Las noticias más censuradas 2014-2015 (04)
Resistencia popular contra el acaparamiento corporativo del agua
Proyecto Censurado / Traducción: Ernesto Carmona
En el 15º aniversario de las protestas de Cochabamba, Bolivia, la
resistencia popular al control corporativo del agua continúa
expandiéndose en todo el mundo, abarcando desde la re-municipalización
de los servicios públicos de agua privatizados, la acción directa contra
bloqueos injustos al agua y la recolección de aguas pluviales, mientras
el acceso al vital elemento se entroniza como derecho humano
fundamental.
En enero de 2000, el pueblo de Cochabamba cerró la ciudad en protesta
contra la privatización de su sistema de agua municipal, que
rápidamente duplicó y triplicó las facturas de este recurso
indispensable para la vida. En febrero de ese año, Jim Shultz, el
corresponsal de Pacific News Service, irrumpió con la historia
en la prensa estadounidense con sus informes de primera mano sobre los
enfrentamientos entre la policía antidisturbios y los manifestantes en
la llamada “guerra por el agua”, que hoy se extiende entre los
agricultores locales contra los rancheros o la industria inmobiliaria,
pero también implica a nuevos “barones corporativos del agua”, como
Goldman Sachs, JP Morgan Chase, Citigroup, el Grupo Carlyle y otras mega
corporaciones de inversión que están comprando derechos de agua en todo
el mundo a un ritmo sin precedentes.
Según un reportaje de Ellen Brown, publicado en Nation of Change,
“el acaparamiento de agua se refiere a situaciones donde los
protagonistas más poderosos son capaces de tomar el control, o de
relocalizar en su propio beneficio los recursos hídricos, a expensas de
los anteriores usuarios locales anónimos, o de los ecosistemas en que se
basan los medios de vida de tales usuarios”. Se trata de la captura del
poder de tomar decisiones en torno al agua, incluyendo el poder de
decidir cómo y para qué propósitos se utilizan los recursos hídricos,
ahora y en el futuro.
Diversos autores y activistas del agua identifican cinco motivos
“interrelacionados” en la actual “nueva ola de acaparamiento de agua”:
–Cambios en los mercados mundiales de alimentos provocan un renovado
interés en la adquisición de tierras y recursos hídricos para la
producción agrícola.
–El aumento de precios y la preocupación de haberse llegado a un
periodo de “pico petrolero” dieron lugar a la aparición de los
agro-combustibles que utilizan grandes cantidades de agua durante todo
el ciclo de producción.
–La creciente demanda mundial de materias primas sustenta la continua
expansión de las industrias extractivas y proyectos de minería a gran
escala, en particular, la fracturación hidráulica o “fracking”.
–La gestión de mercado basada en los recursos hídricos, especialmente
la privatización de los sistemas y servicios de agua, pone en peligro
el acceso al agua para los grupos pobres y marginados en muchos países
en desarrollo.
–La financierización (control del capital financiero) de las empresas de agua, infraestructuras y el propio recurso.
Muchas corporaciones de noticias ofrecen cobertura de diversos
ángulos de la escasez de agua, incluyendo la muy publicitada sequía de
California y sus posibles remedios, pero nunca tienen en cuenta esos
cinco motivos centrales del acaparamiento de agua y cómo se entrelazan.
Los esfuerzos corporativos para privatizar los derechos de agua
concitan una robusta resistencia popular en las comunidades de todo el
mundo, que afirman su derecho a decidir cómo se utilizan los recursos
hídricos. Durante los últimos quince años en 35 países se han registrado
180 casos de lucha social por la “remunicipalización”, o hacer regresar
el control del agua desde la propiedad privada a la pública, informó
Victoria Collier en CounterPunch. “De España a Buenos Aires,
Cochabamba a Kazajstán, Berlín a Malasia, la privatización del agua está
siendo rechazada de manera agresiva”, informó.
