Washington, 30 nov (PL) Fuerzas policiales estadounidenses desmantelaron hoy campamentos de protestas populares en Los Angeles y Filadelfia, en otra jornada de represión gubernamental contra el movimiento pacífico nacional Ocupar Wall Street (OWS).
Los escuadrones antimotines se presentaron a primera hora de la madrugada en la plaza City Hall californiana y sacaron por la fuerza a los voluntarios de OWS que lideraron manifestaciones contra la inequidad social y económica en la sociedad norteamericana.
Una operación similar se ejecutó en Filadelfia, donde los uniformados arrestaron a 40 personas tras desalojar el parque público Dilworth Plaza y advertir a los llamados indignados que no podían reiniciar las demostraciones callejeras por orden de la alcaldía.
El jefe policial Charlie Beck explicó a la cadena CNN que alrededor de mil agentes del orden participaron o colaboraron indirectamente en la redada contra los activistas civiles no violentos y se registraron 200 detenciones.
Desde septiembre último, cuando comenzaron las marchas en Nueva York, diferentes cuerpos de seguridad de Estados Unidos han actuado con excesiva violencia contra los partidarios de OWS, contra los cuales se han empleado bastonazos y gas pimienta.
El pasado día 15 cientos de policías expulsaron a los manifestantes de la plaza neoyorquina Zuccotti, pero el movimiento Ocupar Wall Street advirtió en un comunicado que no era el fin de sus acciones en Estados Unidos o en el mundo.
Aquella operación fue ordenada por el alcalde de Nueva York, Michael R. Bloomberg, quien alegó "el área necesitaba un balance entre el derecho a la libre expresión y las reglas sanitarias".
Desde su sitio oficial de Internet, el movimiento OWS exhortó a sus simpatizantes a trasladarse hasta el área de Foley Square, también en el Bajo Manhattan, y continuar desde allí sus protestas populares.
"Este movimiento no puede ser contenido en un solo parque de Nueva York (â��) ellos pueden desalojar un área, pero no pueden desterrar a una idea a la cual le ha llegado su momento de multiplicarse por el mundo", subrayó en una declaración.
Las manifestaciones populares comenzaron hace dos meses como una réplica de los llamados indignados españoles y en protesta contra la avaricia financiera corporativa y el desmedido poder de los grandes bancos.
El 17 de septiembre el OWS salió a las calles para denunciar la crisis económica y política global. Protestan además contra el uso de dinero público para rescatar a bancos privados, que explotan -aseguran- al 99 por ciento de la población norteamericana.
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