Mapocho Press
Una
primera auditoría a la Reserva Federal de Estados Unidos (FED, sigla en
inglés) reveló que proporcionó ayuda urgente y en secreto por 16
billones de dólares a los más grandes bancos norteamericanos y europeos
en pleno apogeo de la crisis financiera global, entre 2007 y 2010. Esta
operación, protegida por el silencio, plantea muchas preguntas sobre el
modus operandi de la Reserva Federal, que es una institución privada
con ropaje gubernamental y “federal”.
De los 16 millones de millones de dólares, Morgan Stanley recibió 107,3 mil millones, Citigroup 99,5 mil millones y Bank of America 91,4 mil millones, según datos obtenidos invocando la Ley de Libertad de Información (Freedom of Information Act, FIA), meses de litigio en la corte y por una ley aprobada por el Congreso, según un informe de Matthew Cardinale para Inter Press Service (IPS), reproducido en Common Dreams el 28 de agosto 2011 y utilizado para esta versión.
“Éste es un caso claro de socialismo para los ricos, y escabroso, porque no es para todo el mundo”, dijo el senador Bernie Sanders, independiente por Vermont. Afecta a 7.000 toneladas métricas de barras de oro guardadas en la cámara acorazada del banco de la Reserva Federal de Nueva York (FRBNY, en inglés), que cargó con el grueso de esta operación secreta.
“Desde fines de 2007 hasta mediados de 2010, los bancos de la Reserva Federal proporcionaron más que un billón de dólares… en préstamos de emergencia al sector financiero para hacer frente a las tensiones en la dirección de los mercados de crédito y evitar fracasos individuales de las instituciones que se consideraban amenazadoras para la estabilidad del sistema financiero”, señaló el informe de auditoría.
“La escala y naturaleza de esta ayuda ejecutaron una expansión sin precedente del papel tradicional del sistema de la Reserva Federal como Banco Central prestamista de las instituciones depositarias”, aseguró el informe. La auditoria espera que todos los préstamos de emergencia a corto plazo hayan sido pagados o estén en vías de compensarse.
Los préstamos de emergencia incluyeron ocho programas básicos y, con certeza, también proporcionaron ayuda a las instituciones financieras, afirmó IPS. La FED proporcionó préstamos al banco JP Morgan Chase para adquirir Bear Stearns, una empresa inversora quebrada; proveyó préstamos para mantener a flote a American International Group (AIG), una sociedad transnacional de seguros; extendió préstamos al Bank of America y al Citigroup y compró hipotecas de riesgo, “garantiazdas” en los libros de los bancos privados beneficiados.
En total, los préstamos más grandes fueron hechos a una pequeña cantidad de instituciones. Durante esos tres años, Citigroup pidió prestados un total de 2,5 billones de dólares, Morgan Stanley, pidió 2 billones; Merrill Lynch, que fue adquirido por el Bank of America, recibió préstamos por 1,9 billones y el Bank of America pidió 1,3 billones.
También recibieron dinero de la FED bancos extranjeros, como el Barclays del Reino Unido, Grupo Royal Bank de Escocia (Reino Unido), Deutsche Bank (Alemania), UBS (Suiza), Credit Suisse Group (Suiza), Bank of Scotland (Reino Unido), BNP Paribas (Francia), Dexia (Bélgica), Dresdner Bank (Alemania) y Societe General (Francia).
“A ninguna agencia del gobierno de Estados Unidos se le debe permitir que entregue ayuda urgente a un banco o sociedad financiera extranjera sin la aprobación directa del Congreso y del Presidente”, escribió Sander.
Recientemente, la agencia de noticias Bloomberg News obtuvo 29.346 páginas de documentación de la Reserva Federal sobre algunos de estos préstamos secretos, después de meses de lucha ante la corte para obtener acceso a los expedientes, invocando la Ley de Libertad de Información (FIA,en inglés).
