17 de diciembre de 2012, 01:14Por Jorge V. Jaime* La
Habana (PL) El gobierno de Estados Unidos intensificó en los últimos 12
meses su histórica política de hostilidad y aislacionismo contra Cuba,
confirmada a través de castigos a empresas extranjeras y restricciones
adicionales para el sector turístico hacia la Isla.
La administración del presidente demócrata Barack Obama, que en el 2011
había dado discretos pasos hacia la flexibilización en cuanto a viajes
a la nación antillana, mantuvo no obstante el núcleo de las estrategias
agresivas por medio de normativas del Departamento del Tesoro.
El más reciente de esos decretos emitidos por la Oficina de Control de
Bienes Extranjeros (OFAC, siglas en inglés), adscrita al Tesoro, fue
una exagerada multa de 875 millones de dólares contra el conglomerado
bancario HSBC, entidad que supuestamente violó reglas del bloqueo
contra Cuba.
Es la mayor sanción monetaria impuesta por
Washington a un banco por presunta violación de leyes comerciales a
través de terceros países. Superó una penalidad anterior de 619
millones de dólares aplicada en junio último al grupo ING Bank, con
sede en Holanda.
Estados Unidos mantiene hace 50 años un cerco
económico, comercial y financiero contra Cuba que ha costado a la Isla,
hasta diciembre de 2011 y considerando la depreciación del dólar frente
al valor del oro en el mercado internacional, un billón 66 mil millones
de dólares, y que constituye una violación de la Carta de Naciones
Unidas y de las normas del Derecho Internacional.
También este
año el gobierno norteamericano impuso una multa a la empresa Great
Western Malting, una de las mayores proveedoras de cebada, por realizar
transacciones con La Habana.
A través de un comunicado, la OFAC
obligó a la corporación con sede en el estado de Washington a pagar un
millón 348 mil dólares por permitir la venta del cereal a Cuba entre
agosto del 2006 y marzo del 2009.
Igualmente la administración
Obama confiscó a Cuba más de 493 millones de dólares desde el 2010
hasta el presente año, como parte de la política de cerco económico
activada hace medio siglo por Washington contra la nación antillana.
La cifra fue confirmaba en una comunicación publicada en Internet por
la Oficina de Bienes Extranjeros, organismo federal que califica
arbitrariamente a Cuba como "nación patrocinadora del terrorismo."
Bajo
el mismo concepto, Washington ya había congelado 223,7 millones de
dólares a Cuba en el año 2009. El documento indica que las autoridades
norteamericanas mantienen bloqueadas seis propiedades en Nueva York y
Washington, pertenecientes también al Estado Cubano.
Expertos
sociólogos, analistas políticos y catedráticos de diferentes países se
reunieron a finales del 2011 en Washington en el contexto de una
Conferencia Internacional y exigieron sacar a Cuba de la controversial
lista de naciones patrocinadoras del terrorismo.
Estados Unidos
insertó a la isla caribeña en el polémico listado desde 1982, a
petición del entonces secretario de Estado, Alexander Haig, y en una
resolución que fue certificada por el presidente Ronald Reagan.
Las organizaciones The Latin America Working Group y The Center for
International Policy fueron los patrocinadores del seminario que contó
con la participación de Wayne Smith, exrepresentante diplomático
norteamericano en Cuba, y Robert Muse, de la firma de abogados Muse and
Associates, entre otros académicos.
Por otro lado, analistas
políticos y expertos en el tema Cuba residentes en Estados Unidos
criticaron una amenaza del Departamento del Tesoro dirigida a
instituciones norteamericanas que estarían violando prohibiciones sobre
el turismo hacia la Isla.
Antes la OFAC advirtió sobre tomar
represalias ante cualquier intento por hacer turismo bajo la política
establecida por la Casa Blanca.
La amonestación de Washington
fue dirigida contra anuncios que sugieren la opción de que los viajeros
tendrán tiempo libre en la Isla para realizar actividades fuera del
programa educacional. Eso es una impresión incorrecta y puede ser
castigada con la suspensión de licencia, subrayó la OFAC.
Esta
advertencia de la administración Obama sobre el carácter no turístico
de las licencias de viaje a Cuba obedece a las presiones recibidas
desde la derecha cubano-americana contra los intercambios culturales y
educativos, opinó el politólogo Arturo López Levy.
Es claro que
el mandatario demócrata se estuvo protegiendo contra los ataques
republicanos a la falta de rigor en la aplicación de lo que es la ley,
comentó a Prensa Latina el catedrático vinculado a la Universidad de
Denver.
En enero del 2011 el presidente Obama certificó una
relajación relativa en la prohibición de los contactos con Cuba, y
permitió que compañías aéreas y agencias pudieran organizar viajes a la
nación caribeña, pero solo con fines culturales y educativos.
No obstante, las primeras licencias no fueron otorgadas por la OFAC
hasta seis meses después y al mismo tiempo que la congresista
conservadora Ileana Ros-Lehtinen solicitara al Tesoro medidas
anticubanas más severas en este acápite legislativo.
Ya antes,
el 25 de julio último, la OFAC había aclarado que la flexibilización
concedida por Washington acerca de las visitas de estadounidenses a la
nación antillana sería un error interpretarla como una promoción del
turismo.
"Un requisito es que cada viajero debe tener un
itinerario completo de las actividades de intercambio educativo. La
publicidad que parece desviarse de ese requerimiento pudiera ser objeto
de verificación", advierte el comunicado federal.
