Guatemala, 18 oct (PL) En el primer debate público, y posiblemente único, los dos candidatos presidenciales al balotaje en Guatemala dejaron a un lado sus programas de gobierno para atacarse mutuamente, en actitud muy criticada hoy.
Otto Pérez Molina, del Partido Patriota (PP), y Manuel Baldizón, de Libertad Democrática Renovada (Lider), dedicaron casi todo el tiempo a proferir insultos y acusaciones de tiempos pasados en el encuentro organizado por la Asociación de Gerentes de Guatemala.
Mientras el moderador trataba de llevar la discusión por los cauces normales y de acuerdo con los términos para ello aprobados previamente por ambos, los aspirantes prefirieron ayer cruzar armas de manera opuesta.
Abundaron los calificativos con tintes peyorativos de una y otra parte, iniciados cuando el exgeneral repitió su intención de bajar los índices de inseguridad, crímenes y actividades delictivas de todo tipo durante el primer año de su eventual administración.
Baldizón respondió a ello con la supuesta responsabilidad del oponente en la reducción del Ejército tras los Acuerdos de Paz, de los cuales Pérez Molina fue firmante en 1996, para lo cual trató de mostrar documentos.
Eso violó lo establecido para el debate, pues se les prohibía a los contrincantes llevar papeles para calzar sus argumentos.
A partir de entonces los ánimos se alteraron y llovieron los ataques, sin importarles las preguntas de quien dirigía el análisis sobre sus experiencias en el campo de la política y las propuestas concretas para materializar ya en el gobierno.
Nuevamente el postulado por Lider utilizó, como en su campaña proselitista, la expresión vuelta al pasado para referirse a lo que significaría el posible retorno al poder de un militar, asunto de alta sensibilidad entre la población.
Pérez Molina llegó a ocupar alta jerarquía castrense y le imputan desmanes cometidos durante el conflicto armado interno (1960-1996) por el Ejército, máximo responsable de innumerables matanzas entre las comunidades indígenas.
También abundaron las acusaciones por corrupción y Baldizón trató de demostrar actos de ese tipo por parte del hijo de su rival, electo alcalde en los comicios del pasado 11 de septiembre, algo considerado fuera de contexto.
El candidato del PP usó términos igualmente no acordes con el espíritu del encuentro, al no limitarse en tildar al de Lider de mentiroso y enjuiciarlo como comediante y demagogo.
Por ahora, a poco del sufragio del 6 de noviembre, no se contempla otro debate público entre los aspirantes y tal vez nadie se arriesgue a propiciarlo basado en la poco seria experiencia recién vivida, dijeron expertos.
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