"Estos
cambios no deben ser solo de apariencia", pues en "Colombia continúa la
persecución contra la protesta social", dijo Beltrán para añadir que
"terminar el conflicto armado exige reconocer que el conflicto social y
político continuarán y que su trato debe hacerse de manera negociada".
Beltrán,
que encabeza la delegación negociadora del ELN (Ejército de Liberación
Nacional), sostuvo que el punto quinto de la agenda de conversaciones
pactada con el Gobierno señala que "vamos a sacar la violencia de la
lucha política".
Sin embargo, observó, no han menguado los ataques contra activistas desarmados.
"Se
está asesinando a un líder popular cada dos días" y, aunque la fiscalía
asegura que estos crímenes no responden a planes políticos orquestados,
"la realidad demuestra que solo matan a activistas de fuerzas
populares", observó Beltrán.
El
ELN está dispuesto "a asumir responsabilidad por los hechos de
violencia durante el conflicto armado y esperamos de la otra parte lo
mismo", dijo el guerrillero.
Beltrán señaló asimismo que de los
seis asuntos de la agenda de conversaciones, los puntos 1, 2 3, y 4
apuntan a una amplia participación de la sociedad en el proceso de paz.Pero, advirtió, "se requieren garantías para que la gente se anime a participar y no sea victimizada", insistió.
Las negociaciones comienzan sin que las partes hayan acordado un cese del fuego previo.
Beltrán
sostuvo que "hay que ir concretando un acuerdo humanitario para aliviar
todos los dolores de esta guerra y para llegar a materializar de manera
progresiva un cese bilateral del fuego".El negociador estimó que "cada parte debe moverse de las posiciones tradicionales que hemos sostenido"
"En
la guerrilla estamos dispuestos a cambiar a fondo, y de muestra están
los acuerdos firmados con los compañeros de las FARC (Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia), aunque lamentamos el ambiente adverso para
implementarlos", dijo.
Las
FARC, principal guerrilla colombiana, alcanzaron un acuerdo de paz a
fines de noviembre y están ahora en trance de desmovilizarse y dejar las
armas.
"No venimos a pedir una revolución por decreto, pero sí
unos cambios urgentes que abran camino a una Colombia en paz,
democrática y soberana", para la cual "debe haber redistribución de
riqueza y de poder", sentenció Beltrán.El ELN es consciente del daño que la guerra colombiana está causando a las naciones vecinas, por lo cual la pacificación será una contribución a la región, según el negociador guerrillero.
Somos conscientes del daño que esta guerra causa a las naciones vecinas.
"Es
una verdad histórica que las élites dominantes no regalan nada (…) por
eso la solución política y la paz debemos conquistarlas entre todos",
concluyó.
El Gobierno de Colombia y el ELN inauguraron así la
primera mesa pública de diálogos después de que la misma se postergara
el pasado 27 de octubre.El ELN es la segunda mayor guerrilla colombiana luego de las FARC y se alzó en armas en 1962.
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