Desde la dirigencia de la Unión de Trabajadores de la Educación- Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (UTE-Ctera) ratificaron que la adhesión a la medida de fuerza es del 98 por ciento.
En declaraciones al diario Página/12, Eduardo López, secretario general del gremio, calificó ese respaldo de rechazo total a los designios del ejecutivo encabezado por el empresario Mauricio Macri, líder del partido PRO, pues sólo la mitad de los maestros está afiliada y apenas el 25 por ciento milita en UTE-Ctera.
Tras evaluar de inesperado, masivo y contundente el apoyo a la huelga, dijo que se trata del repudio de los educadores a la iniciativa del gobierno macrista de echar abajo dos instituciones insertadas en el Estatuto Docente, que son la Junta de Clasificación y la de Disciplina, ambas elegidas democráticamente por los maestros.
La propuesta que rechazan pretende crear una oficina única con miembros nombrados por el ejecutivo.
Esta tarde, los docentes realizarán una marcha hacia la Legislatura porteña, en el corazón de la ciudad, para llevar su voz hasta el recinto donde se fragua la medida que rechazan.
Por su parte, Macri calificó de inentendible el paro y se limitó a argumentar con la misma retórica de ocasiones anteriores al calificarlo de "perjudicial para los chicos".
El ministro de Educación de la ciudad, Esteban Bullrich, reiteró su decisión de descontar de los salarios de los educadores los días de paro, insistió en que las clases perdidas serán recuperadas durante el curso y que el debate del proyecto del gobierno PRO continuará.
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