Bajo la Lupa
Alfredo Jalife-Rahme
Manifestantes turcos se expresan contra Rusia, y en particular contra el mandatario Vladimir Putin, durante un mitin efectuado anteayer en EstambulFoto Ap
La Primera Guerra Mundial fue una carnicería europea provocada por una orgía de armas químicas, mientras que la Segunda Guerra Mundial concluyó con el lanzamiento por Estados Unidos de dos bombas nucleares, en Hiroshima y Nagasaki.
Lo que denomino
guerra asimétrica globalde Estados Unidos contra Rusia y China no es una
guerra mundial: a nivel de la fractura cupular tripolar, refleja la intensificación del
terrorismo geopolíticode los yihadistas sunitas –
instrumento geoestratégicode Estados Unidos desde hace 35 años, gestado con los muyahidines de Afganistán– hoy con el avieso objetivo de repetir la
trampa Brzezinskicontra Rusia (http://goo.gl/tEjGMc) para balcanizarla y luego contener militarmente a China.
La
guerra asimétrica global–que golpea con atentados terroristas a potencias nucleares de la talla de Rusia, que dispone de una ojiva más que Estados Unidos, y Francia, primera potencia atómica europea– abreva de las
guerras regionalesen tres continentes: 1) Asia (Afganistán, Irak, Siria, Yemen, etcétera); 2) África (cuerno de África, Nigeria, Malí, Libia, etcétera), y 3) Europa (Ucrania).
Tales guerras regionales tricontinentales están confluyendo en un superfuego euroasiaticoafricano en las fronteras de Rusia/China/India, donde se han perdido los límites de toda índole, cuando operaron ominosas advertencias tangenciales, semanas antes al 13/11 de París, contra dos hospitales manejados por la ONG francesa Médicos Sin Fronteras –premio Nobel de la Paz 1999–, que fueron bombardeados, uno, por
error, por aviones de Estados Unidos en Kunduz (Afganistán), con 30 muertos (http://goo.gl/bs7xSl), y otro, 24 días después, por
aliados de Estados Unidos(http://goo.gl/f64mIH) en Yemen. ¿Tanto incomodó el acercamiento de Francia con Rusia?
En tal contexto de selectivos bombardeos
erróneoscon significado geopolítico y en vísperas de la Cumbre sobre el Cambio Climático COP21 de París, se produjo –17 días antes al 13/11 (http://goo.gl/lWDujE)– un inédito enfrentamiento verbal entre el secretario de Estado, John Kerry (http://goo.gl/ygLRys) –quien definió sus resolutivos como
no vinculantesni como
tratado–, y el presidente galo, François Hollande, quien adoptó la postura diametralmente opuesta (http://goo.gl/bDomSr).
Catorce días después del 13/11, sumados del
terrorismo geopolíticodel feudo galo de Malí, Francia
cediópor arte de magia al exhorto de Estados Unidos (http://goo.gl/2Nk5ac).
El derribo del avion ruso se escenificó un día después del notable acercamiento de Rusia e Irán, dos superpotencias gaseras, durante la cumbre en Teherán del Foro de Países Exportadores de Gas, de 12 miembros.
Suena inconcebible que Turquía, único país islámico sunita miembro de la OTAN, se haya atrevido a derribar el avión ruso sin la anuencia tácita y/o explícita de Estados Unidos: una
puñalada trapera, según el enfurecido presidente Putin, quien fustigó que Rusia había entregado el plan de vuelo a Estados Unidos (http://goo.gl/WSiZjx). ¡Uf! ¿De quién, entonces, provino la
puñalada traperaa Rusia: de Turquía o de Estados Unidos? ¿Trampa menor dentro de una trampa mayor: Estados Unidos arroja a Turquía a su balcanización con la inducción de un Estado kurdo?
La percepción de China sobre el derribo del avión ruso es seminal: “Pudiera ser uno de los movimientos más críticos desde el fin de la guerra fría”, cuando
su severidad potencial y sus riesgos asociados pueden constituir un clímax de crisis geopolíticas de las pasadas décadas.
