El presidente guatemalteco, Otto Pérez Molina, ha prometido reconstruir unas siete mil 310 viviendas afectadas por el terremoto que sacudió a este país en noviembre último con saldo de 44 muertos y millonarias pérdidas materiales, informó hoy la prensa local.
El costo estimado de esas reparaciones alcanza los 160 millones de quetzales (20 millones de dólares) en materiales de construcción, además de 40 millones de quetzales (cinco millones) en mano de obra, declaró hoy el mandatario, citado por la versión digital del Diario de Centroamérica (oficial).
Según precisó el mandatario, en el proyecto piloto, que incluyó la construcción de 45 viviendas, se invirtieron 700 mil quetzales (88 mil dólares).
Las moradas serán antisísmicas, dijo el jefe de Estado, y las tipo A tendrán baño en su interior; mientras las clase B -por carecer de drenajes los lugares donde serán erigidas- contarán con letrinas en el exterior de las mismas.
De acuerdo con la vicepresidenta, Roxana Baldetti, la primera etapa de ese plan constructivo abarcará del 3 de enero al 15 de marzo de 2013 con la edificación de 981 hogares del tipo A y mil 382 del tipo B, para un total de dos mil 363.
En el segundo momento, desde el 16 de marzo al 30 de junio del año entrante, se levantarán cuatro mil 947 domicilios B.
Ante los estragos causados por el sismo de 7,2 grados en la escala de Richter, el Gobierno extendió en diciembre a 30 días más la vigencia del Estado de Calamidad Pública, decretado en los ocho departamentos con mayores daños reportados.
Los territorios declarados bajo ese estado son San Marcos, Sololá, Huhuetenango, Quetzaltenango, Totonicapán, Retalhuleu, Quiché y Suchitepéquez.
Esa medida se aplica para evitar o reducir posibles perjuicios ante cualquier emergencia, señala el artículo 15 de la Ley de Orden Público.
Mil millones 657 mil quetzales (210 millones de dólares) costaría a Guatemala la reconstrucción de los perjuicios materiales provocados por el mencionado movimiento telúrico, estimó la Comisión Económica para América Latina (Cepal).
Acorde con ese organiso regional, las pérdidas en infraestructura institucional sobrepasan los 214 millones de quetzales (27 millones de dólares), transporte y carreteras 167 millones (21 millones), agua y saneamiento 16 millones (dos millones).
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