Dos labriegos fueron heridos este lunes por disparos de la policía, lo cual justificó el ministro del Interior, Francisco de Vargas, quien señaló que los agentes enfrentaron un ataque de campesinos asentados en terrenos en litigio entre el Estado y una empresa privada.
En respuesta a la represión ejercida, de acuerdo con reporteros ubicados en el lugar, unos 200 campesinos llegaron hoy a la zona, rodearon a los ocho policías que la custodiaban y procedieron a destruir las alambradas colocadas ilegalmente en el lugar.
Su acción respondió también a la destrucción de humildes viviendas y una pequeña escuela que habían levantado los sin tierras para su estancia provisional hasta la toma de una decisión judicial sobre el mencionado litigio por entender se trata de terrenos estatales.
Los policías, dice el informe periodístico recogido por los diarios digitales, debieron abandonar el lugar y protegerse de la indignación de los protestantes asegurando que los labriegos estaban armados y superaban el número de 200.
La Federación Nacional Campesina demandó la liberación de todos los presos y reclamó se resuelva de una vez la situación legal de las tierras, a la vez que anunció una demanda contra la fiscal autora de la orden de desalojo de este lunes.
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