El texto
enfatizó que la Oficina de Control "no autoriza transacciones
relacionadas con actividades que están principalmente orientadas al
turismo".
De hecho la intendencia federal amenazó con suspender
la licencia de operadores que anuncien viajes a La Habana con
sugerencias incluidas sobre recorridos turísticos.
RECLAMOS ANTE LA CASA BLANCA
Es tiempo de que Estados Unidos examine y actualice sus políticas hacia
Cuba, porque fallaron las mantenidas por Washington durante los últimos
49 años, subrayó un renombrado analista político en el norteño país.
Es hora de que la Casa Blanca olvide los días de la llamada Crisis de
los Misiles (octubre de 1962) cuando Cuba era vista como una posta
amenazante de avanzada de la Unión Soviética, remarcó el editorialista
Mortimer B. Zuckerman citado por The New York Times.
El
presidente Raúl Castro ha iniciado cambios favorables para la Isla,
eliminando excesivas regulaciones, fomentando la productividad, y
apuntando hacia un gobierno más pequeño y eficiente, al tiempo que
mantiene los excelentes sistemas de salud y educación públicas, subrayó
Zuckerman.
Por otro lado -agregó- la comunidad cubano-americana
radicada en Estados Unidos ya no es la misma que la de la década del 60
del siglo pasado. Está compuesta mayormente por jóvenes con una actitud
diferente a la de sus antecesores, y muchos opinan que el bloqueo debe
terminar.
El Congreso de Estados Unidos desestimó en diciembre
del 2011 una propuesta legislativa que hubiera flexibilizado el
requerimiento de que Cuba pague en efectivo y por adelantado por sus
importaciones desde el norteño país.
Líderes en el Capitolio,
presionados por diputados conservadores de la comunidad
cubanoamericana, acordaron eliminar la iniciativa presentada por la
representante republicana Jo Ann Emerson, que hubiera facilitado a La
Habana la compra de mercancías a Washington. La enmienda Emerson fue
borrada por exigencia de congresistas de extrema derecha como Ileana
Ros-Lehtinen, Mario Díaz-Balart, David Rivera y Marco Rubio.
En
otra acción hostil de este grupo, presentaron además una iniciativa
para gravar con el 10 por ciento a las empresas norteamericanas que
mantienen una relación con Cuba.
Los mencionados legisladores y
los abogados Mauricio Tamargo y Jason Pobrete sugirieron una norma que
obligaría a pagar una llamada "cuota de usuario" a las empresas
-agrícolas, telefónicas, de remesas y viajes- que realicen operaciones
con el país caribeño.
Tamargo, un exfuncionario del
Departamento de Justicia durante la administración de George W. Bush,
propuso que el dinero recaudado se destinara a cubrir demandas
presentadas por personas que alegan haber sido afectadas por
nacionalizaciones del gobierno cubano.
También este año otro
columnista del The New York Times, Jonathan M. Hansen, recomendó a la
Oficina Oval devolver a la nación caribeña el territorio de Guantánamo,
arbitrariamente ocupado por Estados Unidos desde junio de 1901.
El legítimo debate de si se cierra o no la prisión militar de
Guantánamo -en el extremo este de Cuba- ha oscurecido una cuestión aún
más importante: el enclave imperialista mantenido en esa porción de la
Isla, acentuó Hansen.
Las circunstancias y razones por las
cuales Washington llegó a ocupar Guantánamo han quedado sepultadas en
el pasado, y la acción presente solo sirve para recordar el mundo la
historia de intervencionismo militar del Pentágono y enturbiar las
relaciones bilaterales, indicó el historiador de la Universidad de
Harvard.
En opinión del analista, Obama debería sopesar toda
esta historia e iniciar un proceso oficial para retornar el territorio
de Guantánamo a sus verdaderos dueños. Así el Jefe de Estado enviaría
un excelente mensaje acerca de que la integridad y la rectificación no
son sinónimos de debilidad, señaló.
Autoridades gubernamentales
cubanas han ratificado la disposición de La Habana a implementar un
diálogo político con Estados Unidos sobre la base del respeto
recíproco, y a pesar del mantenimiento por parte de Washington de un
férreo bloqueo con medio siglo de vigencia en contra de la Isla.
"Cuba reafirma su posición a sostener un diálogo respetuoso con Estados
Unidos para resolver problemas pendientes (...) nuestros únicos
requisitos son que éste debe desarrollarse sobre la base de la
reciprocidad e igualdad", declaró la directora del Departamento
Norteamérica del Ministerio de Relaciones Exteriores (MinRex), Josefina
Vidal.
Naciones Unidas aprobó en noviembre una nueva resolución
-la número 21 en igual cantidad de años consecutivos- en demanda del
levantamiento del bloqueo impuesto por Estados Unidos contra Cuba.
El reclamo fue certificado por la inmensa mayoría de la Asamblea
General, integrada por los 193 miembros de la organización mundial y
presidida en su actual período ordinario por el excanciller serbio Vuk
Jeremić.
Estas votaciones comenzaron en noviembre de 1992
cuando la sesión ordinaria 47 de la Asamblea aprobó por 59 sufragios a
favor, tres en contra y 71 abstenciones la primera resolución en ese
sentido.
El bloqueo fue impuesto de manera oficial en febrero
de 1962, bajo la administración del presidente John F. Kennedy, pero ya
el gobierno estadounidense había impuesto sanciones desde 1959, año del
triunfo de la Revolución Cubana liderada por Fidel Castro.
*Jefe de la redacción Norteamérica de Prensa Latina. |
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