“Es necesario reconocer, con sinceridad, que el actual modo de producción y consumo propio del capitalismo, que sigue los patrones de lucro, es la principal amenaza para la humanidad, la madre tierra y por ende los océanos”, afirmó al intervenir en la Conferencia de la ONU sobre los Océanos, foro que sesionó esta semana.
En ese sentido, insistió en la importancia de atacar las causas estructurales de los problemas que enfrenta la naturaleza y a establecer un nuevo paradigma de vida.
Morales criticó en su discurso la decisión de Estados Unidos de retirarse del Acuerdo Climático de París, instrumento mundial dirigido a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera, en aras de mantener el incremento de las temperaturas por debajo de dos grados centígrados, 1,5 de ser posible, respecto a los niveles preindustriales.
Para el mandatario, el paso dado por el presidente estadounidense, Donald Trump, niega la ciencia, da la espalda al multilateralismo y lastra el compromiso con las futuras generaciones, convirtiéndose en una amenaza para la vida en general.
Asimismo, denunció en la ONU el impacto económico para Bolivia derivado de no contar con una salida soberana al mar, privada por Chile desde 1879, durante la Guerra del Pacífico.
“Imagínense el costo económico para un país de 138 años de injusto enclaustramiento”, señaló en la Asamblea General de la organización, donde denunció las afectaciones que causa en materia de costos comerciales y el obstáculo que representa para el crecimiento del Producto Interno Bruto boliviano.
La estancia del jefe de Estado en las Naciones Unidas incluyó un encuentro con el secretario general António Guterres e intercambios informales de saludos y criterios con delegados de alto nivel de varios continentes.
Diplomacia en aguas fronterizas
Morales presidió el martes una sesión del Consejo de Seguridad, órgano liderado por Bolivia en junio, dedicada a la prevención de conflictos en escenarios de aguas transfronterizas.En ese foro, el mandatario defendió la diplomacia preventiva y destacó el papel de la ONU y de la cooperación en esas zonas del planeta.
De acuerdo con Morales, la humanidad vive una crisis del agua de dimensiones complejas, con pronósticos que representan un desafío para la paz y la estabilidad globales.
Seremos 10 mil millones de personas para el 2050, y la demanda del preciado líquido se incrementará en un 54 por ciento. Si se mantienen los patrones de consumo, dos tercios de la población mundial vivirán con escasez para 2025, advirtió.
También subrayó que existen a escala mundial 276 cuencas hídricas transfronterizas, 60 de ellas en África, desde 1947 se han reportado 37 conflictos entre Estados relacionados con el agua y la mayoría de los acuíferos están sobreexplotados y son vulnerables a la contaminación, todo lo cual ratifica la importancia del diálogo y de la cooperación.
(Con información de Prensa Latina)
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