Durante este lapso sólo se podían comerciar los carros anteriores a 1959, pero ahora ya no importa el año de fabricación. Esta es una bolsa en la que entran las viejas unidades estadunidenses de los años 40 y 50 del siglo pasado, los vehículos soviéticos de las siguientes tres décadas y hasta los modernos, asiáticos y europeos, de los 90 en adelante.
Las notarías son la institución oficial encargada del registro de esas operaciones y han tenido que renovar su equipo de oficina y llenar las vacantes que había, según informó Olga Lidia Pérez, directora de Notarías y Registro Civil del Ministerio de Justicia.
A pesar de la novedad, no se ha producido una avalancha de ventas, dijo la funcionaria. Se han autorizado algunas compraventas y en menor número, donaciones, aunque la población ha acudido a nuestras unidades mayormente a buscar información
.
Como tampoco era una práctica común, no existen los lotes de autos usados que son comunes en otros países. Así que el olfato mercantil ha empezado a guiar a los interesados a ubicarse en zonas neurálgicas.
Es el caso del estacionamiento público que está frente al Capitolio, en el centro histórico de la capital. En forma espontánea están llegando ahí los vendedores a estacionar sus autos con el letrero de se vende
, seguros de que tarde o temprano los buscará un posible cliente.
Gerardo Arreola, corresponsal
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