José Antonio Vera (especial para ARGENPRESS.info)
La simple denuncia de una trampa, en un contrato entre organismos gubernamentales de Estados Unidos y Paraguay, ha servido para reabrir el debate acerca de la profunda penetración norteamericana en asuntos importantes de este país mercosureño y de la enorme dependencia e incidencia de las “donaciones” de la potencia imperial.
El manipuleo de una licitación, abierta en el marco del Plan estadounidense Umbral-2 de la Cuenta Desafío del Milenio, para cumplir tareas en el Departamento de Identificaciones del Ministerio del Interior, deja al desnudo la infiltración en Paraguay de la Agencia USA para el Desarrollo Internacional (USAID).
En este caso el blanco ha sido el Banco de Datos de la policía nacional, cuyo control y administración se pretende instalar en Estados Unidos, en una operación en la que aparece involucrada la Embajadora Liliana Ayalde, por su intermediación entre USAID y el Ministerio del Interior.La diplomática, procedente de Colombia, se instaló en Paraguay en coincidencia con el gobierno encabezado por Fernando Lugo desde el 15 de agosto 2008 y, en un par de meses, consiguió que el mandatario y el titular del Interior, Rafael Filizzola, realizaran un sorpresivo viaje a Bogotá para adquirir conocimientos de combate al terrorismo y al narcotráfico.
Tiempo después, el Gobierno envió un contingente policiaco-militar a varias zonas del país, donde son más intensos los reclamos campesinos de tierra, con el argumento de buscar grupos guerrilleros dirigidos por las FARC, pretexto que siguió la estrategia norteamericana de denuncia de la existencia de terroristas árabes en las tres fronteras de Paraguay, Argentina y Brasil, maquillando el objetivo de implantación militar US.En esa región, lo que desde hace décadas está en disputa permanente es el contrabando de todo tipo de mercaderías, instrumental médico y medicamentos, así como los diferentes tráficos de cigarrillos, vehículos, armas y hasta personas, con el timo de acabar con el cultivo de la marihuana.
Ni un solo delincuente paraguayo importante está preso, pero si cientos de “mulas” y “bagayeros”.Ayalde, que algunos fotógrafos la han captado en barcos de pesca junto a Lugo, se había integrado a la USAID en 1995 en Bangladesh y luego dirigió algunos años las filiales en Colombia, Guatemala, Nicaragua y Bolivia.Meses atrás, el Presidente Evo Morales acusó a la agencia de infiltración y de complotar contra su gobierno, financiando a grupos de extrema derecha y, por esa razón, expulsó a varios funcionarios norteamericanos.El tema USAID adquiere especial trascendencia porque resurge en vísperas de la firma del acuerdo de cooperación entre las dos naciones de la segunda fase del Plan Umbral, en ceremonia prevista para este lunes 13 en el Palacio de Gobierno, en presencia del Jefe de Estado Fernando Lugo y de la Embajadora Ayalde.
El control de la identidad personal de todos los paraguayos y residentes extranjeros en este país, es uno de los objetivos centrales del Plan Umbral-2 que, de hecho, está operando desde enero pasado, instalado entonces por Michel Fitzpatrick, Encargado de Negocios del Gobierno de George Bush.Bajo el rótulo de programa para “combatir la corrupción y la impunidad”, Umbral-2 fue presentado en ese momento como una donación de 30 millones de dólares, destinados a nobles objetivos pero que, en el fondo, sirven para continuar subvencionando medios de prensa, organizaciones no gubernamentales y, en particular, las carteras del gobierno que más interesan a la geoestrategia del Pentágono.Ante esa suma, el Presidente del Senado, Enrique González Quintana, del ultraconservador Partido UNACE, encabezado por el ex General y confeso golpista Lino Oviedo, se apresuró a reclamar que la Cámara Alta sea también incluída en el Programa Umbral-2, “para tener conexión con Hacienda y con la Contraloría”.Los números son tentadores, máxime ahora, cuando la CEPAL diagnostica que Paraguay será uno de los países sudamericanos más afectados por la bancarrota internacional, con menos de 0,5 por ciento de crecimiento económico. La Comisión Económica para América Latina, calificó al Plan Anticrisis que elaboró el Ministro de Hacienda Dionisio Borda, como el más débil de la región.Desde 1987, con la visita a Asunción de Leonard Sussman, Director de la Casa de la Libertad (Freedom House), alto exponente del Proyecto para un nuevo siglo americano, lanzado en 1997 por George Bush, distintas fundaciones “filantrópicas” de ese país, estarían financiando a cerca de 150 instituciones paraguayas, con una inversión de unos 20 millones de dólares, según The Inter-American Foundation.
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