Por David Ernesto Pérez
SAN SALVADOR – Considerando que la brecha entre ricos y pobres es causa de desigualdades sociales, el candidato presidencial del FMLN, Salvador Sánchez Cerén propuso la creación de un pacto fiscal para que el Estado “tenga los recursos” y canalizarlos en inversión pública para el “desarrollo del país”.
Asimismo, en su discurso por la conmemoración del vigésimo aniversarios de los Acuerdos de Paz, el aspirante presidencial enfatizó que la Constitución debe ser modificada, de tal forma que asegure mayor participación ciudadana en la toma de decisiones que hacen los gobernantes.
A la vez, abrió la posibilidad a que en El Salvador haya un “debate franco” en temas como: seguridad pública, pensiones, deuda externa, medio ambiente, entre otros.
“Necesitamos la discusión de un pacto fiscal que genere ingresos necesarios al estado, para inversión social y pública necesaria para el desarrollo del país, como también asegure la utilización eficiente y eficaz de los recursos del estado”, dijo Sánchez Cerén.
Desde la llegada de Mauricio Funes al poder, no se ha concretado un pacto fiscal con los grandes capitales, no obstante el mandatario en funciones anunció la búsqueda de consensos en dicha ruta.
Para la emisión de los 800 millones de dólares en concepto de redención de eurobonos, los partidos políticos acordaron un pacto para reducir índices económicos, lo cual no es igual a un pacto fiscal.
En diciembre del 2011, el Ministerio de Hacienda presentó reformas fiscales que son progresivas, y pretenden elevar la recaudación tributaria del 12.5 al 17 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) cuando Funes finalice su gestión.
Dichas modificaciones a la recaudación de impuestos, provocaron descontentos en la empresa privada, a tal punto que advirtieron al gobierno que estaba alejando la inversión.
Refiriéndose a la privatización, Sánchez Cerén recordó la venta de empresas estatales que hicieron las gestiones de Alfredo Cristiani y Armando Calderón Sol, de la opositora Alianza Republicana Nacionalista (ARENA).
Sobre esto, advirtió que se convirtió “en un reto” para el entonces recién formado FMLN, debido a la imposición “a rajatabla” del Consenso de Washington y los ajustes estructurales que devinieron en la venta de ANTEL, privatización de las pensiones, entre otros.
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