▲ Cientos de ciudadanos de Minneapolis acudieron ayer al lugar del
arresto de George Floyd; depositaron flores y llevaron pancartas en las
que se leía:
Dejen de matar a los negros.
Minneapolis. Un hombre negro identificado como George
Floyd murió luego de que un policía blanco lo obligó a tenderse en el
suelo boca abajo y le puso una rodilla sobre el cuello. Durante el
arresto, el detenido dijo varias veces al uniformado que no podía
respirar, después perdió el conocimiento y fue llevado al hospital,
donde falleció. El video del incidente se viralizó en redes sociales.
Por favor, por favor, no puedo respirar. Por favor, hombre, suplicó Floyd. El policía le ordenó relajarse y respirar, sin dejar de oprimirle el cuello.
Lo ocurrido es investigado por la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y otras agencias estatales.
Policías acudieron cerca de las ocho de la noche del lunes a un
negocio que denunció un pago con dinero falso, informó el vocero
policial John Elder. Cuando los agentes llegaron, Floyd se encontraba
dentro de su auto.
Un portavoz de la policía afirmó esa noche que el hombre, que parecía
ebrio o drogado, se había resistido al arresto por el delito de
falsificación.
El alcalde de Minneapolis, Jacob Frey, se disculpó con la comunidad negra en su página de Facebook.
Los cuatro agentes de la policía de Minneapolis implicados en la muerte de George Floyd han sido despedidos, tuiteó, tras calificar de
buena decisiónel cese.
Ser negro en Estados Unidos no debería ser una condena a muerte, declaró Frey poco antes, durante una rueda de prensa.
La familia del detenido denunció el
uso excesivo e inhumanode la fuerza y acusó a la policía de racismo.
El caso recuerda el de Eric Garner, afroestadunidense que murió
asfixiado durante su arresto por policías blancos en Nueva York en 2014.
Aquel caso contribuyó al nacimiento del movimiento Black Lives Matter
(Las vidas de los negros importan).
A raíz de esa muerte, los cuerpos policiacos de Nueva York y Los
Angeles prohibieron controvertidos métodos de inmovilización de
sospechosos.
Nekima Levy-Armstrong, activista local, expresó:
Sea lo que sea que ese hombre haya hecho, no se merecía una sentencia de muerte.
Foto Ap
Ap y Notimex
Periódico La Jornada
No hay comentarios:
Publicar un comentario