Algunas de las instituciones financieras recibieron los préstamos secretamente, mientras tanto, en sus informes públicos proclamaban que tenían amplias reservas en efectivo, observó Bloomberg. La Reserva Federal nunca ha explicado cómo justificó legalmente varios de los préstamos de emergencia, tampoco cómo decidía proporcionar ayuda a ciertas empresas, pero a otras no.
“El mayor problema fue la falta de supervisión del Congreso, y la manera como la FED parecía escoger a los ganadores que serían protegidos a cualquier costo”, dijo a IPS Randall Wray, profesor de economía de la Universidad Missouri-Kansas City.
“Si tales préstamos no son ilegales, deberían serlos. Nuestra nación pasó realmente por una crisis de liquidez, una corrida de los pasivos a corto plazo de las instituciones financieras. Existe sólo una manera de detener las ejecucionbes: prestar sin límite las reservas a todas las instituciones que estén calificadas. La FED manoseó alrededor antes para finalmente hacer algo de eso”, dijo Wray.
“Pero por otra parte, se pasó a la segunda fase, que consistió en intentar resolver problemas de insolvencia aumentando la participación del Tío Sam en el fiasco de los banqueros. Eso nunca debió haber sido hecho. Usted cierra a los estafadores, y punto. La FED y la FDIC (Comisión Federal de Seguros de Depósitos) debieron haber intervenido inmediatamente a los bancos más grandes, reemplazado a todo el personal superior de gestión, y así deberían haber comenzado a resolver”, dijo Wray.
Las renovadas preguntas sobre la Reserva Federal inspiraron a algunos activistas jóvenes del movimiento social que organizaron protestas a través de Estados Unidos. “Desde su creación por el gobierno de Estados Unidos en 1913, la Reserva Federal ha fabricado tanto dinero nuevo de la nada que ha destruido el 95 por ciento del valor del dólar”, dijo Joseph Brown, estudiante universitario y uno de los organizadores de las recientes protestas contra el Banco Reserva Federal de Atlanta. “Estos beneficios fiscales inflacionarios a Wall Street, ocultados por el gobierno, dañan más a los pobres y a quienes viven de rentas fijas, como los jubilados”, añadió Brown.
La Oficina de Responsabilidad del Gobierno de Estados Unidos (GAO, sigla en inglés) hizo la auditoría como resultado de por lo menos dos años de presiones sobre los políticos. IPS informó que en junio de 2009 una coalición amplia de miembros del Congreso, pertenecientes a los dos partidos (Demócrata y Republicano) había copatrocinado la legislación que permitió auditar a la Reserva Federal.
La auditoría fue aprobada como una enmienda propuesta por Sander a la Ley Dodd-Frank Reforma de Wall Street y Protección al Consumidor, la mayor fiscalización de actividades bancarias aprobada por el presidente Barack Obama y el Congreso de Estados Unidos en 2010.
“Pienso que esto (la primera auditoría de la GAO) fue un buen comienzo para destapar lo que hizo la FED, de modo que permita comenzar a determinar que nunca deben permitirse de nuevo acciones similares”, escribió Wray. Añadió: “Mi respuesta preliminar es un resonante no”.
La GAO también encontró que las políticas existentes en la Reserva Federal no previenen significativos conflictos de intereses. Por ejemplo, “las restricciones existentes en la FRBNY respecto a los intereses financieros de sus empleados no prohíben específicamente que inviertan en ciertas instituciones no-bancarias que recibieron ayuda de emergencia”, indicó el informe.
El reporte GAO reveló que el 19 de septiembre de 2008, William Dudley, que ahora es presidente del FRBNY, fue favorecido con una exención que lo dejó mantener sus inversiones en AIG y General Electric, mientras al mismo tiempo la Reserva Federal otorgaba fondos de ayuda urgente a esas mismas dos compañías.
“A nadie que trabaje para firmas que reciben ayuda financiera directa de la FED debe permitírseles sentarse en la junta directiva de la FED, o ser empleados de la Reserva Federal”, dijo Sanders.
