Se
trata del nuevo reagrupamiento interno del Frente Amplio que contempla a
las organizaciones Izquierda Libertaria, Movimiento Autonomista,
Movimiento Socialismo y Libertad, y Nueva Democracia, buscando a través
de configurar un bloque de izquierda al interior de la colectividad
enfrentar al bloque moderado de RD y luchar por un socialismo del Siglo
XXI.
Estudiante de Psicología Universidad de Antofagasta
FOTO: ElDesconcierto
Convergencia: Reformas para un bloque izquierda al interior del Frente Amplio
Luego de un año de debates al interior del ala izquierda del Frente
Amplio, figuras como la diputada de la Izquierda Libertaria Gael
Yeomans, y el alcalde de Valparaíso y militante de Movimiento
Autonomista, Jorge Sharp, dan anuncio al nuevo reagrupamiento interno
llamado Convergencia.
Poniendo énfasis discursivamente en luchar por poner en pie una
corriente “por un socialismo feminista y libertario”, además de una
política de la mano de los territorios.
“Desde la Convergencia creemos en un país desde un socialismo del
siglo XXI, en el que realmente se pueda avanzar en derechos plenos para
las mujeres, los trabajadores y trabajadoras, los pueblos indígenas y la
diversidad sexual. Ese es el camino que proponemos para profundizar
nuestra democracia” Afirma Yeomans.
Revolución Democrática, la organización de Georgio Jackson y Catalina
Pérez, se situó como la organización con más parlamentarios y figuras, y
se hizo de la hegemonía del Frente Amplio, ubicando la política
“moderada” de la colectividad por delante. Es así que las organizaciones
de “izquierda” dentro de la colectividad han planteado diversas
tácticas y fraseologías para “izquierdizar” al conglomerado. Desde
planteamientos como dejar su militancia anterior y entrar en masa a RD
para cambiarlo desde dentro, hasta reconfiguraciones y reacomodaciones
que han transitado por los planteamientos tácticos del neo-reformismo.
Sin embargo, se trata de palabras mayores las que plantea
Convergencia. Luchar por el socialismo en pleno siglo XXI es un desafío
que a quienes levantamos La Izquierda Diario a nivel internacional, y
como corriente trotskista representa una tarea de primer orden día a
día. Es por esto que lejos de cualquier atisbo de tildar esta lucha como
“utópica”, consideramos necesario profundizar y debatir al respecto.
Las reformas: el trampolín de Convergencia para el socialismo en el Siglo XXI
“Tenemos que ser audaces, el país no aceptaría que el Frente Amplio
se encapsule en prácticas que han generado el mayor desapego a la
política de los últimos años. Nosotros apostamos por una alternativa
territorial porque creemos que los cambios son posibles hacerlos desde
ahora y eso requiere que las comunidades sean protagonistas porque de lo
contrario vamos a estar replicando lo que tanto queremos cambiar”.
Declara Jorge Sharp.
Y es que la crisis política que abrió el 2011 con masivas
movilizaciones estudiantiles resquebrajó la “política”, rajando el velo
que cubría las enormes redes de corrupción de los partidos tradicionales
que llevaban adelante partidos desde el Partido Socialista hasta la
UDI. En donde el Frente Amplio surgió de la mano de denunciar la “vieja
forma de hacer política”.
Planteando desafiar esta “vieja fórmula”, el neo-reformismo en su ala
“territorial” propone una ecuación muy particular. Bajo su estrategia
política, plantean que de la mano de desarrollar una política
“representativa” desde los territorios, sumado a las bancadas
electorales que vaya sumando esta ala izquierda a través de los votos
“territoriales”, podrán avanzar hacia un socialismo del siglo XXI. Es
decir, realizar una política territorial para después depositarla en las
urnas.
¿Y qué sería esta “tesis” del socialismo del siglo XXI? Podríamos
afirmar que Yeomans lo explica al afirmar que su propósito es
“profundizar nuestra democracia”. Es decir, profundizar la misma
democracia capitalista a través de una mayor política frenteamplista en
los territorios, para que el día de votaciones la gente vaya de sus
poblaciones, sus lugares de trabajo y estudio a votar por el
ala-izquierda del Frente Amplio, y que el parlamento se llene cada día
más de Yeomans y Sharps, y así plantear y aprobar reformas para que el
día de mañana llegue un socialismo que acabe con todas las miserias de
hoy.
Pero, ¿y en qué momento esta “profundización de la democracia” se
propone barrer con toda la estructura que sostiene a éste régimen que
hace vivir en la miseria a miles de adultos mayores con pensiones de
hambre, que niega el derecho al aborto legal, seguro y gratuito a las
mujeres más precarizadas, en la que la comunidad LGBTTI+ vive una alta
tasa de crímenes de odio? ¿En qué momento se propone barrer con la misma
estructura que hace que estudiantes deban abandonar sus estudios porque
la beca de gratuidad no les cubrió sus estudios, de los trabajadores
que dejan su vida en el trabajo sin poder ver a sus familias por las
extenuantes jornadas laborales y por la brutal explotación que viven día
a día, de los miles de manifestantes que son brutalmente reprimidos por
Carabineros, quienes no conformes con asesinar cobardemente a
Catrillanca se proponen seguir adelante con los montajes y la represión
con la reducción de los controles de identidad a jóvenes de catorce
años?
