Panamá
Una vieja anécdota
panameña cuenta que, a inicios de la república, durante una campaña
electoral, un candidato presidencial arengaba a la multitud diciendo:
“Les prometo que construiré el puente que necesitan”. Y la gente le
gritó: “Este pueblo no tiene río”. A lo que, sin sonrojo, el candidato
respondió: “También les haré el río”. Mi abuela materna, que gustaba
educarnos con parábolas y refranes, concluía este cuento con la
siguiente moraleja: “Hay que ser muy pendejo para creerle a los
políticos en campaña”.
Tenía razón, los políticos en campaña
prometen cualquier cosa que quieras oír, pero cuando ganan y gobiernan
es otra cosa. Esta verdad, por más evidente y sabida, sin embargo, no
evita que la gente caiga en la trampa y termine votando por el que les
prometió hacerles el río.
Para saber cómo será el próximo
gobierno tras las elecciones del 5 de mayo, no podemos guiarnos por lo
que los candidatos dicen en sus campañas y en los debates televisados.
Ahí se siguen prometiendo “puentes” y “ríos”. Para saber qué va a hacer
el próximo gobierno hay que saber lo que dicen los voceros del poder
económico, nacional e internacional, que son los que mandan, salvo que
haya una revolución social.
El verdadero programa de gobierno de la burguesía
En este país, los que mandan están agrupados en la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá (CCIAP). Este gremio empresarial ha elaborado un documento denominado “Agenda País 2019-2024”. Ahí está contenido el programa del próximo gobierno, que la burguesía panameña exigirá y fiscalizará que cumpla.
La “Agenda País 2019-2024” es un documento de 37 páginas en que se
trazan objetivos de corto y mediano plazo para 4 áreas de trabajo del
próximo gobierno: educación, Caja de Seguro Social y salud pública,
institucionalidad y crecimiento económico.
Educación
La CCIAP parte por la afirmación no probada de que los programas
educativos y sus resultados son superiores en la educación privada, y
consecuente con ello, proponen que el sistema público emule al privado.
Se propone hacer funcionar el Consejo Permanente Multisectorial para la
Implementación del Compromiso Nacional para la Educación (COPEME), en
el cual el sector privado tiene un peso específico de supervisión y
elaboración de programas. Pero los esfuerzos se centrarán en lo que la
exministra Lucy Molinar llamaba “escuelas modelo” y que Juan C. Varela
ha centrado en el Instituto Técnico Superior Especializado (ITSE), el
cual será coadministrado por la empresa privada a través de un Consejo
Directivo.
El interés de la CCIAP es la formación técnica, de
la que espera que saldrá la clase obrera futura, dejando de lado resto
de la compleja oferta educativa y profesional.
El empresariado
también tomaría el control del perfeccionamiento de los educadores,
administrativos y directores a través de un Sistema Nacional de
Capacitación Profesional Continua Docente. Como una advertencia, que no
se sabe si es para los políticos o para los influyentes gremios
magisteriales, la Agenda País dice: “La CCIAP se compromete a apoyar los esfuerzos de despolitización del ente ejecutor del sistema educativo...”.
Caja de Seguro Social y Salud
Haciendo una referencia general a la “Mesa de Diálogo para la Salud”, y
su documento conocido como el “Libro Blanco”, propone la CCIAP en
concreto:
- Crear una Dirección General para el Suministro de Medicamentos, cuyo proyecto de ley se encuentra en la Asamblea Nacional, entidad que le sacaría a la CSS esta responsabilidad.
- Dividir la CSS en dos entidades, pasando el programa de salud, maternidad y riesgos profesionales a un Sistema Integrado de Salud dirigidos por el MINSA, dejando la entidad solo con el Programa de Invalidez, Vejez y Muerte.
Luego la CCIAP procede a un
diagnóstico falso, que culpa a la “transición demográfica” del déficit
actuarial del sistema de Beneficio Definido, cuando en realidad es culpa
de la reforma de Martin Torrijos de 2005, que dividió el sistema de
jubilaciones pasando a los jóvenes a un sistema mixto.
En
Panamá no hay una inversión de la pirámide generacional en que hay más
viejos que jóvenes, como pasa en Europa; tampoco es cierto que haya
exceso de beneficiarios, pues estos han disminuido en 9% entre 1998 y
2016; ni hay una disminución de cotizantes, pues estos han aumentado 52%
entre 1998 y 2016; tampoco hay una disminución de los aportes a las
cuotas, las que, por el contrario, aumentaron 72% entre 2007 y 2017.
El problema real es la Ley de la Muerte impuesta por el PRD en 2005, la cual hay que derogar.
Institucionalidad
Dejando de lado las recomendaciones para que las políticas públicas se
enfoquen en base a análisis objetivos y como políticas de largo plazo,
en concreto en la página 19 propone la CCIAP: “Seguimiento y
monitoreo de los beneficios de los subsidios y/o becas. Se debe eliminar
toda ayuda que no responda a necesidades reales y que solo tiene fines
partidistas”.
Traducido al lenguaje directo: eliminar
todos los programas sociales de ayuda a los más pobres, que ellos llaman
“subsidios. Por supuesto, La Cámara de Comercio no menciona los subsidios a los ricos, como las exoneraciones fiscales e incentivos al sector privado
que, como veremos en el siguiente punto, más bien sugieren ampliarlos,
que son los que hacen un gran déficit en los ingresos del Estado.
Tampoco se habla de la corrupción y las licitaciones amañadas.
Otra reforma puntual de la CCIAP, que es antidemocrática, consiste en
elevar a 20 años el período de los magistrados de Corte Suprema de
Justicia, lo cual implica una voluntad de control del organismo, ya
sospechoso de corrupción. De la desprestigiada Asamblea Nacional sólo
propone reformas al Reglamento Interno para garantizar la asistencia.
Crecimiento Económico Competitivo
Sobre el agro, reconoce que, pese a la cantidad de tratados de libre comercio firmados, “con las condiciones actuales es difícil competir en dicho mercado”.
Por ende, sugiere: Defensa comercial efectiva (¿?), un laboratorio de
control de calidad, compromiso de agroindustria para elevar valor
agregado.
Sobre turismo, asegurar 20 millones de dólares del estado para el Fondo de Promoción Turística, o sea, subsidios al capital privado.
Sobre industria,
que AUPSA y DEPA trabajen coordinadas y exijan a las importaciones los
mismos criterios que se exigen a las exportaciones. Aumentar la
competitividad “con mejoras de apoyo al sector, como lo son la energía, infraestructura general y de logística, el medio ambiente, etc.”.
Además, que PROINVEX les busque mercados externos para exportar y que
se impleméntela Ley 25 de 2017 que dicta medidas de fomento a la
industria. Traducido, más subsidios de la ciudadanía con fondos
estatales para garantizar la “competitividad” y la ganancia del sector
privado. O sea, subsidio a los ricos.
Sobre el comercio,
propone eliminar la burocracia y regulaciones que afectan al comercio
(¿?¡!) y reuniones trimestrales del gobierno con la CCIAP, que
demuestren voluntad de fomentar sus negocios.
Sobre el sector logístico,
proponen coadministrar con el Ejecutivo a través del “Gabinete
Logístico”, haciendo “más eficiente” la Autoridad de Aduanas, AUPSA y
Cuarentena Agropecuaria, habitualmente esto significa eliminar
restricciones.
Sobre la construcción, proponen modificar
los códigos de edificación (Reglamento Estructural-REP 2014, y
Reglamento de Seguridad Humano-NFPA) por que consideran que “aumentan los costos de manera injustificada”
(OJO con esto). Además, la CCIAP quiere revisar los Parámetros de
Densidad y el Plan de Ordenamiento Territorial del municipio de Panamá.
Sobre suministro de agua,
se sugiere dividir el IDAAN, creando una Empresa Pública de Saneamiento
de Panamá, del área metropolitana, que administraría el servicio como
ente autónomo con un nuevo marco tarifario (es decir, aumento de
precios).
Sobre electricidad, pese a reconocer que ya
existe sobre oferta respecto a la demanda nacional, no se dice cuánto se
exporta a Centroamérica, proponen convertir ETESA en sociedad anónima
(privatizar) y, pese a que la tercera Línea no está completamente
operativa, ya sugieren construir la Cuarta Línea de Transmisión, que nos
costará 500 millones de dólares y sólo servirá para que lucren
exportando energía los dueños del sector.
Preparémonos para las luchas que se vienen
En vez de depositar falsas esperanzas en las elecciones y expectativas
irracionales en el “nuevo” presidente(a), los sectores populares debemos
empezar a organizarnos para enfrentar el conjunto de medidas
antipopulares planificadas por la Cámara de Comercio, verdadero poder
político detrás del Ejecutivo.
Hay que construir la unidad para
defender la educación pública, la Caja de Seguro Social, las
jubilaciones, los subsidios a los pobres y exigir una verdadera reforma
fiscal que la paguen los millonarios. Basta de subsidios al sector
privado costa del erario público.
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