Washington. Los países de América Latina y el Caribe han adaptado gradualmente sus legislaciones sobre los derechos de las mujeres, pero en muchos casos falla la aplicación de esas leyes y falta la protección para las víctimas, afirman expertas, durante una conferencia en la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA).
“Es esencial que se reconozca el vínculo entre la violencia y la discriminación”, afirmó Elizabeth Abi-Mershed, secretaria ejecutiva adjunta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
En la conferencia se analizó el camino desde que en 1994 se aprobó la Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer —conocida como la Convención de Belém do Pará—, y señalaron que 15 años después de cobrar vigencia “poco se ha avanzado en la aplicación de sus disposiciones”.
Laura Turquet, de la Organización de las Naciones Unidas para las Mujeres, señaló que “las mujeres en todo el mundo están usando los tribunales para obtener justicia para sí mismas y para todas las féminas” (lea: Diferentes casos).
Varias críticas
La CIDH criticó al Gobierno de Brasil porque no había cumplido con su obligación de defender y proteger a las mujeres víctimas de la violencia doméstica.
“Es parte de una intimidación sistémica que se sustenta en el género, el nivel socioeconómico, y la Corte ha reclamado que el Gobierno de México ofrezca compensación efectiva y trabaje para eliminar la discriminación por género”, añadió.
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