Por Pedro Rioseco
Quito, 22 nov (PL) El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, afirmó hoy que la anunciada radicalización de la Revolución Ciudadana se basa en dos conceptos inseparables: justicia social y eficiencia.
En respuesta a una pregunta de Prensa Latina al iniciar un encuentro con corresponsales de la prensa extranjera acreditados en el país, Correa señaló dos grandes retos que enfrenta esa decisión.
El primero, comentó, es el cambio en la relación de poderes, que aclaró no es un problema técnico sino político.
América Latina ha tenido todo para ser el continente más próspero del planeta, y aunque no es el más pobre en promedio, tenemos pobres más pobres que en los países desarrollados y ricos más ricos que en esos países industrializados, aseveró el mandatario.
América Latina se ha caracterizado por la desigualdad y por sistemas excluyentes, y eso refleja la relación de poderes, dijo al referirse a "los poderes fácticos que independientemente de que no ganaran las elecciones continuaban gobernando".
Precisó que estos poderes fácticos eran económicos, sociales, informativos, religiosos, y aseveró eso es lo que está cambiando.
"Y tenemos que seguir cambiando en función de las grandes mayorías. Ese es conceptualmente el primer reto", enfatizó.
Pero hay un segundo reto, que es la eficiencia y productividad, recalcó tras invitar a no olvidar lo que consideró uno de los grandes errores de la izquierda tradicional.
Nos hablaban a cada rato de justicia social y eso está muy bien, pero al final no hay mayor justicia que la eficiencia, donde con menos se puede hacer mucho más. Por supuesto, si ese mucho más sólo va a unos cuantos tampoco sirve de mucho, precisó Correa.
Estamos enfocando esa mejora en eficiencia, y por eso las medidas dolorosas que hemos tenido que adoptar en el sector público, dijo al referirse a la compra obligatoria de renuncia de funcionarios y trabajadores para mejorar la calidad y eficiencia.
Eso significa correr riesgos, admitió, arriesgar capital político, y lo más fácil sería cruzarnos de brazos y dejar pasar las elecciones del 2013 sin afectar los niveles de popularidad que tiene el gobierno.
Pero en ese caso, recalcó, estaríamos muertos en vida al perder nuestros principios. Seguiremos arriesgándonos, reiteró, haciendo lo que tenemos que hacer, radicalizando nuestra Revolución y el cambio en la relación de poder, nacional y en lo posible internacional.
Estamos luchando para cambiar el orden mundial que es tremendamente injusto, enfatizó.
Las Naciones Unidas no son democráticas, denunció Correa al citar foros que reflejan visiones, intereses, conveniencias de países, no necesidades planetarias.
Estamos luchando a nivel nacional, y en la medida de lo posible a nivel internacional, para ese cambio en las relaciones de poder, aunque no debemos olvidar la lucha por la mayor eficiencia y productividad sin lo cual no saldremos de la pobreza, puntualizó.
Quito, 22 nov (PL) El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, afirmó hoy que la anunciada radicalización de la Revolución Ciudadana se basa en dos conceptos inseparables: justicia social y eficiencia.
En respuesta a una pregunta de Prensa Latina al iniciar un encuentro con corresponsales de la prensa extranjera acreditados en el país, Correa señaló dos grandes retos que enfrenta esa decisión.
El primero, comentó, es el cambio en la relación de poderes, que aclaró no es un problema técnico sino político.
América Latina ha tenido todo para ser el continente más próspero del planeta, y aunque no es el más pobre en promedio, tenemos pobres más pobres que en los países desarrollados y ricos más ricos que en esos países industrializados, aseveró el mandatario.
América Latina se ha caracterizado por la desigualdad y por sistemas excluyentes, y eso refleja la relación de poderes, dijo al referirse a "los poderes fácticos que independientemente de que no ganaran las elecciones continuaban gobernando".
Precisó que estos poderes fácticos eran económicos, sociales, informativos, religiosos, y aseveró eso es lo que está cambiando.
"Y tenemos que seguir cambiando en función de las grandes mayorías. Ese es conceptualmente el primer reto", enfatizó.
Pero hay un segundo reto, que es la eficiencia y productividad, recalcó tras invitar a no olvidar lo que consideró uno de los grandes errores de la izquierda tradicional.
Nos hablaban a cada rato de justicia social y eso está muy bien, pero al final no hay mayor justicia que la eficiencia, donde con menos se puede hacer mucho más. Por supuesto, si ese mucho más sólo va a unos cuantos tampoco sirve de mucho, precisó Correa.
Estamos enfocando esa mejora en eficiencia, y por eso las medidas dolorosas que hemos tenido que adoptar en el sector público, dijo al referirse a la compra obligatoria de renuncia de funcionarios y trabajadores para mejorar la calidad y eficiencia.
Eso significa correr riesgos, admitió, arriesgar capital político, y lo más fácil sería cruzarnos de brazos y dejar pasar las elecciones del 2013 sin afectar los niveles de popularidad que tiene el gobierno.
Pero en ese caso, recalcó, estaríamos muertos en vida al perder nuestros principios. Seguiremos arriesgándonos, reiteró, haciendo lo que tenemos que hacer, radicalizando nuestra Revolución y el cambio en la relación de poder, nacional y en lo posible internacional.
Estamos luchando para cambiar el orden mundial que es tremendamente injusto, enfatizó.
Las Naciones Unidas no son democráticas, denunció Correa al citar foros que reflejan visiones, intereses, conveniencias de países, no necesidades planetarias.
Estamos luchando a nivel nacional, y en la medida de lo posible a nivel internacional, para ese cambio en las relaciones de poder, aunque no debemos olvidar la lucha por la mayor eficiencia y productividad sin lo cual no saldremos de la pobreza, puntualizó.
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