15 de julio de 2013, 16:29Por Leovani García Olivarez * Brasilia
(PL) La propuesta de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, de
convocar a un plebiscito para consultar a la ciudadanía sobre una
reforma política enfrenta un aborto en el Congreso, donde aliados del
Gobierno dieron la espalda al pedido de la dignataria.
La mayor
parte de las agrupaciones representadas en el Legislativo calificaron
de inviable la realización este año del plebiscito sugerido por la
mandataria, como respuesta a los reclamos de la población que participó
en junio pasado en multitudinarias protestas en más de 100 ciudades de
Brasil.
El líder de la Cámara de Diputados, Henrique Eduardo Alves, pospuso
asimismo la instalación de una Comisión para discutir el proyecto de la
mandataria debido a divergencias entre legisladores del Partido de los
Trabajadores (PT), en el Gobierno, y de otras agrupaciones aliadas de
la administración federal.
"Hubo un mal entendido y se
suspendió la instalación de la Comisión", resaltó Eduardo Alves, quien
ratificó la potestad de ese órgano legislativo de hacer modificaciones,
alteraciones y hasta decidir si habrá o no plebiscito.
Solo
tres formaciones políticas con representación en la Cámara -el PT, los
Demócratas Laboristas y los comunistas del PCdoB- respaldan la consulta
popular.
Llama asimismo la atención que como principal opuesto
a la consulta este año aparezca el Partido del Movimiento Democrático
Brasileño (PMDB), el más importante socio de la coalición del Ejecutivo
y con mayor número de diputados y senadores en el Congreso.
Para Eduardo Alves, el principal obstáculo son los plazos establecidos
por el Tribunal Superior Electoral, que hacen inviable e impracticable
la realización en octubre próximo de un plebiscito.
No hay
forma de lograr los 171 votos necesarios para proponer un proyecto de
decreto legislativo que garantice este año la consulta popular, aseveró.
El líder de la agrupación Demócratas (DEM, en la oposición), Ronaldo
Caiado, corroboró que el plebiscito es una cuestión superada y la gran
parte de miembros de la Cámara reconoce que no se puede realizar.
La consulta de la dignataria permitiría a la población escoger los
aspectos que desea modificar del sistema político, sin embargo, los
parlamentarios son más proclives a mantener ellos el control y por ello
se inclinan por elaborar en el hemiciclo brasileño las propuestas de
reforma para después, en 2014, someterlas a referéndum, junto con las
elecciones nacionales.
La iniciativa de la jefa de Estado se
basa en cinco grandes puntos: financiación de campañas (pública o
privada), el sistema electoral (voto proporcional, distrital o mixto),
la suplencias parlamentarias, la manutención de las coaliciones y el
fin del voto secreto.
Esta situación ata de manos a Rousseff,
interesada entre otros objetivos con alterar el sistema de financiación
de las campañas, es decir que sólo recibirían fondos públicos, lo cual
sería un paso adelante en la lucha contra la corrupción.
La
Constitución de 1988 otorga al Congreso la prerrogativa exclusiva de
realizar enmiendas a la Carta Magna y de convocar a plebiscitos o
referéndums.
El líder del PT en la Cámara de Diputados, José
Guimaraes, reconoció la falta de respaldo entre los aliados, lo cual
-en medios políticos- es considerado como el debilitamiento de la
alianza de Gobierno.
De tendencia de centro derecha, el PMDB
cuenta además con el mayor número de gobernadores y prefectos en este
país y todo indica que no quiere modificaciones que puedan afectar sus
intereses y posición política con miras a los comicios del 5 de octubre
de 2014, cuando se elegirán presidente de la República, gobernadores
provinciales, senadores y diputados.
Estudiosos del tema
alertaron asimismo sobre las maniobras de la oposición, encabezada por
el Partido de la Social Democracia (PSDB), de impulsar un referéndum,
junto con las elecciones presidenciales de 2014 para que los electores
ratifiquen o rechacen normas ya redactadas.
En este contexto,
el Ejecutivo trabaja asimismo en otras áreas prioritarias como la
responsabilidad fiscal y el control de la inflación, la salud pública,
el transporte y la educación, pero también deberá buscar consenso entre
un amplio segmento de diversidad política que controla estados y
municipios.
Paralelamente los parlamentarios, tras las masivas
protestas de la ciudadanía efectuadas en junio pasado, aprobaron ya
algunas resoluciones, en forma urgente, de temas importantes como
convertir en crimen grave a los hechos de corrupción pública y destinar
la mayor parte de los fondos de las regalías petroleras a la educación
y la salud.
Y se prevé que tomen algunos puntos de la propuesta
de Rousseff, los discutan y aprueben sin necesidad de consulta, con
miras a enterrar definitivamente el plebiscito.
*Corresponsal de Prensa Latina en Brasil. |
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