En resumen, los banqueros estadounidenses, que forman parte del 1% más rico del mundo que condujeron a la crisis, también controlan la FED, que es un banco central privado de Estados Unidos, y se “regulan” por sí mismos. “Fijan lo que cobran y se dan el cambio”.
La GAO siguió trabajando en un informe más detallado respecto a los conflictos de intereses de la Reserva Federal Reserve. Una vez revisado el siguiente informe GAO, que se emitió el 19 de octubre 2011, constatamos que no tuvo ninguna repercusión en la prensa. Vagamente, recomendó “tomar medidas adicionales para fortalecer los controles diseñados para manejar conflictos de interés entre los directores del Banco de la Reserva y aumentar la difusión pública de los roles y responsabilidades de los directores”.
Añadió que “el presidente de la Reserva Federal debe desarrollar, documentar y exigir a todos los bancos de la Reserva que adopten un proceso de solicitud de exención elegibilidad para la junta de directores de la Agencia Federal de la Reserva y cautelar la ética política de los consejeros”. Además, recomendó “la posibilidad de exigir a los bancos de la Reserva que revelar públicamente las exenciones que se conceden y la divulgación de esa medida no violaría la privacidad personal de un director”. Bonitas palabras (1). En otros términos, “aquí no ha pasado nada”. El poder de la súper elite financiera tiene agarrada por el mango la gran sartén que es el mundo en que vivimos.
Ernesto Carmona, periodista y escritor chileno.
Notas:
1) GAO: http://www.gao.gov/products/GAO-12-18
Fuentes:
● Matthew Cardinale, “First Federal Reserve Audit Reveals Trillions in Secret Bailout,” Inter Press Service, Common Dreams, August 28, 2011, http://www.commondreams.org/headline/2011/08/28-3.
http://www.mediafreedominternational.org/2011/10/24/first-federal-reserve-audit-revels-trillions-loaned-to-major-banks/
● U.S. Government Accountability Office (GAO)
http://www.gao.gov/products/GAO-11-616
Student Researcher: Nicole Trupiano (Sonoma State University)
Faculty Evaluator: Peter Phillips (Sonoma State University)
De los 16 millones de millones de dólares, Morgan Stanley recibió 107,3 mil millones, Citigroup 99,5 mil millones y Bank of America 91,4 mil millones, según datos obtenidos invocando la Ley de Libertad de Información (Freedom of Information Act, FIA), meses de litigio en la corte y por una ley aprobada por el Congreso, según un informe de Matthew Cardinale para Inter Press Service (IPS), reproducido en Common Dreams el 28 de agosto 2011 y utilizado para esta versión.
“Éste es un caso claro de socialismo para los ricos, y escabroso, porque no es para todo el mundo”, dijo el senador Bernie Sanders, independiente por Vermont. Afecta a 7.000 toneladas métricas de barras de oro guardadas en la cámara acorazada del banco de la Reserva Federal de Nueva York (FRBNY, en inglés), que cargó con el grueso de esta operación secreta.
“Desde fines de 2007 hasta mediados de 2010, los bancos de la Reserva Federal proporcionaron más que un billón de dólares… en préstamos de emergencia al sector financiero para hacer frente a las tensiones en la dirección de los mercados de crédito y evitar fracasos individuales de las instituciones que se consideraban amenazadoras para la estabilidad del sistema financiero”, señaló el informe de auditoría.
“La escala y naturaleza de esta ayuda ejecutaron una expansión sin precedente del papel tradicional del sistema de la Reserva Federal como Banco Central prestamista de las instituciones depositarias”, aseguró el informe. La auditoria espera que todos los préstamos de emergencia a corto plazo hayan sido pagados o estén en vías de compensarse.
Los préstamos de emergencia incluyeron ocho programas básicos y, con certeza, también proporcionaron ayuda a las instituciones financieras, afirmó IPS. La FED proporcionó préstamos al banco JP Morgan Chase para adquirir Bear Stearns, una empresa inversora quebrada; proveyó préstamos para mantener a flote a American International Group (AIG), una sociedad transnacional de seguros; extendió préstamos al Bank of America y al Citigroup y compró hipotecas de riesgo, “garantiazdas” en los libros de los bancos privados beneficiados.
En total, los préstamos más grandes fueron hechos a una pequeña cantidad de instituciones. Durante esos tres años, Citigroup pidió prestados un total de 2,5 billones de dólares, Morgan Stanley, pidió 2 billones; Merrill Lynch, que fue adquirido por el Bank of America, recibió préstamos por 1,9 billones y el Bank of America pidió 1,3 billones.
También recibieron dinero de la FED bancos extranjeros, como el Barclays del Reino Unido, Grupo Royal Bank de Escocia (Reino Unido), Deutsche Bank (Alemania), UBS (Suiza), Credit Suisse Group (Suiza), Bank of Scotland (Reino Unido), BNP Paribas (Francia), Dexia (Bélgica), Dresdner Bank (Alemania) y Societe General (Francia).
“A ninguna agencia del gobierno de Estados Unidos se le debe permitir que entregue ayuda urgente a un banco o sociedad financiera extranjera sin la aprobación directa del Congreso y del Presidente”, escribió Sander.
Recientemente, la agencia de noticias Bloomberg News obtuvo 29.346 páginas de documentación de la Reserva Federal sobre algunos de estos préstamos secretos, después de meses de lucha ante la corte para obtener acceso a los expedientes, invocando la Ley de Libertad de Información (FIA,en inglés).
Algunas de las instituciones financieras recibieron los préstamos secretamente, mientras tanto, en sus informes públicos proclamaban que tenían amplias reservas en efectivo, observó Bloomberg. La Reserva Federal nunca ha explicado cómo justificó legalmente varios de los préstamos de emergencia, tampoco cómo decidía proporcionar ayuda a ciertas empresas, pero a otras no.
“El mayor problema fue la falta de supervisión del Congreso, y la manera como la FED parecía escoger a los ganadores que serían protegidos a cualquier costo”, dijo a IPS Randall Wray, profesor de economía de la Universidad Missouri-Kansas City.
“Si tales préstamos no son ilegales, deberían serlos. Nuestra nación pasó realmente por una crisis de liquidez, una corrida de los pasivos a corto plazo de las instituciones financieras. Existe sólo una manera de detener las ejecucionbes: prestar sin límite las reservas a todas las instituciones que estén calificadas. La FED manoseó alrededor antes para finalmente hacer algo de eso”, dijo Wray.
“Pero por otra parte, se pasó a la segunda fase, que consistió en intentar resolver problemas de insolvencia aumentando la participación del Tío Sam en el fiasco de los banqueros. Eso nunca debió haber sido hecho. Usted cierra a los estafadores, y punto. La FED y la FDIC (Comisión Federal de Seguros de Depósitos) debieron haber intervenido inmediatamente a los bancos más grandes, reemplazado a todo el personal superior de gestión, y así deberían haber comenzado a resolver”, dijo Wray.
Las renovadas preguntas sobre la Reserva Federal inspiraron a algunos activistas jóvenes del movimiento social que organizaron protestas a través de Estados Unidos. “Desde su creación por el gobierno de Estados Unidos en 1913, la Reserva Federal ha fabricado tanto dinero nuevo de la nada que ha destruido el 95 por ciento del valor del dólar”, dijo Joseph Brown, estudiante universitario y uno de los organizadores de las recientes protestas contra el Banco Reserva Federal de Atlanta. “Estos beneficios fiscales inflacionarios a Wall Street, ocultados por el gobierno, dañan más a los pobres y a quienes viven de rentas fijas, como los jubilados”, añadió Brown.