En oposición al modelo público-privado de rápido crecimiento (PPP), descrito como “un eufemismo de marketing
para la privatización”, comunidades de Japón, Países Bajos, India,
Costa Rica, Brasil y otras naciones que ahora están promoviendo el
modelo de asociaciones públicas-públicas (PUPs) para evitar que las
grandes empresa tomen el agua y desarrollar “soluciones públicas sin
fines de lucro, impulsadas por las necesidades de infraestructura de
agua”.
Mientras crece el movimiento por la remunicipalización, las protestas
en ciudades de Estados Unidos como Detroit y Baltimore, muestran cómo
algunas formas de control del agua ostensiblemente públicas siguen
siendo profundamente conflictivas. Como informó Collier, desde el verano
de 2014 los residentes de Detroit vienen participando en la acción
directa para resistir cortes de agua municipal que desproporcionadamente
afectan a sectores de bajos ingresos, en su mayoría residentes
afroamericanos. En Detroit, las tarifas de agua aumentaron en 119 por
ciento en la última década y el nivel de pobreza es de más o menos 40
por ciento. En consecuencia, muchos residentes no podían darse el lujo
de pagar sus facturas de agua. Aguas de la Ciudad y el Departamento de
Alcantarillado comenzaron a cortar los servicios de agua residenciales, a
veces sin ninguna comunicación previa a los hogares. Food & Water
Watch informó: “Las extensas desconexiones de servicios están
estrechamente vinculadas al plan del Gestor de Emergencias Kevyn Orr de
privatizar o corporativizar el sistema de agua y alcantarillado”.
Notoriamente, la municipalidad eximió del corte a muchas empresas que
también tenían facturas de agua vencidas. Unas 40 empresas adeudan
aproximadamente 9,5 millones de dólares en facturas atrasadas, pero no
fueron objeto de cortes.
A partir de octubre de 2014, Aguas de Detroit y el Departamento de
Alcantarillado habían cortado el servicio de agua a unos 27.000
residentes de la ciudad. Sin embargo, como informó Larry Gabriel, de YES! Magazine, “la acción progresiva de las bases hizo retroceder la acción agresiva del municipio y sus contratistas”.
Los residentes de Baltimore enfrentan desafíos similares desde la
primavera (marzo-junio) de 2015, ya que su ciudad amenazó con cortar el
servicio de agua a unos 250.000 hogares, en perjuicio de aproximadamente
750.000 residentes. En abril 2015, un comunicado de prensa de Food
& Water Watch afirmó que “Baltimore está repitiendo los errores de
Detroit” y que la desconexión de los servicios de agua plantean “una
verdadera amenaza para la salud pública”. En mayo de 2015, el Baltimore Sun
informó que el cumplimiento de la orden municipal de cortar el
suministro por facturas de agua sin pagar era “marcadamente desigual al
eximir a las empresas que adeudan las mayores cantidades mientras los
residentes enfrentan cierres sumarios. The Sun citó a Charly
Carretero, director del grupo de defensa Familias Trabajadoras de
Maryland: “Si la ciudad puede dejar sin agua a 1.600 familias
trabajadoras, pero no se ha cortado aún ninguna cuenta comercial, creo
que dice mucho acerca de dónde provienen sus prioridades”. De acuerdo
con el Sun, más de 350 cuentas comerciales, categoría que
incluye a empresas, organizaciones no lucrativas y oficinas
gubernamentales, adeudan cuentas por un total de 15 millones de dólares
en facturas de agua pendientes de pago.
La acción directa y otros esfuerzos de la comunidad estaban aún en curso en Detroit y Baltimore cuando este volumen (Censored 2016) fue a prensa.
