"Salvaguardar la libertad de expresión no sólo es compatible con la lucha contra el crimen, sino que es un elemento esencial de esta lucha, en la medida que a través de su ejercicio se denuncian las actividades de la criminalidad", dijo Catalina Botero, relatora para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Los comunicadores son un elemento "esencial" en el combate a la violencia que afecta a gran parte de México porque además "denuncian los abusos de poder" en los que podrían estar incurriendo las fuerzas de seguridad aseguró Botero al presentar en teleconferencia desde Washington el informe sobre su visita al país en agosto de 2010.
El gobierno mexicano debe reconocer que la violencia que sufren los periodistas en México, en especial los que trabajan en provincias disputadas por los narcotraficantes, "es un problema grave" que requiere varias acciones como "federalizar los crímenes contra periodistas", dijo a su vez Frank La Rue, relator de la ONU.
Sin una ley que obligue a instancias federales a atender automáticamente los crímenes contra periodistas, la fiscalía especializada en el tema -creada en 2005- tiene "poco espacio" para cumplir con su función, añadió La Rue quien también visitó México con Botero en agosto de 2010.
México es considerado por la ONU el país más peligroso de América para la prensa, con unos 80 periodistas muertos y varios desaparecidos desde 2000.
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