La Oficina de Responsabilidad del Gobierno de Estados Unidos (GAO, sigla en inglés) hizo la auditoría como resultado de por lo menos dos años de presiones sobre los políticos. IPS informó que en junio de 2009 una coalición amplia de miembros del Congreso, pertenecientes a los dos partidos (Demócrata y Republicano) había copatrocinado la legislación que permitió auditar a la Reserva Federal.
La auditoría fue aprobada como una enmienda propuesta por Sander a la Ley Dodd-Frank Reforma de Wall Street y Protección al Consumidor, la mayor fiscalización de actividades bancarias aprobada por el presidente Barack Obama y el Congreso de Estados Unidos en 2010.
“Pienso que esto (la primera auditoría de la GAO) fue un buen comienzo para destapar lo que hizo la FED, de modo que permita comenzar a determinar que nunca deben permitirse de nuevo acciones similares”, escribió Wray. Añadió: “Mi respuesta preliminar es un resonante no”.
La GAO también encontró que las políticas existentes en la Reserva Federal no previenen significativos conflictos de intereses. Por ejemplo, “las restricciones existentes en la FRBNY respecto a los intereses financieros de sus empleados no prohíben específicamente que inviertan en ciertas instituciones no-bancarias que recibieron ayuda de emergencia”, indicó el informe.
El reporte GAO reveló que el 19 de septiembre de 2008, William Dudley, que ahora es presidente del FRBNY, fue favorecido con una exención que lo dejó mantener sus inversiones en AIG y General Electric, mientras al mismo tiempo la Reserva Federal otorgaba fondos de ayuda urgente a esas mismas dos compañías.
“A nadie que trabaje para firmas que reciben ayuda financiera directa de la FED debe permitírseles sentarse en la junta directiva de la FED, o ser empleados de la Reserva Federal”, dijo Sanders.
En resumen, los banqueros estadounidenses, que forman parte del 1% más rico del mundo que condujeron a la crisis, también controlan la FED, que es un banco central privado de Estados Unidos, y se “regulan” por sí mismos. “Fijan lo que cobran y se dan el cambio”.
La GAO siguió trabajando en un informe más detallado respecto a los conflictos de intereses de la Reserva Federal Reserve. Una vez revisado el siguiente informe GAO, que se emitió el 19 de octubre 2011, constatamos que no tuvo ninguna repercusión en la prensa. Vagamente, recomendó “tomar medidas adicionales para fortalecer los controles diseñados para manejar conflictos de interés entre los directores del Banco de la Reserva y aumentar la difusión pública de los roles y responsabilidades de los directores”.
Añadió que “el presidente de la Reserva Federal debe desarrollar, documentar y exigir a todos los bancos de la Reserva que adopten un proceso de solicitud de exención elegibilidad para la junta de directores de la Agencia Federal de la Reserva y cautelar la ética política de los consejeros”. Además, recomendó “la posibilidad de exigir a los bancos de la Reserva que revelar públicamente las exenciones que se conceden y la divulgación de esa medida no violaría la privacidad personal de un director”. Bonitas palabras (1). En otros términos, “aquí no ha pasado nada”. El poder de la súper elite financiera tiene agarrada por el mango la gran sartén que es el mundo en que vivimos.
Ernesto Carmona, periodista y escritor chileno.
Notas:
1) GAO: http://www.gao.gov/products/GAO-12-18
Fuentes:
● Matthew Cardinale, “First Federal Reserve Audit Reveals Trillions in Secret Bailout,” Inter Press Service, Common Dreams, August 28, 2011, http://www.commondreams.org/headline/2011/08/28-3.
http://www.mediafreedominternational.org/2011/10/24/first-federal-reserve-audit-revels-trillions-loaned-to-major-banks/
● U.S. Government Accountability Office (GAO)
http://www.gao.gov/products/GAO-11-616
Student Researcher: Nicole Trupiano (Sonoma State University)
Faculty Evaluator: Peter Phillips (Sonoma State University)
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