Una economía viento en popa impulsa para las presidenciales del próximo 23 de octubre la reelección de la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, cuyo liderazgo eclipsa a una oposición atomizada, pese a la inflación e inseguridad que agobian a ese país.
La presidenta argentina, Cristina Fernández, busca dirigir a su país por cuatro años más.
El Producto Interno Bruto crece a un ritmo de entre 6 y 9 por ciento, desde que la era kirchnerista se instaló cuando asumió su esposo, el fallecido expresidente Néstor Kirchner (2003-2007).
Los Kirchner formaron de hecho una pareja presidencial y de poder con un estilo que sus seguidores califican de firme y sus enemigos de autoritario.
En las elecciones primarias y obligatorias de agosto último, Fernández arrasó con más de la mitad de 20 millones de votos y enterró los sueños del radical socialdemócrata Ricardo Alfonsín, así como del peronista disidente Eduardo Duhalde, con un magro 12 por ciento en ambos.
“La presidenta está en torno al 52 o 53 por ciento de intención de voto. Es inédito que estemos haciendo análisis postelectorales y no previos”, dijo Fabián Perechodnik, director de la encuestadora Poliarquía.
En Argentina se consagra presidente quien sume más del 45 por ciento de los votos, o bien más del 40 por ciento con una diferencia de 10 puntos sobre el segundo, para evitar la segunda vuelta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario