Acuerdo de la
Habana en una Solución Jurídica, reduciéndolo todo a la
Justicia Especial para la Paz (JEP) y centrando todo su accionar
discursivo, los unos en promover modificaciones en este aspecto
jurídico, y los otros en defenderlo a ultranza, como por ejemplo lo
hace el ex negociador H de la Calle 24.05.2020, al explicarla como el
máximo logro de su obra negociadora, incluso sobre los otros puntos del
Acuerdo como la tierra o la apertura política, etc.
La pretensión clara y de vieja data del Uribismo es lograr la
impunidad para los agentes del Estado y terceros de la sociedad civil
como dirigentes gremiales y gerentes de corporaciones trasnacionales,
etc, que cometieron crímenes de guerra en el conflicto, para lo cual ha
desarrollado una larga campaña de claro contenido fascista göbbelsiana
de convertir en verdad una mentira evidente: la de equiparar, de poner
en igualdad jurídica, a personas que actuaron cubiertas con la LEGALIDAD
Y LEGITIMIDAD que les daba un Estado, así este fuese uno de los más
corruptos e impune del mundo y donde la justicia es para los de ruana;
igualándolos con los rebeldes guerrilleros a quienes desde el mismo
momento de su alzamiento fueron declarados criminales y perseguidos
durante más de 60 años con todos los instrumentos del Estado incluido el
paramilitarismo (que Jorgito 41 pretende reivindicar) que fuera creado
para tal fin, hasta lograr su desaparición, como también lo destaca JM
Santos.
En la igualación propagandística göbbelsiana de paramilitares y
MATARIFES civiles con los rebeldes guerrilleros, está el origen del
caso de Jorgito 41, hijo de un criminal de guerra a quien alaba por su
inocencia y le da estatus político, quien ha sido nombrado por el
subpresidente Duque en un alto cargo en las oficinas del Estado para las
víctimas. Igualación que la periodista Salud Hernández, la prologuista
del libro de Carlos Castaño, viene haciendo desde sus columnas en la
revista Semana.com, igualando la exaltación administrativa oficial del
prometedor y lavado “delfín” Jorgito 41, con un hipotético nombramiento
del hijo de Marulanda o del mono Jojoy en algún alto cargo oficial, o de
los contratos que ha hecho el político liberal Roberto Sáenz, hermano de Alfonso Cano.
Esa es la ofensiva PROPAGANDISTICA en curso para reivindicar y
limpiar, en lugar de desmontar, el paramilitarismo: Detener con humo
negro de confusión la erosión que ha producido en la conciencia social
colombiana e internacional la serie EL MATARIFE, que se suma al
continuado desprestigio del subpresidente Duque. A las grietas en la
gobernanza con Pastrana y el súbito silencio de la veterana
vicepresidenta. Al escándalo mundial en la cúpula militar sobre los
espionajes (chuzadas, perfilamientos, ect) y la corrupción generalizada
de las eternas manzanas podridas de ese manzanar podrido por la Doctrina
fascista de la Seguridad Nacional. Al colapso sanitario producido por
la Ley 100/ 93 de Uribe Vélez, que fue puesto en evidencia por la
pandemia coronavid19. Por el desastre social y la ruina económica
denunciada por la mayoría de los economistas incluso adictos al régimen,
que ya está encima. Por el reciclamiento del conflicto armado en
diferentes zonas del país y claro, no podía faltar el arlequín; el
colapso de la figura de Timoleón Londoño como dirigente de un partido
reducido a una camarilla mediática, quien no pudo ni supo evitar con sus
súplicas el colapso del Acuerdo que firmó con su socio JM Santos.
Así las cosas, la contradicción que se ha configurado y sigue
dinamizando (ahora se dice motorizando) la sociedad colombiana es entre
la ofensiva propagandística del Fascismo contrainsurgente por parar su
desprestigio, ganar la riña entre fracciones dominantes en el Estado y
sus funciones (o bien Impunidad o bien pax de los sepulcros) con la
segunda negociación de la Movilización Social complementaria a los
Acuerdos de la Habana que se anuncia para la Post pandemia
Fuente Imagen: Internet: La amistad Santos/ Duque
No hay comentarios:
Publicar un comentario