La práctica de recolección de agua de lluvia, cada vez más amplia y
sofisticada, muestra otra forma en que la gente común y las comunidades
locales pueden recuperar el control de su agua. A la luz de una
población en crecimiento, el cambio climático y la proyectada escasez de
agua a largo plazo, muchas ciudades y sus habitantes están repensando
el uso de este recurso. Como informara Madeline Ostrander en YES! Magazine,
la ciudad de Los Ángeles importa actualmente más del 85 por ciento de
su agua, sin embargo, cada año Los Angeles drena miles de millones de
decalitros de agua de lluvia desde el océano. Nuevos líderes están dando
un paso adelante para ofrecer a tiempo nuevas técnicas para satisfacer
necesidades locales urgentes, incluyendo TreePeople, que se
asoció con la ciudad de Los Ángeles para volver a escribir su plan de
gestión de aguas pluviales, a fin de desarrollar la distribución del
agua de lluvia recolectada y transformar el paisaje de la ciudad. TreePeople y otras organizaciones, entre ellas The River Project,
están mostrando cómo al restaurar la capacidad natural del paisaje de
reducir la velocidad, filtrar y almacenar agua se podrían resolver
muchos problemas y reducir bastante la dependencia de Los Angeles de
fuentes externas de agua. The River Project es pionero en el
enfoque de “acupuntura urbana” para la sostenibilidad del agua a lo
largo de la cuenca del río Los Ángeles. En asociación con el
Departamento de Agua y Energía de Los Ángeles y de la Comisión Costera
de California, el proyecto promueve el programa “Water LA” (Agua
de Los Ángeles), que capacita a las comunidades para diseñar e instalar
en el hogar sistemas de aguas grises. Por efecto de estos esfuerzos,
los propietarios de Los Ángeles ahora pueden obtener de manera simple y a
bajo costo tanto los permisos como los sistemas de flujo por gravedad
que van desde sus lavaderos, bañeras, fregaderos o lavabos.
La recogida de aguas pluviales y sus impactos positivos no se limitan
a las grandes ciudades como Los Ángeles. En el otoño (marzo –junio) de
2015, Rajendra Singh, activista india, fue galardonada con el apreciado
Premio del Agua de Estocolmo por su trabajo por el empoderamiento de los
agricultores pobres mediante la reactivación de los conocimientos
tradicionales y por guiar a la gente en la construcción de pequeños
estanques de agua de lluvia. Durante los últimos treinta años, Singh ha
ayudado a las comunidades locales a revivir cinco ríos y mil aldeas
están utilizando estas técnicas. Cuando el Banco Mundial afirma que
países como la India necesitan continuar la construcción de grandes
represas, la vida de Singh proporciona evidencia de robustas
alternativas sostenibles.
*) Ernesto Carmona, periodista y escritor chileno, jurado internacional de Proyecto Censurado.
Nota:
Las 25 noticias más censuradas están publicadas en castellano en: https://mapochopress.wordpress.com
Fuentes:
Ellen Brown, “California Water Wars: Another Form of Asset Stripping?,” Nation of Change, March 25, 2015, www.nationofchange.org/2015/03/25/california-water-wars-another-form-of-asset-stripping.
Victoria Collier, “Citizens Mobilize Against Corporate Water Grabs,” CounterPunch, February 11, 2015, www.counterpunch.org/2015/02/11/citizens-mobilize-against-corporate-water-grabs.
Larry Gabriel, “When the City Turned Off Their Water, Detroit Residents and Groups Delivered Help,” YES! Magazine, November 24, 2014, http://www.yesmagazine.org/issues/cities-are-now/when-detroit-s-citizens-fought-for-their-right-to-water.
Madeline Ostrander, “LA Imports Nearly 85 Percent of Its Water—Can It Change That by Gathering Rain?,” YES! Magazine, January 5, 2015, http://www.yesmagazine.org/issues/cities-are-now/los-angeles-imports-nearly-85-percent-of-its-water.
Estudiantes investigadores: Antonio Arenas and Nguyet (Kelley) Thi Luu (San Francisco State University).
Evaluador academico: Kenn Burrows (San Francisco State University).
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