El portal chino Global Times juzga que
es la primera vez que Rusia ha sufrido tales grandes pérdidas, por lo que
Putin confronta una selección que trae más riesgo que cuando consideró anexar o no a Crimea, y aduce que “Moscú puede tomar represalias contra Turquía en diferentes formas, pero esto significa una confrontación con la OTAN al estilo de la guerra fría”.
Global Times aborda el escenario de una represalia similar:
Si Rusia derriba un avión turco en su espacio aéreo o bombardea una base aérea turca, ello afectará los nervios de la OTAN, ya que
si la OTAN no emprende ninguna acción, su promesa de proteger a los pequeños miembros de la alianza será desacreditada. Pero
si la OTAN adopta una acción sustancial frente a Rusia, Europa confrontará una situación turbulenta sin precedente, no vista desde la Segunda Guerra Mundial, cuando
Estados Unidos y Rusia están claramente (sic) conscientes de que cualquiera de sus reacciones enviará señales sobre el futuro orden (sic) de Europa y el Medio Oriente.
A los estrategas chinos les queda clara la conexión de los contenciosos de Ucrania con el Medio Oriente y la reconfiguración de sus dos nuevos órdenes regionales (http://goo.gl/cyOGyv).
Turquía –potencia en el Mar Negro (colindante de Ucrania y Crimea/Rusia) que controla el paso de los estratégicos Dardanelos– es bisagra de dos contenciosos vinculantes: 1) la guerra Donbas/Ucrania; y 2) el binomio Siria/Irak, sus dos fronteras, donde apadrina a los
rebeldes. Quizá habría que agregar hasta un tercer contencioso en su frontera con Georgia en el Transcáucaso.
Los bélicos círculos financieristas de Gran Bretaña (GB) e Israel atizan las flamas y dan vuelo a una inminente guerra. Basta escudriñar los titulares de Debka, presunto portal del Mossad:
Rusia bombardea cada objetivo turco (sic) en Siria;
Turquía suspende sus vuelos en Siria;
Rusia lanza guerra electrónica contra Ankara(http://goo.gl/mZpptT).
Dudo que Francia y Alemania –hoy retraída, a diferencia del contencioso de Ucrania, que se ha recalentado– deseen una guerra con Rusia para defender a Turquía, cuando Estados Unidos juega a distancia y en forma ambigua, como ha sido la tónica de Obama, quien apoyó la
legítima defensadel territorio turco.
Aunque el canciller ruso Sergey Lavrov sentenció que
no irán a una guerra contra Turquía, a mi juicio sí habrá una persuasiva reacción de Rusia, cuyos alcances estratégicos habría que ponderar, porque de otra forma se le caería todo su andamiaje geopolítico al zar Vlady Putin de ser respetado tanto al interior como en su
periferia inmediata, cuando ha extendido su línea defensiva del Transcáucaso y Crimea a la costa oriental del Mar Mediterráneo: al eje Tartús/Latakia, en la región alawita de Siria y, quizá, hasta el
nuevo canal de Suezcon Egipto (http://goo.gl/d8Rmol). ¿Pagará los platos rotos la minoría turkomena de Siria, cuyo cordón umbilical llega a Turquía?
Rusia posiciona sus letales misiles S-400 en tierra siria y su crucero Moskva en la costa de Latakia, mientras aprieta las tuercas económicas que pueden significar 40 mil millones de dólares de pérdidas a Turquía (https://goo.gl/0qhYfi). Las pérdidas serán bidireccionales. Quienes ganan son Estados Unidos, Israel, GB y el yihadismo trasnacional.
Lo más fácil es bombardear a locas, al estilo israelí-anglosajón, cuando el dilema geopolítico radica en los límites de las represalias militares rusas: desde el artículo 5 de
defensade Turquía por la OTAN hasta la trascendental función de los
pueblos túrquicosde origen mongol, y su conectividad incandescente con Asia central, para no alebrestar la
carta tártara–al interior de Rusia y Crimea– ni a la región de Turkestán (una apelación lingüística persa): desde el Mar Caspio hasta el desierto de Gobi (China). No es un asunto menor.
Twitter: @AlfredoJalifeR_
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