Por Luis Manuel Arce Isaac
Panamá,
24 oct (PL) Ministros del gobierno panameño intentan hoy por segunda
vez dialogar con las llamadas fuerzas vivas de Colón en otro contexto
ante la propuesta del presidente, Ricardo Martinelli, de renunciar a la
venta de terrenos de la Zona Libre (ZLC). Pero el futuro es
incierto porque el Frente Amplio de la provincia de Colón está
insatisfecho con la manera informal, incompleta y dudosa de la
comunicación del mandatario que la condiciona a "si los colonenses no
quieren" que se venda, cuando los hechos no dejan dudas de que la ley
es rechazada.
El propio ministro de Gobierno, Ricardo Fábregas, admitió que se trata
de un proceso de consulta, no negociación, por lo cual no hay nada
claro, y eso ha llevado a dirigentes del Frente a afirmar que no
quieren ni 35 ni 100 por ciento de los ingresos por ventas de tierras,
sino derogación de la ley y respeto al patrimonio. Uno de sus
dirigentes, Edgardo Voitier, insistió en que debe haber transparencia
en las propuestas y el asunto no se puede solucionar vía Twitter, sino
que hay que ponerlo en blanco y negro siguiendo las normas establecidas
para esos casos.
La propuesta que lleva hoy el ministro de
Economía Finanzas, Frank de Lima, de entregarle a la provincia el total
de ingresos por ventas de tierra no satisface, pues el núcleo del
problema, la derogación de la ley, se mantiene inalterable y no se ve
intención de revocarla, indicó.
"Nuestra consigna es derogación
para sentarnos a conversar", insistió Voitier. Explicó que en caso de
que se derogue, solicitarían un aumento en los cánones de arrendamiento
y que el 60 por ciento de esos dineros se destine a obras en la
provincia colonense.
El Frente explicó que la dinámica del
diálogo propuesto por el gobierno se centra en aspectos mecánicos de la
ley, es decir, forma de funcionamiento y presuntos objetivos, y al no
hablar de asuntos sustantivos como inconstitucionalidad o derogación,
se desvirtúan asuntos de fondo como los presentados por abogados
constitucionalistas en la Corte Suprema de Justicia.
El Frente
Amplio desestima el tema del destino de los ingresos y su monto
propuestos por el ministro De Lima porque esos asuntos no son objetivos
de la lucha ni cuentan ante la reclamación básica de respeto al derecho
patrimonial del país.
En sus proclamas y alegatos, apoyados por
la Cámara de Comercio y la Asociación de Usuarios de la ZLC -que no ha
mostrado interés en comprar- la organización plantea claramente que no
está en desacuerdo con la modernización de la zona, sino con los
alcances de la legislación que afectan el patrimonio.
Anacleto
Ceballos, presidente de la Cámara de Comercio de Colón, y Felipe
Cabeza, del Frente Amplio por la Democracia, cuestionan la forma y
celeridad con la que la Asamblea Nacional y el Ejecutivo aprobaron la
propuesta y la elevaron a Ley de la República en menos de tres horas.
Se preguntan por qué si Martinelli tenía hasta 30 días para
sancionarla, suficiente tiempo para someterla a consultas y entablar el
diálogo que ahora busca, no lo hizo entonces y, en su lugar, la impuso
a golpe de mayoría en una sesión irregular y muy criticada de la
Asamblea Nacional.
Ambos dirigentes insisten en que no había
que llegar a un punto de conflicto tan severo que ha convertido a Colón
en un campo de guerra con tres muertos, numerosos heridos, un
desaparecido y decenas de detenidos, para que al final el mandatario,
desde Japón, haga una propuesta tan poco definida.
La
represión, que según dirigentes sindicales, gremiales y diputados de la
oposición, posibilitó que gente desalmada y pandillas armadas
infiltraran las marchas pacíficas de protestas y el vandalismo en los
comercios, ha sido exagerada.
Pero al mismo tiempo, añaden, la
intensidad del atropello, que no tiene excusa, es una muestra
irrefutable del alto grado y generalización del rechazo a la iniciativa
del gobierno.
Esa forma de hacer las cosas, agregan, es la que ha creado sospechas y suspicacias que afectan la imagen del país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario