La presidenta argentina, Cristina Fernández, favorita para su reelección según sondeos, cerró este miércoles la campaña para los comicios del domingo próximo en un teatro, estilo más afín con la política estadounidense que con la demostración callejera multitudinaria del peronismo.
Cristina Fernández de Kirchner en la Casa Rosada de Buenos Aires.
Los otros seis presidenciables, incluso el segundo en los sondeos, el socialista Hermes Binner, también evitarán las concentraciones masivas al poner fin a la propaganda entre el miércoles y el jueves, antes de la veda, con caravanas o mitines en lugares cerrados.
Fernández, de 58 años, hablará a sus partidarios sólo rodeada de gobernadores provinciales, funcionarios y una elite de militantes de La Cámpora, la agrupación juvenil creada por el "kirchnerismo", versión centroizquierdista del tradicional Partido Justicialista (PJ).
Pero el oficialismo mantendrá la típica apelación a lo emocional y la mística, con la proyección de un video de homenaje al expresidente Néstor Kirchner (2003-2007), quien formó durante siete años con su esposa una pareja presidencial de hecho hasta su muerte hace casi un año.
"Él vive en los cinco millones de trabajadores reincorporados, en los millones que cobran la Asignación Universal (subsidio a la pobreza), en los millones de nuevos jubilados, en los científicos que volvieron al país", dice la viuda en el spot al mencionar a su marido solamente como "él".
La Asignación beneficia a cuatro millones de niños de familias pobres, en tanto que hay tres millones de nuevos jubilados, beneficio que alcanzó hasta a amas de casa que jamás aportaron dinero a la seguridad social.
La resonancia mística de la campaña del gobierno se afianzó con el tono de voz visceral que usa Fernández de Kirchner en sus discursos, que evoca el poder carismático de Evita Perón, cuya figura es para los kirchneristas más emblemática incluso que la del fundador del Partido Justicialista, el tres veces presidente Juan Perón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario