Vie, 02/22/2013 - 12:33
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Acusan al gobierno de Canadá de quitar beneficios sociales a campesinos migrantes
Organizaciones
de apoyo a trabajadores migrantes de México, Estados Unidos y Canadá
denunciaron al gobierno canadiense por eliminar prestaciones y
beneficios sociales que gozaban empleados agrícolas temporales, así
como el cobro de cuotas ilegales de hasta 2 mil pesos para acceder a
listas de espera con la promesa, casi siempre incumplida, de lograr una
visa de trabajo.
Destacaron que el
pasado 6 de diciembre, Diane Finley, ministra de Recursos Humanos y
Desarrollo de Aptitudes de Canadá (HRSDC, por sus siglas en inglés),
anunció la eliminación del seguro de desempleo, los beneficios de
paternidad, maternidad y de compasión para los migrantes participantes
en el Programa de Trabajadores Agrícolas Temporales (PTAT) que emplea
anualmente a más de 30 mil ciudadanos mexicanos y del Caribe.
Griselda
Vega, de Global Workers Justice Alliance, subrayó en conferencia de
prensa que la ministra olvidó mencionar que estos trabajadores
continuarán pagando este fondo de protección social, como lo han hecho
desde 1974, sólo que ahora no podrán cobrar estos beneficios.
Se
calcula que los trabajadores migrantes han contribuido con 125 millones
de dólares canadienses al Seguro de Desempleo, sin embargo, no fue sino
hasta 2002 cuando algunos de ellos comenzaron a tener acceso a algunas
de estas prestaciones.
Los
trabajadores jornaleros migrantes llevan a cabo las labores más duras
en los campos canadienses y estadunidenses, muchas veces en condiciones
precarias y peligrosas que ponen en riesgo su la salud y su la vida, de
hecho son unos de los trabajadores más vulnerables y desprotegidos en
estos países afirma Griselda Vega.
A
su vez, Jessica Stender, del Centro de Derechos del Migrante, enfatizó
que la eliminación de estos beneficios es otro ejemplo del tipo de
trato injusto que reciben los migrantes por parte de diversos gobiernos
receptores de migración laboral, aunque mencionó que el maltrato inicia
en las oficinas de la Secretaría del Trabajo, donde se decide quién es
candidato a una visa de trabajo y quién no, de manera totalmente
discrecional.
Además, coincidió con
Mayela Blanco, del Proyecto Jornalero Safe, en que los aspirantes a una
visa pagan una cuota de reclutamiento en México, completamente ilegal,
que oscila entre 350 y 500 dólares.
Más
de la mitad de quienes recibieron una visa de trabajo temporal H2A
tuvieron que pagar parcial o totalmente su pasaje, a pesar de que el
Programa prevé que debe ser cubierto por el empleador, lo que los
obliga a recurrir a préstamos con altas tasas de interés para cubrir
esos gastos.
Marco Antonio Castillo,
de la Asamblea Popular de Familias Migrantes (APOFAM), refirió el
desinterés del gobierno mexicano ante un fenómeno de nueva esclavitud
que termina desintegrando familias.
Esta
denuncia se suma a la realizada en 2009 por otras organizaciones contra
la exigencia de una visa para todo mexicano que pretenda viajar a
Canadá, impuesta por el país norteamericano bajo el argumento de que
aumentaron las solicitudes de asilo de mexicanos sin fundamento alguno,
y la reciente declaración de Bernard Brister, profesor del Colegio
Militar Real, quien sostuvo que Canadá debe dejar de considerar al
terrorismo como su principal amenaza y colocar a México como su
principal preocupación.
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