Las dos estudiantes, de 18 y 19 años, habían iniciado su huelga de hambre en la que sólo consumen líquidos el 20 de junio pasado y fueron internadas en el hospital San Borja de Santiago, por un cuadro de hipoglicemia o caída del nivel de azúcar en la sangre, señaló un parte médico.
Una tercera estudiante, de 15 años y que no ingería alimentos desde hace 32 días, fue internada con el mismo cuadro.
"Sufrieron una descompensación y en ese sentido el personal de salud que está a cargo prefirió manejar el cuadro de forma hospitalizada, pero hoy (viernes) están en buenas condiciones", señaló el ministro de Salud, Jaime Máñalich.
"Están estabilizadas, pero si vuelven a la condición de ayuno se va a repetir esta condición de descompensación, ya tuvieron hipoglicemia, y estamos bastante preocupados", señaló por su parte uno de los médicos tratantes, Rodrigo Ponce.
El ayuno forma parte de las medidas de presión adoptadas por los estudiantes en el marco del extenso conflicto que los mantiene enfrentados con el gobierno desde hace más de cuatro meses, en demanda de una educación pública gratuita y de calidad.
El 24 de agosto pasado, estudiantes de otro liceo de la localidad e Buin depusieron una huelga de hambre tras 37 días.
Mientras, este viernes los dirigentes se abrieron a la posibilidad de llamar a retornar a clases pero sin dejar las movilizaciones.
"La propuesta que se está discutiendo es cerrar el semestre y pasar al segundo (semestre), y está la opción de que sea sin clases o con clases, pero con horarios protegidos para poder realizar las asambleas estudiantiles, las discusiones y el calendario de movilizaciones", señaló la líder estudiantil Camila Vallejo.
Esta semana el gobierno señaló que unos 70.000 escolares están en riesgo de perder al año, por pertenecer a colegios que están paralizados y no inscribirse en un plan de recuperación de clases al que adhirieron unos 180.000 escolares.
Otros miles de universidades corren el mismo riesgo.
El jueves, en tanto, entre 60.000 y 100.000 estudiantes volvieron a marchar por el centro de santiago, demostrando la fuerza que este movimiento de reclamo aún mantiene.
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