¿Qué tiene de nuevo esta estrategia de la nueva ala que pretende
surgir en el Frente Amplio, llevando votos a las urnas para hacer las
amigable el parlamento, si es precisamente en la cocina parlamentaria
donde se congelan por años los proyectos de ley y es un lugar infértil
para nuestras demandas, donde tan sólo obtenemos migajas, como vimos con
la beca de la gratuidad después de la masiva movilización estudiantil
del 2011, que hoy dejará a 27 mil estudiantes a la deriva a nivel
nacional, o también, con el derecho al aborto donde el Gobierno de
Bachelet, muy por lejos de la demanda de las calles, entregó un
restrictivo aborto en tres causales cubriendo apenar un pequeño
porcentaje de los abortos que se realizan en el país.
El planteamiento programático de esta Convergencia pareciera asegurar
que es a través de estas reformas y votaciones llegaremos algún día al
socialismo, sin enfrentar directamente a los empresarios, a la policía,
al gobierno y a la derecha. En definitiva, ningún nexo entre la
democracia capitalista al “socialismo del siglo XXI”.
Organización y programa más allá de las fronteras de la fraseología
Podríamos resumir la práctica del neo-reformismo con éstas
declaraciones de Pablo Iglesias, dirigente de Podemos en España,
organización en la que se referencian organizaciones como Movimiento
Autonomista e Izquierda Libertaria: “El problema es que todavía se tiene
que verificar que alguien desde un Estado puede plantear semejante
desafío […] si nosotros gobernando vamos a hacer una cosa dura de
repente tienes a buena parte del ejército, del aparato de la policía, a
todos los medios de comunicación […] tienes a todo contra ti,
absolutamente todo. Y un sistema parlamentario, en el que cómo aseguras
tú una mayoría absoluta, es muy difícil […] Para empezar habría que
haber llegado a un acuerdo con el Partido Socialista.”
¿De dónde surgen estas declaraciones? Son extraídas del programa
televisivo Fort Apache, en donde al ser interpelado sobre la
transformación de Syriza –colectividad política neo-reformista griega-
en un gobierno aplicador de ajustes de la Unión Europea, afirmaba que la
formación griega no tuvo otra alternativa que seguir el curso que
siguió.
Es decir, cruzarse de brazos ante los ataques del gobierno, de la
policía y el imperialismo y esperar a las próximas elecciones para que
la bancada frenteamplista y sus cargos de gobierno sigan aumentando.
Pero en ningún momento el planteamiento de levantar una gran
organización que se proponga afrontar estos desafíos, y que luche día a
día por un programa transicional que rompa con la estructura capitalista
y abra así las puertas para una plena conquista del socialismo en el
siglo XXI.
Es por esto que quienes militamos en el Partido de Trabajadores
Revolucionarios no nos conformamos con solamente legalizar partidos y
lanzar candidaturas electorales, aunque si es un terreno que disputamos,
tal como lo hicimos el año 2017 levantando candidaturas obreras y
anti-capitalistas para amplificar la difusión de nuestras ideas, sino
que nos proponemos ser parte de una organización que agrupe a cientos de
miles de trabajadores, trabajadoras, migrantes, pueblos originarios,
diversidad sexual, y jóvenes, pero no bajo fraseologías con tono de
izquierda mientras su planteamiento sigue siendo “súmese y vote por
nosotros”. Sino que a tomar la construcción del socialismo en pleno
siglo XXI, bajo la organización en cada lugar de trabajo y estudio.
Es por esto que luchamos por la nacionalización de los recursos
naturales bajo gestión de las y los trabajadores, en conjunto con las
comunidades aledañas, para así realizar una transición del sistema
económico capitalista a uno socialista.
Además de luchar también por la reducción de la jornada laboral a seis
horas, cinco días a la semana, repartiendo el trabajo entre ocupados y
desocupados, para que no hayan despidos y no haya gente sin trabajo,
además de impulsar una ley contra los despidos, para avanzar así a una
forma de trabajo colectivo que nutra a la sociedad de conjunto, y que
barra con el enriquecimiento de unos pocos a costa del trabajo de
muchos.
Estos son ejemplos de un programa transicional que nos permitiría
avanzar en la conquista de un socialismo en pleno siglo XXI, bajo un
planteamiento internacionalista que luche también por la coordinación
socialista de los pueblos de Latinoamérica.
Creemos que el desafío pasa por articular una gran fuerza movilizada
en las calles, en los lugares de trabajo, en el sector de servicios, en
los establecimientos educacionales, barriales, espacios rurales, para
asestar un gran golpe al capitalismo, mediante un planteamiento de un
gobierno realmente democrático que supere todas las formas anteriores y
restringidas de democracia y democracia radical que la burguesía y el
neo-reformismo plantean: un gobierno de las y los trabajadores en
ruptura con el capitalismo, que en América Latina se pueda articular
como una federación de las repúblicas socialistas, para dar paso con
esta posición a una nueva sociedad. Ese es nuestro planteamiento y
nuestro horizonte de lucha. Todo lo demás es poesía.
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