Piñera promete repartir alimentos
Caos en las alcaldías; el gobierno central no aclara ni cómo ni cuándo se distribuirán los comestibles
▲ Protesta ayer en un barrio de Santiago para exigir el reparto de la
comida que prometió el gobierno del presidente Sebastián Piñera.
Santiago. El hambre y la desesperación lanzaron ayer a
centenares de vecinos de municipios pobres de Santiago y ciudades como
Valparaíso, a protestar en las calles levantando barricadas, prendiendo
fogatas y enfrentándose a carabineros que los reprimieron con cañones de
agua y gas lacrimógeno, además de realizar varias detenciones.
Apenas la noche del domingo el presidente Sebastián Piñera había
prometido distribuir 2.5 millones de cajas con alimentos en sectores
vulnerables y de clase media, pero no dijo ni cómo ni cuándo se haría la
repartición. Ayer, mientras ocurrían los enfrentamientos, salió
apresuradamente a precisar que las provisiones llegarán a 70 por ciento
de los hogares, directamente a las casas, y que eso ocurrirá esta semana
o a principios de la próxima, pidiendo
tranquilidad y compresión.
La promesa de comida hizo que centenares de personas se volcaran ayer
a las municipalidades para obtenerla, pero los alcaldes no pudieron
ofrecer respuesta porque el anuncio presidencial los tomó por sorpresa y
no tenían información oficial. Ellos han reclamado durante semanas
mayor respaldo desde el gobierno, tanto financiero como en mercancías,
porque han agotado sus recursos en apoyo a sus comunidades.
La desesperación por conseguir alimentos hizo que se multiplicaran los llamados a protestar durante la noche del lunes, con un cacerolazo masivo
justo al cumplirse siete meses del estallido social de octubre. Apenas
oscurecía, en Villa Francia, al oeste de Santiago, se reportaba la quema
de un autobús.
Las 32 comunas (alcaldías) del Gran Santiago, y seis aledañas, están
desde el pasado viernes en una cuarentena que confina a más de 8
millones de personas, de las cuales unos 3 millones viven al día y si no
salen a trabajar no pueden subsistir.
Sady Melo, alcalde de El Bosque, al sur de Santiago, con 162 mil
habitantes de bajos ingresos, centenares de los cuales protestaron ayer,
dijo que
la crisis sanitaria tiene el rostro de la pobreza en nuestras comunas, está despertando la crisis social como consecuencia del problema de salud, por lo cual insistió en
pedir al gobierno que las ofertas que haga, las cumpla. Se nos dijo que nos entregarían cien millones de dólares de libre disposición para alimentos o productos sanitarios, pero esos recursos aún no llegan.
Insistió en que
nos habría gustado que Piñera nos hubiera preguntado cómo cooperar en la entrega de esas cajas con comida, e insistió en que
somos nosotros los que estamos en la primera línea, enfrentando en el día a día a nuestras vecinas y vecinos.
Entrevistado para una televisora, un vecino reclamó airado que
el Estado sólo está ayudando a los empresarios y a los bancos, pero aquí es la población la que sufre hambre, mientras otro dijo que
están cobrando la luz, el agua, hay que comprar el gas, mucha gente paga renta y con qué, si nadie puede trabajar. El problema no es la cuarentena, es la ausencia de un Estado que no se preocupa por su pueblo.
El aislamiento social en Santiago se impuso luego de que la plaga se
extendió desde los barrios ricos hacia las barriadas populares. Al
respecto, Gonzalo Durán, alcalde de Independencia, al norte de Santiago,
con 101 mil habitantes, se quejó de que
las cifras que entrega el Ministerio de Salud esconden una realidad que enfrentamos en el territorio, aquella que muestra cómo el efecto de la pandemia está azotando con mayor fuerza a las comunas con mayor población vulnerable y que ello implica que hay más contagios y mayor letalidad, ahí donde se ha segregado a los más vulnerables.
Al respecto, Durán dijo que en el municipio a su cargo la tasa de
pruebas que han dado positivo al Covid-19 supera 80 por ciento, y la de
letalidad está lejos de estabilizarse, con cifras que rebasan el doble
de las de los barrios ricos.
Cristián Fuentes, académico de la Universidad Central, lamentó
este nuevo error del gobierno, que hace anuncios sin establecer fecha ni dar mayores detalles, después habla de este fin de semana o la próxima, no se sabe a quién le van a comprar los alimentos ni cómo se distribuirán. Todo mal.
A las 21 horas de ayer (hora local) comenzó en Santiago y en otras ciudades del país un cacerolazo convocado
tanto en conmemoración de los siete meses del alzamiento social
iniciado el año pasado, como en protesta contra el gobierno por el
manejo errático de la crisis sanitaria. Se reportaban también bloqueos
de calles, barricadas y enfrentamientos con carabineros en lugares como
Villa Francia, población La Pincoya, y en las comunas de Peñalolén, La
Granja y Estación Central.
Foto Ap
Aldo Anfossi
Especial Para La Jornada
Periódico La Jornada
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