Panamá,
30 jul (PL) Guillermo Cochez, el exembajador de Panamá en la OEA,
demuestra que es pésimo diplomático, mal pintor y peor calumniador al
fracasar en su mentira sobre la nacionalidad del presidente de
Venezuela, Nicolás Maduro.
Cochez ha hecho un esfuerzo grande para
mantenerse en los medios de comunicación de Panamá, con ataques
viscerales contra la revolución bolivariana de Venezuela, una espina
clavada en su garganta.
El miércoles 16 de enero de este año en la Organización de Estados
Americanos (OEA) Cochez criticó la situación política en Venezuela, la
toma de posesión del presidente Hugo Chávez, y fustigó la postura del
secretario general, José Miguel Insulza.
La actitud del
diplomático contra Venezuela fue tan grosera que al gobierno del
presidente Ricardo Martinelli no le quedó otra alternativa que
destituirlo al día siguiente, lo cual lo sorprendió muchísimo pues
siempre había contado con su respaldo.
Cochez se fue de la OEA
con las orejas calientes, pues el representante de Venezuela, Roy
Chaderton, con su proverbial erudición, le dijo verdades muy dolorosas
para él:
"Actual embajador del gobierno de Panamá, usted no es
un político, ni un diplomático, ni un caballero. Señor embajador de
Panamá, usted es un patán. Y para colmo nadie se ha atrevido a
decírselo, yo me voy a atrever: usted es un muy mal pintor".
Esto último quedó prontamente establecido en Panamá cuando días después
presentó una exposición de pinturas a la que asistieron unos cuantos
amigos, y la prensa especializada apenas si se hizo eco de ella, a
pesar de que se sabía la intencionalidad de la muestra y su relación
con la evaluación de Chaderton.
Desde entonces, las vísceras de
Cochez deben estar como el hígado de los gansos cuando son apaleados
antes del sacrificio para convertirlos en foie gras, pues no
desperdicia oportunidad para inventar calumnias contra Venezuela como
sucedió durante la enfermedad de Chávez.
Esta chapucera mentira
de ahora, de que Nicolás Maduro es colombiano y que vivió allí hasta
los 11 años, superó todas sus anteriores, pero ha hecho un ridículo de
marca mayor al ser tajantemente desmentido por la estatal Registraduría
Nacional del Estado Civil de Colombia.
Cochez exhibió en Panamá
un supuesto registro de nacimiento que aseguraba que Maduro había
nacido en noviembre de 1961 en la ciudad colombiana de Cúcuta, capital
del departamento de Norte de Santander, a 400 kilómetros al noreste de
Bogotá.
La entidad colombiana demostró que se trataba de un
documento groseramente falso y muy mal confeccionado con evidentes
imprecisiones y deficiencias y, por tanto, la calificó de inscripción
ilícita.
Si sus pinturas son como la partida de nacimiento de
Maduro presentada en Panamá, razones le sobran a Chaderton para decir
lo que dijo de los cuadros de Cochez.
Pero que el desmentido
colombiano sobre este caso no lo desanime, pues como le dijo un
tuittero, aún tiene el aliciente de encontrar la partida de nacimiento
de Carlos Gardel cuya paternidad la disputan Francia, Argentina y
Uruguay. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario