Conmemoran el 57 aniversario del discurso de Martin Luther King,
tengo un sueño
Los manifestantes del Black Lives Matter son
gente mala: Trump
▲ Miles participaron en la marcha contra el racismo en Washington y se
concentraron en el Lincoln Memorial. Ayer se cumplió el 57 aniversario
del discurso "Tengo un sueño" del reverendo Martin Luther King Jr.Foto Afp
▲ En la imagen, el reverendo Al Sharpton (centro) durante la protesta.Foto Afp
Afp
Periódico La Jornada
Sábado 29 de agosto de 2020, p. 22
Washington. Miles de manifestantes inundaron ayer la
capital estadunidense para participar en una marcha contra el racismo,
prevista desde hace meses, pero atizada por un nuevo caso de violencia
policial contra un ciudadano negro, en Wisconsin, que reavivó la
indignación en todo el país.
Los manifestantes colmaron el National Mall de Washington como parte de una marcha en conmemoración del histórico discurso
Tengo un sueñode 1963 de Martin Luther King Jr., líder de los derechos civiles.
La manifestación recibió el nombre:
Quítanos la rodilla de encima, en referencia a George Floyd, un estadunidense negro de 44 años, quien murió asfixiado por un oficial blanco que se arrodilló sobre su cuello durante casi nueve minutos pese a que el detenido, esposado y tirado en el piso, decía que no podía respirar. Esto ocurrió el 25 de mayo pasado en Minneapolis, lo que provocó los mayores disturbios en décadas.
Las protestas del movimiento contra el racismo en Estados Unidos han
disminuido, pero la indignación se reavivó el domingo cuando Jacob
Blake, de 29 años, recibió siete tiros en la espalda, que probablemente
lo dejen paralítico, cuando la policía intentó arrestarlo en la ciudad
de Kenosha, en el estado de Wisconsin.
Familiares de Floyd, Blake y Breonna Taylor, una mujer negra de 26
años asesinada en su propio apartamento por disparos de la policía,
participaron como oradores, visiblemente emocionados, ante un mar de
personas que coreaba los nombres de las víctimas una y otra vez.
Lo que precisamos es un cambio y estamos en un punto en que podemos obtener ese cambio, dijo la madre de Taylor, Tamika Palmer.
Pero debemos permanecer juntos, agregó.
Al igual que lo hizo su padre hace 57 años, Martin Luther King III se
paró en las escaleras del monumento a Abraham Lincoln ante las
multitudes que flanqueaban el estanque reflectante, bajo el calor húmedo
del final del verano boreal.
King III pidió a los estadunidenses que sigan peleando contra la
inequidad entre los blancos y los negros, y que voten, cueste lo que
cueste, para derrotar a Donald Trump en las elecciones de noviembre.
Estamos marchando para sobreponernos a lo que mi padre llamó el triple mal de la pobreza: el racismo y la violencia, dijo.
Desde la mañana, miles de personas, incluidas familias con niños,
acudieron con mascarillas e hicieron fila para tomarse la temperatura
para entrar al perímetro del Mall de Washington, pero más tarde el
control de temperatura debió ser descartado por la longitud de las colas
y la elevada concurrencia.
En Washington, los aparadores de las tiendas fueron cubiertas con
tablas de protección por temor a actos de vandalismo, y se pudo observar
una fuerte presencia policial con bloqueo de calles.
No venir no era una opción, dijo Karisha Harvey, una mujer negra de 46 años, que caminaba hacia el Mall con un póster que mostraba a la Estatua de la Libertad con lágrimas en la cara, acunando a un bebé envuelto en la bandera estadunidense.
Harvey estaba acompañada por Cortney Smith, una mujer blanca, de 46 años.
Estoy harta de escuchar cada semana que un hombre negro fue asesinado en la calle, dijo.
Son matones
En un mitin electoral en New Hampshire, donde casi
ninguno de sus simpatizantes llevaba mascarilla o guardaba distancia, el
presidente Donald Trump afirmó que los manifestantes del movimiento
Black Lives Matter son
gente malay
matones.
Manifestantes sus nalgas. No hablo de mis nalgas. Ésos no están protestando, afirmó Trump ante una multitud enardecida.
Ni siquiera saben quién era George Floyd. Son gente mala, revoltosos que no deberían representar a nuestro país en lugares importantes, agregó en referencia a quienes se manifestaron contra su discurso en la convención republicana de la noche del jueves.
En tanto, Blake sobrevivió y está hospitalizado, pero puede que nunca vuelva a caminar, según su abogado.
Las autoridades identificaron al oficial que abrió fuego contra él
como Rusten Sheskey. El agente fue suspendido, pero no está bajo arresto
ni enfrenta cargos.
Ayer el Departamento de Justicia de Wisconsin comunicó que hay otros
dos policías implicados, Vincent Arenas y Brittany Meronek, y dijo que
dos agentes intentaron someter a Blake con una pistola taser antes de
que el individuo entrara en su coche. Allí se encontró un cuchillo.
En las violentas protestas que siguieron, dos personas fueron asesinadas por un hombre con un rifle de asalto.
Las autoridades arrestaron a un joven blanco de 17 años por las
muertes y presentaron cargos de homicidio intencional contra él el
jueves.
A menos de 10 semanas de las elecciones, el gobierno de Trump criticó
las protestas. El vicepresidente Mike Pence rechazó las acusaciones de
racismo policial sistémico y condenó
la violencia y el caos que envuelve a las ciudades de todo el país.
La ONU llama a acabar con el racismo estructural
Este episodio realmente trágico reafirma la necesidad de una acción urgente para erradicar los vínculos entre el racismo estructural y el mantenimiento del orden, dijo a periodistas Rupert Colville, portavoz de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.
Según las imágenes disponibles que hemos visto, la policía parece usar contra Jacob Blake una fuerza que resultaría excesiva, dijo el portavoz.
Y también parece que la fuerza usada contra Blake tiene un componente de discriminación, agregó.
Colville también criticó la muerte a tiros de los dos manifestantes en Kenosha.
Debería ser inconcebible que un joven de 17 años se pasee con un fusil automático y dispare contra la gente de esta manera en un momento tan tenso, dijo.
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